Así fue como Faustino Hernández, líder ganadero de Sinaloa, se convirtió en un operador financiero del Mayo Zambada
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa (UGRS) fue asesinado el 30 de septiembre.
Anayeli Tapia Sandoval
El asesinato de Faustino Hernández Álvarez, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa (UGRS) y exdiputado local, ha encendido las alarmas sobre los vínculos entre el Cártel de Sinaloa y actores políticos locales.
Hernández, quien fue asesinado la mañana del 30 de septiembre en Culiacán, Sinaloa, era una figura clave en la estructura criminal de Ismael El Mayo Zambada, de acuerdo con información revelada por la periodista Anabel Hernández en su podcast Narcosistema.
El ataque que le quitó la vida también dejó muerto a su chofer y ocurrió mientras salía de su residencia ubicada en la calle Rufino Tamayo, en el exclusivo Desarrollo Urbano Tres Ríos.
El asesinato del líder ganadero ocurrió en medio de una cruenta guerra interna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: Los Chapitos, liderados por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y La Mayiza, dirigida por Ismael Zambada Sicairos, hijo del Mayo Zambada.
Sin embargo, el caso de Hernández va más allá de un ajuste de cuentas entre narcos. Su muerte también estaría ventilando las conexiones entre el crimen organizado y figuras políticas, particularmente del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
De ganadero a aliado de El Mayo Zambada
Faustino Hernández fue un conocido agricultor y ganadero en Sinaloa, pero su influencia no se limitaba a ese ámbito. Su carrera política comenzó en 2004 cuando fue elegido diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso de Sinaloa.
Más tarde, entre 2011 y 2018, fungió como regidor en el Ayuntamiento de Culiacán. En 2021, intentó dar un paso más en su carrera postulándose para la presidencia municipal de Culiacán, pero fue derrotado por Jesús Estrada Ferreiro, candidato de Morena y el Partido Sinaloense (PAS).
Durante esta campaña, de acuerdo con el libro “La Historia Secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa” de la periodista Anabel Hernández, el líder ganadero y su equipo de campaña fueron objeto de intimidaciones por parte de Los Chapitos, quienes supuestamente favorecieron a los candidatos de Morena, incluyendo a Rubén Rocha Moya, entonces candidato a gobernador de Sinaloa.
Según el relato, varios colaboradores de Hernández fueron secuestrados y millones de pesos de su campaña fueron robados por el cártel y destinados a la compra de votos.
A pesar de este enfrentamiento inicial con Morena, en las últimas elecciones Hernández se acercó al partido, presuntamente a solicitud del propio Rocha Moya, y entonces comenzó a apoyar públicamente las candidaturas de Morena, alineándose con los intereses de la llamada Cuarta Transformación.
Los nexos con El Mayo
Las conexiones de Hernández con el Cártel de Sinaloa eran profundas y, según varios testimonios, se extendían a la estructura financiera del grupo criminal.
En sus revelaciones a Anabel Hernández, Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic, hijo de Dámaso López Núñez, uno de los principales operadores del cártel, describió a Faustino Hernández como compadre y aliado cercano de El Mayo Zambada. Según El Mini Lic, Hernández utilizaba su influencia en la UGRS para gestionar millonarios apoyos gubernamentales destinados a los ranchos de la familia Zambada.
Según sus declaraciones, Zambada y su círculo más cercano recibían importantes cantidades de dinero público bajo el pretexto de desarrollar proyectos agropecuarios.
“También al presidente de la ganadera, completamente del Mayo, porque estaba Faustino Hernández, es compadre de El Mayo, ahorita está en la política, está con Morena, el presidente de la ganadera es puro robar dinero para construir ranchos al Mayo y a su familia”, contó.
La Unión Ganadera Regional de Sinaloa se habría convertido en un instrumento para legitimar los bienes de la familia de El Mayo, quienes, aunque ya contaban con enormes fortunas derivadas del narcotráfico, utilizaban los fondos públicos para blanquear sus operaciones y consolidar su poder económico.
“En la Ganadera el Gobierno te da apoyos y dices: “oye, sabes qué, yo quiero poner un rancho de engorda de borregos y me hacen falta dos millones de pesos, tengo el terreno pero quiero construir para impulsar negocios, pero llega la familia del Mayo y dice “oye, quiero hacer un rancho, a cuánto ocupas, y le regala tres o cuatro millones de pesos”, llega otro cuñado del Mayo, “oye, tengo también yo un terreno para construir un rancho”, “ponle nomás que vas a tener patos”, y el gobierno les regala (dinero)”.
Fue así que gracias a las gestiones de Faustino, Unión Ganadera Regional del Estado obtuvo apoyos de varios millones de pesos para ranchos del Mayo y su familia. Aunque aunque todos podía ir a la organización y pedir dinero para criar animales, no todos eran atendidos con tantas facilidades, velocidad y montos como El Mayo Zambada.
Una de las empresas clave en este esquema fue la Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán, controlada por la familia Zambada, que producía y comercializaba leche en el mercado legal. A pesar de haber sido boletinada por las autoridades estadounidenses, esta empresa seguía operando en México, y Hernández, como miembro de la comisión responsable de fijar los precios de la leche y definir políticas públicas, siempre apoyó las decisiones que beneficiaban a El Mayo, señala la investigadora.
Otro informante de Anabel Hernández también aseguró que uno de los hijos de Faustino Hernández estaba directamente involucrado en la producción de drogas, específicamente en la elaboración de fentanilo, una de las sustancias más lucrativas del cártel en los últimos años.
Asimismo, Faustino mantenía vínculos estrechos con René Bastidas, alias “El 00″, otro de los operadores de El Mayo. Bastidas es pareja de Ana Karen Val Medina, presidenta municipal de Elota, un municipio al sur de Sinaloa, quien también ha sido vinculada con las actividades del cártel.