Gabriel Cota Luque

Alfonso Genaro Calderón Velarde, nacido en Calabacillas, Chihuahua, pero adoptado como
mochitense, pues incluso en el viejo panteón municipal reposan sus restos mortales, fue un
político surgido en la escuela de la vida, pero que supo mantener un férreo control de su poderío,
incluyendo la gubernatura de Sinaloa, que desempeñó del 1 de enero de 1975 al 31 de diciembre
de 1980.
En las postrimerías de su mandato, cuentan las crónicas de esos tiempos, en uno de sus recorridos
por las comunidades de Sinaloa, quien surgiera en la vida política como obrero del ahora
desaparecido ingenio azucarero de Los Mochis escuchó cuando uno de los presentes le gritaba
que “ya se le iba a acabar el agua al bule”, en referencia al poco tiempo que le quedaba a su
gobierno.
“Sí, pero con esa poquita te ahogas”, dicen que fue la respuesta de uno de los lideres obreros que
surgieron a la sombra del entonces poderoso Fidel Velázquez Sánchez, creador de lo que todavía
es la Confederación de Trabajadores de México.
Pues bien, a menos de 2 meses de que en Sinaloa termine el mandato del actual gobernador
Quirino Ordaz Coppel, todo hace ver que “le queda agua al bule”.
Aún más, el cuarto gobernador del siglo 21 en la entidad tal parece que goza de sus mejores
momentos de gloria, lo que anticipa que tendrá una salida tersa, sin ningún conflicto o problema
enfrente que nuble su despedida.
Este pasado domingo 5 de septiembre, Quirino Ordaz se hizo presente en el Congreso del Estado
de Sinaloa, para por primera vez, personalmente hacer entrega del documento correspondiente a
su Quinto Informe de Gobierno, que en años anteriores, incluso en los recientes sexenios,
correspondía hacerlo al secretario general de Gobierno.
Acompañado justamente del secretario General de Gobierno, Gonzalo Gómez Flores, y del de
Administración y Finanzas, Luis Alberto de la Vega, y de uno de sus hijos, Quirino Ordaz llegó y fue
recibido con total cortesía política por parte de los legisladores, siendo la actual presidenta de la
Mesa Directiva, la panista Roxana Rubio Valdez, quien recibiera el documento que plasma lo
realizado en este último tramo de la administración.
En el acto participaron como testigos, el diputado José Rosario Romero López, presidente de la
Junta de Coordinación Política, y diputadas y diputados de los Grupos Parlamentarios de Morena,
PRI, PT y PAN, quienes dieron un trato cordial al mandatario estatal.
Más allá de lo que se plasma en el documento, que habrá de ser objeto de análisis por parte de los
diputados que este 30 de septiembre terminan su encomienda, el propio Quirino Ordaz dijo que
haber gobernador Sinaloa ha sido el mayor privilegio y honor de su vida.
Este miércoles, el mandatario estatal habrá de emitir un mensaje en sus redes sociales en torno a
la presentación de su Quinto Informe de Gobierno, donde, seguramente, habrá de resaltar lo
logrado para mejorar a Sinaloa, las obras realizadas en lo material y humano.
Pero antes de ello, ya el propio Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desde su
tradicional Mañanera lanzó comentarios muy positivos hacia el gobernante de Sinaloa, estado que
visitará de nuevo este próximo domingo 12 de septiembre, para, como lo prometió en su reciente
gira por la entidad, poner en marcha los nuevos hospitales construidos en la capital, en lo que será
también el acto de despedida para Quirino Ordaz, quien el 31 de octubre deja las riendas del
estado a Rubén Rocha Moya, con quien goza de una tersa y muy amigable relación.
Más allá de engancharse con los comentarios de la periodista Mirsa de Uribe, López Obrador
aseguró que seguirá visitando Sinaloa, garantizando a todos el derecho de manifestación, de
expresión, “sin que estemos de acuerdo”.
Y remató: “Yo tengo una buena opinión del gobernador Quirino Ordaz y también del coordinador
de Bienestar, el ingeniero Montes, y desde luego también tengo muy buena opinión de Rubén
Rocha”.
Pero lo importante, dijo, es que ahora “tenemos mucha libertad para expresarnos, manifestarnos
y no debe de haber censura a nadie, somos libres”, y aprovechó para rechazar la aplicación del
artículo 33, que faculta al Ejecutivo Federal a expulsar del país a personas extranjeras que
violenten la ley.
Es decir, le sacó la vuelta cualquier comentario que enturbie su buena relación con Quirino Ordaz,
que alista sus maletas, pero con el bule con el agua suficiente para “ahogar a cualquiera”.
Cuando se seque ese bule, tal vez sea otra la historia.

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