Yo Campesino / Valentón de cantina

 Arropado por “investidura presidencial”, el ganso pelea medir consecuencias

Miguel A. Rocha Valencia

 

Muy probablemente el ganso de Macuspana sabe que en Estados Unidos y Canadá como en otros países ya no lo toman en cuenta o lo tiras de a “lucas” sabedores que de las balandronadas no pasa. Ni siquiera sus cuates cubanos, nicas o venezolanos lo toman en serio salvo para recibir dinero regalado, igual que sus súbditos nacionales.

Y por eso sólo sus lacayos toman en cuenta sus bravuconadas y desplantes como eso de poner en pausa la relación de él, porque no es México, con los embajadores de los dos países integrantes del Tratado de Libre Comercio del Norte que le significan a nuestro país el 75 por ciento de su economía tanto en flujo de inversiones como de mercancías.

Es decir, si canadienses y estadunidenses nos bajan la cortina iríamos a la quiebra además de que el peso se iría a los infiernos financieros por la exigencia de liquidación de una mínima parte de los préstamos e inversiones en documentos gubernamentales y cartera que tienen los del dinero de aquellos países en México.

Los 225 mil millones de dólares que han en las reservas del Banco de México, sucumbirían. Por eso en vez de vituperarlos y exigir satisfacciones a los gobiernos de ambos países, debería agradecerles que de manera “extraoficial” a título personal los embajadores expresen las preocupaciones de sus coterráneos por los caprichos y venganzas del mesías tropical quien otra vez compra boleto contra todos los mexicanos quienes habremos de sufrir las consecuencias de su mesianismo desatado y su bilis reventada.

En vez de escuchar los argumentos y temores de nuestros socios, se envalentona, saca otra de sus ocurrencias bananeras y pone en pausa relaciones que, sin embargo, fluyen y continuarán a pesar de él pues el profeta cuatrotero no es México ni siquiera representa a todos quienes aquí vivimos ni nos va a llevar a enemistarnos con quienes son nuestros vecinos, nos prestan, invierten y nos compran Aunque claro esos pleitos perrunos que le arman para distraer la atención, tienen por objeto que no pongamos atención al hecho de que ya vamos por 196 mil asesinados, de los cuales cerca de 21 mil son mujeres y alrededor de 35 mil fueron menores de edad.

Empero, de ninguna manera sirve para que no nos enteremos que, de acuerdo a los reportes oficiales de su gobierno, se registran en su sexenio las cifras más altas en cuanto a violación de mujeres con cerca de 150 mil que se atrevieron a denunciar. La cifra negra por regla, sería el triple.

Tampoco los estudiados berrinches del peje nos harán olvidar la carestía galopante que en los hechos está por arriba del seis por ciento y el número de pobres laborales creció a 10 millones a 12 millones, sin contar a los mexicanos, el 52 por ciento de la PEA que se encuentran en la informalidad que incluye, la delincuencia especialmente a través de la venta de productos que no pagan impuestos e incluso fruto de los asaltos que en carreteras continúan y superan ya los 89 mil.

Aquí sólo hemos tocado tres aspectos, pero si vamos a toda la vida nacional, el tema se pone cada vez más complicado pues incluso el caudillo de Macuspana tiene al país revuelto en todo, incluyendo sus relaciones internacionales que pegan en lo económico financiero y si todo va como dicta el “Plan C” del profeta, entonces preparémonos incluso para una devaluación que ya se asoma dadas las fluctuaciones que se dan por horas en la paridad peso-dólar.

Ese paquetazo recibirá la presidenta electa, nada fácil sobre todo si tiene sobre si compromisos aceptados, revanchas que no son suyas y que sin embargo serán su herencia, veremos hasta dónde va a soportar el país en medio de tantos “logros” del “mejor presidente” de México especialmente porque no deja dinero en las alforjas y en los fondos de contingencias ya no hay efectivo, pero a cambio, deja pasivos históricos en caja así como subsidios a sus “grandes obras” que van a gravitar en el presupuesto lo mismo que los programas clientelares para los cuales no sabemos de dónde va a salir el dinero para sostenerlos y… ampliarlos, como prometieron.

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