García Harfuch nos traerá la mesa de seguridad
A la hora de divulgar esta entrega, llega la noticia de que falleció la diputada Ifugenia Martínez, mujer de lucha que verdaderamente historia en México. Apenas el martes entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, en su calidad de presidenta de la Cámara de Diputados. Es una triste y dolorosa pérdida.
DOMINGRILLA
García Harfuch nos traerá la mesa de seguridad; cuide a sus jóvenes, Edgar no puede; el rollote de la UAS
FRANCISCO CHIQUETE
En su búsqueda de respuestas al problemón de la violencia, el gobernador Rubén Rocha Moya se reunió este sábado con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien ofreció apoyos y todos los respaldos que sean necesarios. ¿Y?
Entre lo más vistoso está la posibilidad de que próximamente venga a nuestro estado la mesa de seguridad para que aquí sesione y analice los problemas. No está mal, pero no deja de ser un evento político. Está visto que en su guerra ciega, los delincuentes no se detienen a ver quién está en Sinaloa ni qué dijeron los gobernantes. Ellos siguen en lo suyo.
En su tiempo, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador encabezaba una reunión diaria y la ofrecía como comprobación de que sí estaban enfrentando el problema, y las cosas seguían igual, hasta llegar al borde de los doscientes mil asesinatos en el transcurso de su controvertido sexenio.
Una de las medidas más importantes, la de vigilar permanentemente las carreteras para evitar bloqueos, ayer fue estrenada a causa de un enfrentamiento entre delincuentes y militares en Concordia, lo que motivó el cierre de la Mazatlán Durango.
Nadie puede creer que el asunto es fácil. Cada medida es sometida a la prueba del ácido de la realidad, pero no por eso debe dejarse de ensayar. Urge que le metan ganas al asunto, que dejen de sacar cuentas en el altiplano para saber si matan más gente en Guanajuato o en Sinaloa. Distorsionar la realidad no ayuda a las marcas partidistas, lo que ayuda es que haya resultados.
Por lo pronto, mientras deciden si somos o no más peligrosos que el Bajío, Sinaloa se interna en una terrible crisis económica que en cualquier momento estalla y se hace más visible. Los restaurantes sólo tienen movimiento durante los desayunos, y no estamos hablando sólo de Culiacán, sino de la joya de la corona turística, cuya pujante rama de lugares campiranos pasa por momentos tan complicados como aquellos de la pandemia, y quizás más, porque a estas alturas no se ha intensificado el servicio a domicilio.
Las dos marcas más importantes del sector están en condiciones si no desesperadas, sí de alarma. Uno de los puntos más exitosos ha calculado el desplome de ventas hasta en ochenta por ciento. Hasta los viajes familiares provenientes del extranjero son puestos en duda y las personas se preguntan si esta situación prevalecerá todavía para la temporada navideña, porque todo el intervalo ya lo dan por perdido.
Un especialista en política y seguridad preguntaba si sería más dura la crisis actual o los picos que se vivieron durante el gobierno de Malova, por lo cerca que le llegó la lumbra a aquel gobernador, parecería que aquella fue más escandalosa pero la de hoy no parece llegar todavía a su punto más explosivo y sus consecuencias son ya desastrosas en varias ramas.
EL AVISO PARROQUIAL
DE EDGAR AUGUSTO
Como consejo del cura de la colonia estaría bien, pero que la máxima autoridad del municipio se ponga a decir a los padres de familia que ante el doloroso fenómeno de las desapariciones forzadas de jóvenes, sean ellos, los padres, los que pongan atención sobre sus hijos, no es consejo sino confesión de incapacidad.
Ni más ni menos un “nosotros no podemos garantizarles la seguridad, allá ustedes háganse bolas”.
En todos los ámbitos se ponen de moda fórmulas retóricas. Seguramente usted ha escuchado a los políticos que hablan de “la narrativa”, como antes hablaron de “la gobernanza”. Bueno, ahora el agónico alcalde sustituto de Mazatlan, Edgar González, retomó la línea del general Francisco Jesús Leana Ojeda, el comandante de la tercera región militar que de plano dejó la seguridad de Sinaloa en manos de la delincuencia. La tranquilidad depende de que ellos dejen de enfrentarse, dijo. Ya se fue el viernes, pero aquí se quedó su discurso, con un alcalde que ante la falta de resultados, da consejos.
TRES RECTORES TRES
Tres personas han encabezado a la Universidad Autónoma de Sinaloa durante el último año. Jesús Madueña Molina fue separado del cargo en octubre del año pasado, por orden del juez de control Carlos Alberto Herrera, quien lo encausa por presuntos actos de corrupción; como encargado del despacho quedó Robespierre Lizárraga Otero, a quien recién destituyó el juez que lleva la causa que le enderezaron por oponerse a una auditoría. En su lugar llegó Candelario Ortiz Bueno.
Los tres son del mismo grupo político, subordinados en su tiempo al asesinado exrector Héctor Melesio Cuén Ojeda, personajes destacados del Partido Sinaloense y hoy contendientes -junto con dos o tres más- de la disputa interna por la herencia cuenista.
Ese desfile de encargados de la rectoría es resultado de las intensas presiones que ejerce el gobierno del estado para cambiar la situación prevaleciente en la UAS, donde el grupo que encabezaba Cuén Ojeda ha controlado a la institución durante 19 años abarcando prácticamente todas las instancias internas.
Madueña está acusado de adquisición fraudulenta de tortillas, pollos y otros insumos y por ello fue inhabilitado para el cargo junto con su comité de adquisiciones. Aunque en algún momento ganó un amparo de la justicia federal, no ha podido regresar al cargo, que se le terminaba formalmente en junio del 2025.
A Robespierre lo encausaron por obstaculizar una auditoría a la Universidad. Defendiendo a Madueña, su grupo nunca le formalizó la titularidad en rectoría, donde por casi un año fue encargado. Ahora también lo destituye el juez que lleva la causa -el mismo de Madueña- y dio paso al ascenso de Ortiz Bueno.
¿Qué lleva a esta situación? La Universidad Autónoma de Sinaloa maneja el segundo presupuesto oficial más importante de la entidad, sólo detrás del gobierno del estado y por encima de cada uno de los municipios sinaloenses. Además congrega a más de cien mil estudiantes sobre cuya inmensa mayoría se puede influir políticamente, como ha demostrado la activa participación del alumnado en tareas y campañas electorales del Partido Sinaloense creado por Cuén.
La muerte del ex rector y ex candidato a gobernador no ha aflojado la cohesión del equipo, pese a que se conocen disputas internas por los diversos espacios. Por ello el gobierno apretó la presión y no sólo sacó adelante la nueva Ley Orgánica de la UAS, sino que logró la destitución de Robespierre y se habla de que volvería la persecución policíaca contra el comité de adquisiciones, en que estaba incluido Héctor Melesio Cuén Diaz, hijo del finado líder.
Esta es la segunda nueva Ley Orgánica de la UAS. La primera, aprobada por la legislatura local anterior, fue desechada con un amparo federal que el Congreso no quiso combatir sabiendo que era causa perdida. Es previsible que esta vez ocurra lo mismo, porque la nueva disposición legal tiene los mismos ingredientes que la anterior, excepto por una consulta fallida que los diputados hicieron unilateralmente.
A simple vista, es inexplicable que el grupo que maneja a la UAS se oponga a la nueva ley cuya parte medular es el mandato de que haya elección directa en la conformación del Consejo Universitario, en la rectoría y en las direcciones de las unidades académicas y sus consejos técnicos. Son cosas con las que nadie admite que está en contra, pero que aquí se reciben como una intromisión a la autonomía universitaria.
En cierta medida lo es, porque a través del Congreso se está determinando cuál es la forma en que los universitarios deben manejar su institución, aunque tampoco puede pasarse por alto el secuestro de la UAS que ejerce el grupo en el poder.
Por lo pronto hay varias preguntas en el aire. Una de ellas la hizo el gobernador en su semanera ¿Por qué se oponen a que estudiantes, maestros y trabajadores participen en las elecciones? ¿Por qué se oponen a que auditen su manejo de los recursos? La explicación de que el estado no le aporta dinero propio, sino el recibido de la federación suena más a huizachada.
¿Por qué con un propósito tan noble a la vista, como es la democratización de la Universidad el estado no ha conseguido adeptos que desde dentro empujen su iniciativa? Seguramente porque sólo tienen relaciones con maestros y trabajadores jubilados que ya no tienen ninguna influencia en la institución, pero que ansían vengarse de la derrota política que les infligió Héctor Melesio Cuén, al llegar a controlar la institución con los instrumentos y métodos de los que luego corrió.
Y finalmente ¿por qué el gobierno insiste en calentar un problema como este cuando tiene al estado ardiendo por la guerra interna del Cártel de Sinaloa?
La respuesta por cierto no parece muy racional. El nuevo encargado de rectoría llama a un paro de labores. Con todo lo controversial que fue Héctor Melesio Cuén, una parte de su labor es unánimemente reconocida: puso orden en los días de trabajo. Desde su rectorado acabaron las suspensiones, los viernes sociales, los paros locos. Hoy de plano se lanzan a los viejos tiempos para defender la parcela política.
CALORES
Estas altísimas temperaturas de octubre propiciaron ya una protesta: la de usuarios de la Clínica-Hospital del IMSS en Mazatlán, donde los derechohabientes se quejan de la falta de ventilación. Ya de aire acondicionado sería mucho hablar. Si en condiciones normales esos sitios de atención a la salud son potenciales puntos de contaminación, imagínese con la gente hirviendo en sus propios caldos.