Héctor Calderón Hallal
En teoría, no hay gobierno más transparente en sus trámites ni más
diáfano en sus propósitos, que el Gobierno de los Estados Unidos de
América.
Por lo menos así reza la propaganda que nos han recetado a los países
considerados “socios comerciales” … o secuela histórica de “su propósito de
propagación imperialista”, dijeran ardiente… enfáticamente, los detractores
de este país líder global en el ámbito comercial, tecnológico y militar, entre
otros rubros.
Sin embargo, muy pocas veces nos enteramos del cumplimiento de sus
compromisos anunciados con la ciudadanía de su propio país; uno de
ellos es el muy practicado anuncio de “Pago de Recompensas” … o
“Reward”, para decirlo en el lenguaje de Shakespeare, “a todo aquel que
proporcione informes conducentes a la detención de… fulanito o
menganito…
Porque… ¿A quién le ha pagado una recompensa el Gobierno de Estados
Unidos que se sepa… que haya trascendido digamos, en la opinión pública
en los últimos años… o en algún momento de la historia?…
¿Será que es un acto que se hace con la discreción necesaria para que al
recipiendario “no lo secuestren, no lo asesinen… o “no le pidan prestado”?…
¿Será que se reserva esta información el Gobierno Americano para fines de
practicar su ejercicio recaudatorio, al cobrarle al derechoso -y muy bien
cobrado- su casi 40% de porcentaje sobre el monto recibido?…
Será el sereno… pero los mexicanos nunca hemos sabido del pago de
un “Reward” así como este que pomposamente se anunció en días
pasados por los dos capos recientemente entregados
o “autoentregados” según sea, a las autoridades penales del vecino país
del norte: por “El Mayo” Zambada y “El Chapito” Guzmán se ofreció un
paquete totalizado de 20 millones de dólares; 15 por Zambada y 5 por
Guzmán.
Ahora, sin ser ciudadanos estadounidenses, considero que los mexicanos,
principales -y quizá únicos- consumidores de este “culebrón
noticioso”, tenemos derecho -aunque parezca ingenuo- por la simple
pertenencia a los afanes del imperio, a enterarnos quién o quiénes serán
esta vez esos recipiendarios o derechosos a la jugosa bolsa… en el
“sacrificado” y muy practicado deporte en la política mexicana y
estadounidense (ni se diga), de “traicionar para salvar el pellejo propio…”
Se hace desde este espacio una respetuosa aunque puntual y enérgica
llamada de atención al Embajador Ken Salazar porque en su “pretendida
ignorancia” del tema en las primeras horas y los primeros días, contribuyó
a especular en el caso y con esto, el Gobierno del septentrional país por él
representado, “jugó chueco”… o no siguió fielmente sus propias reglas
para el procedimiento de “Pago de Recompensas” en el caso de este par
de individuos buscados afanosamente por la pretensión punitiva , a fin de
ser “juez y parte” y …¿autopagarse la recompensa?… ¿O será que el FBI y la
DEA no le informaron al secretario de Estado, Anthony Blinken, el
verdadero jefe de Ken Salazar?
Empezamos a creer que no es el caso… “involuntariamente” el jefe de la
misión estadounidense (que no da paso sin huarache) ha aceptado entre
líneas que el Gobierno de EE UU no dispuso de recursos ni elementos
humanos para esta doble detención… es decir, no participó en el
operativo “dentro de territorio nacional mexicano» … entonces el pago por
el “Reward” será a uno o a varios mexicanos en el plano individual… no
como Gobierno…. Porque es el caso que también el presidente López
Obrador se deslindó a nombre de su Gobierno del operativo… y también el
actual Gobernador de Sinaloa, el morenista Rubén Rocha Moya ha hecho lo
propio varias veces.
No obstante, este último, según información revelada anoche por el portal
de investigación especializado en temas de seguridad, INFOBAE, estando
plenamente consciente (informado) lo que acontecería en Culiacán,
el jueves 25 de julio muy temprano, se llevó a su familia a California por si
se calentaba el terreno en Sinaloa.
Misteriosamente… muy misterioso, pues esa misma tarde debieron haberse
cobrado ambas recompensas al ser entregados “El Mayo” y “El Chapito”
en Nuevo México.
El 26 de julio -día siguiente- Rubén Rocha Moya regresa a la capital
sinaloense diciendo que él no se encontraba en el estado cuando
sucedieron los hechos, pero -como señalan folclóricamente en las redes
sociales- el Gobernador regresó destilando un “tufo” muy penetrante a
duda… no es creíble, con los problemas y la información que porta encima
este mandatario, que haya querido meterse con sus nietos al parque de
diversiones de Anaheim, a comer algodón de azúcar mientras que dos de
los protagonistas del narcotráfico oriundos de su jurisdicción eran
detenidos; con quienes por cierto Rocha Moya “tuvo qué negociar y
sostener una relación encaminada a obtener su aval durante el proceso
electoral”, según lo deduce el mismo Salvador García Soto, columnista
de El Universal, en su colaboración de este lunes 12; son hechos que se
presentaron entre septiembre y octubre del año 2021… y haber volado por
cierto, en una aeronave propiedad de Jesús Vizcarra, reconocido
empresario cárnico a nivel latinoamericano, compadre de “El Mayo
Zambada” (recordemos la foto publicada a color y en primera plana por
el Periódico Reforma hace varios años) aunque distanciados desde por lo
menos 2009; un distanciamiento deliberado, causado por las definiciones
políticas del hoy detenido capo sinaloense.
Sí… los mexicanos no pagamos impuestos en Estados Unidos; ni somos
derechosos a los beneficios de la nacionalidad estadounidense, pero sí
somos objeto de juicio por delitos contra el comercio ilegal y contra los
intereses del imperio, a través de aquel ya legendario órgano jurisdiccional,
reconocido como la Corte de Brooklyn, que está a cargo del Juez Bryan
Coghan… Aunque no seamos ciudadanos estadounidenses, sí podemos ser
juzgados allá… finalmente… “El imperio es el imperio”.
Ojalá que se sepa, a quién se le pagaron los 20 millones de dólares de
recompensa por trasladar, señalar o entregar a los dos capos mexicanos…
¿o entre quiénes se dividió la bolsa?.
Pues ni con personajes ficticios como los de las películas de John Wayne, ni
en las historietas de “Pecos Bill” … ni con “Speedy González” …. Y mucho
menos en las de “Cisco Kid”, que causó revuelo en Nueva York a inicios
de siglo 20 y, que no es otra más que la historieta de Doroteo Arango,
natural de Santa María del Oro, Durango, población encuadrada en
el triángulo dorado, en las inmediaciones de Parral, Chihuahua… muy
cerca de los límites con Sinaloa y Chihuahua… donde por cierto fue el
escondite por décadas de “El Mayo Zambada”; hasta esas coordenadas
bajó el General Pershing con media aviación americana, a buscar
al “bandidou”, alias General Francisco Villa… y se “llevó plancha”.
Pershing fue el jefe del Ejército Estadounidense durante la Primera Guerra
Mundial, algunos años después de esa, su fallida incursión a la Sierra
Tarahumara buscando a Villa.
Y el Gobierno Americano sí estableció “Reward” por él, pero nunca se
pagó…. porque Villa pereció a manos de la traición de elementos del mismo
Ejército Mexicano, en una emboscada en su hacienda de Canutillo, muchos
años después, incluso de haber sido Gobernador Provisional de Chihuahua.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
fixiflaux99@gmail.com;
“Las opiniones vertidas en este artículo, son responsabilidad exclusiva de
su autor; por lo que no constituyen en modo alguno, la opinión
institucional de este medio”.

Comments

  1. Sólo tengo udos comentarios al artículo:
    1.- Si se da a conocer quien cobró la recompensa, se perdería el anonimato del informante, y
    2.- Se diga lo que se quieran decir y especule de dónde despegó la nave que traslado a estos dos personajes, la violación al territorio nacional (soberanía) es evidente que la hubo. Quedando demostrado que los sistemas de inteligencia de México, están muy por debajo de cumplir el más mínimo de los standar es de eficiencias y eficacia.
    Al dejar de un lado, el rastreo de la aereonave en el espacio aéreo de dónde dónde inicialmente llegó y voló de retorno a EU

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *