Con Ifigenia se fue la dignidad de la política y el decoro republicano

Héctor Calderón Hallal

 

Falleció presumiblemente desde la semana pasada la Maestra Ifigenia Martha Martínez y Hernández, mejor conocida como Ifigenia Martínez… la Maestra.
Murió siendo diputada federal por Morena, su partido y además, la Presidenta de la Cámara de Diputados.

Política, economista, catedrática; fundadora de la Corriente Democrática del PRI (siendo un miembro prominente del tricolor) en 1986 y también, fundadora del hoy desaparecido Partido de la Revolución Democrática (PRD), junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, en 1989.

Por muchos años conocida como Ifigenia Navarrete, pues usaba su apellido de casada… lo anteponía, hasta su divorcio. Por eso fue Ifigenia Martínez desde entonces y hasta el día de su fallecimiento.

Fue la primera mujer mexicana en obtener el grado de Maestra en Economía en la Universidad de Harvard y, a su vez, Ifigenia Navarrete fue la legendaria directora de la entonces Escuela Nacional de Economía (no llegaba a Facultad) de la UNAM, durante la multicitada y célebre crisis del conflicto en 1968.
Navarrete (Martínez) fue incluso detenida por el Ejército cuando, el instituto armado incursionó en Ciudad Universitaria por órdenes del presidente Gustavo Díaz Ordaz, días antes de aquel deplorable 2 de octubre de 1968.

Ifigenia es un ícono de la lucha por la equidad de género y por la igualdad en términos generales en nuestro país…es una dignísima protagonista en la historia de la lucha por la democratización de México.

Ha trascendido hoy, por boca de Gerardo Fernández Noroña, el inefable líder del Senado mexicano, que a Ifigenia la habían sacado -materialmente- de la condición de terapia intensiva, sólo con el fútil o banal objetivo de que apareciera en la foto entregando la banda presidencial procedente del macuspano expresidente a la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardov, en la ceremonia solemne verificada el pasado día primero de octubre en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Lo cual revela el grado de vulgaridad y el afán de cultivar el ego personal de la actual presidenta mexicana… y en general de toda la clase política actual instalada en el poder y que supuestamente tiene una extracción popular y sustentada en la lucha de clases.

A la autora de “Economía política y sociedad en México (1997)”; “Economía y Democracia: una propuesta alternativa (1985)” y “Algunos efectos en la crisis de distribución (1989)”, primero la nombraron “convenientemente” como Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara baja algunas horas antes y como una instrucción precisa que llegó de Palacio Nacional, la invitaron al evento sólo como un objeto de ornato, como un trofeo de la izquierda revolucionaria… fue algo visto claramente por propios y extraños… más pronto que tarde, la abandonaron, la ignoraron… la dejaron sola, no obstante sus notorias dificultades para respirar y permanecer despierta o consciente.

Ifigenia “se presentó” al evento con respirador artificial a base de oxígeno contenido en un tanque y tuvo que interrumpir su lectura solemne al guión del acto republicano de transmisión de poderes y, auxiliada lastimosamente por dos cadetes (¿o cadetas?) del Heroico Colegio Militar Nacional, que integraron la Guardia de Honor de la nueva presidenta Sheinbaum.

Incluso, puede asegurarse que la clase política integrada por diputados y senadores de la mayoría (de Morena, correligionarios de Ifigenia) y e extracción de partidos “rémora” de Morena y el poder, arrastrados y lambiscones todos, la ignoraron para abultársele a la nueva presidenta y al ahora expresidente López Obrador… para tomarse la ‘selfie’.

¿Qué por qué los legisladores de oposición, concretamente los del PRI y el PAN permanecieron en actitud parca y serena, centrados en el acto republicano?

¿Será porque simplemente no son arrastrados, falsos ni vulgares y quisieron demostrar su actitud y entereza a la ciudadanía?…

Muy en ello recibieron el reproche del popular analista Víctor Trujillo en su personaje de ‘Brozo’ y del director General de Código Magenta, Ramón Alberto Garza, quienes argumentaron en público que los diputados del PRI y el PAN habían estado al margen de las circunstancias y de su condición de opositores… que no le reprocharon nada a López Obrador que se iba y a Sheinbaum que llega… que “esa no es una actitud de opositores” ….

Nada … no hay tal actitud de marasmo ni de descuido.

Es plausible la actitud de legisladores priístas y panistas. Ya habrá otro espacio para el reproche… y hasta para algún “performance”.

Reprochable y quizá hasta criminal, la actitud de los morenistas….

Ha trascendido que la Maestra falleció ese mismo martes 01 de octubre por la tarde, tras acudir al acto multitudinario en San Lázaro…tras haberla sustraído de su terapia intensiva…de la vigilancia médica.

Un acto a todas luces inhumano, imprudente, miserable por parte de familiares, cuidadores …. y de parte de Morena y el Gobierno.

Agonizó incluso en la tribuna de la Cámara de Diputados… en una representación involuntaria muy plástica, de cómo agoniza actualmente la dignidad de la política… y quizá hasta la viabilidad misma del Estado mexicano.

Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
fixiflaux99@gmail.com;

“Las opiniones vertidas en este artículo, son responsabilidad exclusiva de su autor; por lo que no representan en modo alguno, parte de la opinión institucional de este medio.”

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