La delincuencia reta y la autoridad calla; Cuén: nada sobre su asesinato; la sensibilidad de Feliciano
DOMINGRILLA
FRANCISCO CHIQUETE
Tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como su sucesora, Claudia Sheinbaum, insisten en defender el modelo aplicado en el combate a la violencia, pero la realidad contradice su optimismo y amaga con “institucionalizar” el baño de sangre que vive el país. Las estadísticas dicen que los asesinatos han bajado entre 20 y 30 por ciento por año. La realidad nos dice que en julio, uno de los que registraron menor incidencia, los delincuentes mataron a 69 personas diarias.
Hay un gravísimo problema de impunidad que alienta a los criminales a seguir adelante, y aún a retar a las autoridades y a la sociedad. Vea nomás los casos de Minerva Pérez, asesinada en Ensenada el nueve de julio, después que en su calidad de presidenta de Canainpesca denunció el cobro de “derecho de piso” a sus agremiadas. El crimen sigue impune.
El 31 de julio, en Matamoros, fue asesinado Julio Almanza, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio en Tamaulipas, también por denunciar el cobro de derecho de piso. Como en el otro caso, autoridades federales (incluyendo al presidente Andrés Manuel López Obrador) y estatales ofrecieron que habría justicia. Hasta el momento no hay nada.
Son verdaderos retos. Los delincuentes saben que el estado mexicano debería responder con todo a esas denuncias y sobre todo a esos asesinatos, pero en la soberbia de su autoridad de facto, se atreven a parar las acusaciones por la vía del crimen, como en los tiempos de Al Capone.
Y si no hay justicia para personajes que tienen sobre sí los focos de la opinión pública, menos la va a haber para las víctimas anónimas, que llenan de cruces las calles de diversas ciudades en el país.
El reto más descarado es el del asesinato de Milton Morales, el 21 de julio en la Ciudad de México. Este hombre era el responsable de la inteligencia en la policía capitalina, brazo derecho de Omar García Harfuch y por tanto, inminente funcionario de primer nivel en la Secretaría de Seguridad del próximo gobierno. Asesinarlo era advertir al futuro gobierno que no se permitirá el desarrollo efectivo de una política se seguridad eficaz y profunda.
En este caso sí se movieron las autoridades y ayer se formalizó el encausamiento a dos personas participantes, pero el reto está hecho y de manera directa, independientemente de las versiones sobre venganzas de grupos afectados (a todas las autoridades les gusta justificarse diciendo que ese tipo de delitos son reacciones a los golpes que recibió la delincuencia). Puede serlo en este caso, pero la advertencia para los que vienen a gobernar está cantada.
Bajo estas circunstancias, la mejor medida preventiva por parte del próximo gobierno no será proteger más a sus funcionarios, aunque sí deben hacerlo, sino anunciar y ejecutar una política de seguridad sin concesiones, en la que haya medidas prácticas, efectivas, y no aportaciones teóricas que han sido objeto de risión por parte de la delincuencia.
LOS LAURELES DE
DOÑA SARA BRUMA
El viernes 26 de julio fue asesinado Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo por la vía plurinominal, fundador del Partido Sinaloense y jefe de la vida política y administrativa en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Transcurrió una semana y vamos por la mitad de otra, sin que tengamos el menor dato en firme por parte de la Fiscalía General del Estado.
Desde que la titular de esa dependencia, Sara Bruna Quiñones, dijo tener datos sobre un asalto común y corriente, que derivó en asesinato porque Héctor Melesio Cuén Ojeda se resistió a que les quitaran la camioneta en que viajaban, no ha habido una sola aportación, ni se ha sabido que exploren alguna otra posible línea de investigación.
De acuerdo con los cánones policíacos, esa era la segunda explicación más chafa de una autoridad. Sólo habría sido peor si se les ocurre decir que Cuén se balaceó accidentalmente en las piernas por manipular un arma. Por fortuna no se les ocurrió.
Dicen los expertos que cuando un crimen no se resuelve en caliente, o por lo menos no se ubica una hipótesis creíble y con bases, el destino es la impunidad. A estas alturas, está visto, ni siquiera pueden esperar a que el propio crimen organizado les resuelva el problema entregando a los ejecutores para evitar que la plaza se siga calentando.
(Recuerde usted el caso de los dos jesuitas asesinados junto con un guía de turistas en Cerocahui, Chihuahua, por José Noriel Portillo, alias el Chueco, en junio de 2022. Policías de todos los niveles dijeron estarlo buscando por la sierra que colinda con el Triángulo Dorado, sin éxito. En marzo del año siguiente, el gatillero apareció muerto en territorio del municipio sinaloense de Choix. Fueron los delincuentes quienes lo ultimaron. La policía nunca dio pie con bola.)
El caso Cuén se enreda cada vez más, a tal punto, que la propia familia rompió el silencio para pedir justicia, pero también que cesen las especulaciones que de repente corrieron por todo el estado y por el país, como si eso fuese lo que se necesita para aplicar la ley.
Como pasa siempre, la mitad de las versiones terminan por revictimizar a la víctima, es decir, al propio Cuén, mientras la otra mitad van dirigidas al gobierno del estado y más directamente al gobernador Rubén Rocha Moya en persona. Por eso la familia Cuén Díaz es muy cuidadosa en sus expresiones y aunque por supuesto, lo que les interesa es el buen nombre de su pariente asesinado, en la cautela pedida quedan englobados todos.
Doña Sara Bruna deberá ser consciente de que dejar ese crimen sin solución significa dejar empeñado su prestigio personal, y también dejar en entredicho el prestigio del gobierno del estado, al que por cuestiones naturales o interesadas, la cae la responsabilidad de todos los asuntos importantes que ocurran en su territorio y en su tiempo, sobre todo a partir del enfrentamiento tan abierto que sostenían ambos en el plano político.
EL TACTO DE DON
FELICIANO CASTRO
Hasta en las guerras hay fechas y sucesos propicios para hacer pausa en las hostilidades. Seguramente muchos vieron el video de épocas navideñas con que se busca exacerbar la sensibilidad colectiva, y narra cómo soldados nazis y aliados salieron de sus respectivas trincheras para convivir la noche de navidad, motivados porque en una de ellas empezó a sonar la canción Noche de Paz.
Pero el pastor del Congreso del Estado, Feliciano Castro Castro, que tanto se conmovió con la historia del Triángulo Dorado y lo rebautizó como el Triángulo de la Bondad, esta vez reinició el tejido de la nueva Ley Orgánica de la UAS con el tacto de un elefante.
Nomás faltó que urgiera a los universitarios a que quitaran ya las flores del funeral para que empezaran a hacer la consulta sobre el modo en que se debe elegir a las autoridades de la máxima casa de estudios de Sinaloa.
¿Qué le va a Feliciano en la prisa porque esa ley salga antes de que él deje de ser diputado? ¿Es la condición para que le den la secretaría general de gobierno? ¿Es su orgullo de soldado que quiere entregar buenas cuentas a sus superiores?
Si la nueva Ley Orgánica aparece antes o después de octubre, cundo se renueva la Cámara Local, no pasa nada. La rectoría de la UAS debe cambiar el año próximo, y aunque llegaran a mover las reglas del juego, las estructuras seguirán copadas por el mismo grupo y el resultado no va a variar en lo inmediato.
Nada le costaba a Feliciano mostrar un poquito de humanidad y respetar al menos el periodo más elemental del luto para reanudar su cruzada, fallida hasta el momento.
Por el otro lado tampoco cantan mal las rancheras. El encargado de rectoría insiste en llamar al presidente López Obrador para que comprenda su dolor y emita un ukase que los libere de la obligación de abrirse en el control universitario, pero también de la obligación de rendir cuentas y de enfrentar los juicios por corrupción.
El supuesto pacto de civilidad expresado en la reunión de la Secretaría de Gobernación no ha funcionado. Por el contrario, las posiciones de una y otr parte se han radicalizado.
NI LOS VN A PELAR
Efectivamente, el Tribunal Electoral de la Federación concedió la razón al PRI en sus alegatos por los resultados de los distritos II, XI y XIII, en los que se dio la victoria a los candidatos de Morena a diputados locales, pero eso no significa ningún triunfo, porque el Trife no anuló las elecciones ni descalificó los resultados. Simplemente ordenó que el Tribunal Electoral de Sinaloa vuelva a atender los reclamos presentados por el tricolor.
¿Usted cree que en el tribunal local van a cambiar la decisión? Tómese la molestia de indagar quiénes lo integran, vea los apellidos y las procedencias y saque sus conclusiones.
TAMPOCO A ELLOS
La exdirigente nacional del PRI, Dulce María Sauri Riancho, estuvo ayer en Culiacán, para promover el Frente Amplio de Renovación de su partido, que se opone a la reelección de Alejandro Moreno.
Con un discurso muy razonado, una propuesta muy inteligente, la expresidenta cree que el tricolor todavía tiene futuro, pero lo condiciona a que la militancia se levante y actúe contra ente grupo encabezado por Alito e impida las maniobras que ya están en marcha para dar legitimidad a la apropiación.
Dos personajes flanquearon a la dirigente de la oposición interna: Martha Tamayo y Jesús Enrique Hernández Chávez, pero también acudieron otros cuadros que en su momento fueron muy fuertes, como Víctor Gandarilla Carrasco, Cenobio Ruiz y Benito Flores. Aunque hubo militantes y cuadros actualmente activos que acudieron al llamado, a las estructuras partidistas ni les interesó acudir, porque puede más el miedo a quemarse que el miedo a que su partido se pierda como se va perdiendo.
AHÍ LA LLEVAN
Cualquiera que vio la foto pudo suponer que se estremeció el mundo político, pero no, la oposición no dio color cuando se reunieron en la Ciudad de México el exgobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el exprísta y ex senador expanista Javier Lozano Alarcón y el experredista Guadalupe Acosta Naranjo, cuyas teorías y acuerdos ya deben tener salvado al país. ¡Puro personaje!
MÁS BRILLO
Por si estaban con el pendiente, la reforma de López Obrador para quedarse con la Suprema Corte de Justicia de la Nación recibió un apoyo incomparable: el de la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kitchner, quien dijo que es una propuesta revolucionaria ¿qué más quieren?
HONESTIDAD Y
PRESUNCIÓN
De todo se puede acusr al dictador venezolano Nicolas Maduro, menos de esconderse (habrá escondido las actas de la elección, pero no esconde sus barbaridades). Ayer salió a hacer una precisión: no hay mil detenidos por las protestas contra el fraude, sino dos mil.