Un análisis del programa en el 2024 señala que a la fecha no existe una metodología oficial para planear y medir los resultados de este programa.

Culiacán, Sinaloa.- En Sinaloa continuará el programa de estimulación de lluvias a pesar de que a la fecha la entidad no cuenta con una metodología para medir sus resultados.

Al ser cuestionado al respecto, el gobernador Rubén Rocha Moya indicó que el programa seguirá siendo impulsado en Sinaloa y que será hecho con “con todas las de la Ley”.

Implementado de manera sistemática durante los últimos años ante la crisis hídrica que afecta a Sinaloa, el Gobierno de Rubén Rocha Moya ha dedicado alrededor de 20 millones de pesos para la estimulación de lluvias sin que se midan los resultados de esta inversión.

Fue así que, durante las últimas semanas y desde la Secretaría de Agricultura se solicitó a la Coordinación General para el Fomento a la Investigación Científica y la Innovación del Estado de Sinaloa (CONFÍE) el realizar una evaluación de los resultados del programa del último año, al cual Gobierno de Sinaloa dedicó alrededor de 14 millones de pesos.

La evaluación estuvo a cargo de los Ingenieros Guadalupe Llanes Ocaña y Rafael Sanz Ramos.

El primero, Ingeniero Químico por la UNAM, integrante del Sistema Sinaloense de Investigadores y Tecnólogos y asesor de la JAPAC y la JAPAMA, así como impulsor de plantas de tratamiento de agua; el segundo, Ingeniero Agrónomo que se ha desempeñado como director técnico del Organismos Pacífico Norte de la Conagua, encargado de la CONAGUA en Sinaloa, director del Programa de Estimulación de Lluvias de Conaza y ha sido calificado como “una verdadera institución en el tema del agua y pieza fundamental para la generación de las precipitaciones de los últimos años”.

 

En su análisis estos dos expertos concluyeron que, a la fecha, no se cuenta con una metodología oficial para la planeación y evaluación del programa de estimulación de lluvia. Esto, señalan, deriva en una gran incertidumbre sobre los resultados.

“Es decir no se dispone con la información sistematizada e infraestructura tecnológica y de medición para su planeación y evaluación”, se lee en las conclusiones del estudio.

Ante este escenario Llanes Ocaña y Sanz Ramos señalaron que, ante la crisis hídrica actual de Sinaloa y los alarmantes pronósticos de disminución de lluvias, “queda clara la importancia de un programa de estimulación de lluvias permanente”, pero con inversión en innovación y tecnología.

Al ser cuestionado al respecto, el gobernador Rubén Rocha Moya indicó que el programa seguirá siendo impulsado. Por su parte, el secretario de Agricultura de Sinaloa Ismael Bello Esquivel, defendió que desde la secretaría se le ha dado seguimiento puntual a los resultados del programa, buscando que el sembrado de nubes se realice cuando las condiciones meteorológicas son las adecuadas para generar lluvias.

“Tenemos la bitácora de los vuelos y el estado en que se encontraban las nubes al momento de salir. Entonces si se le da un seguimiento muy puntual”, aseguró.

Lo importante de esto, añadió, es que la precipitación se de en las cuencas de las presas para que la lluvia sea direccionada hacia los embalses. “Porque es bien importante que no se den las aplicaciones si no hay condiciones, porque sería como hacer un gasto innecesario”, explicó.

Al preguntarle si Gobierno del Estado tomaría en cuenta las recomendaciones de la evaluación, Bello Esquivel respondió que sí.

“Sí, claro que sí, lo vemos. Hay muchas recomendaciones en este sentido, lo que sí podemos decir es que es algo científicamente probado a nivel mundial que si da resultados”, dijo. “En Dubái lo hicieron de una forma que hasta causaron inundaciones”, añadió.

Sin embargo, el director del Programa de Estimulación de Lluvias de México, Ezequiel Hernández Téllez, encargado de la aplicación del sembrado de nubes en la zona centro de Sinaloa durante el 2024, señala que no existe una medición directa que pueda generar un dato concreto de los resultados del sembrado de nubes.“Yo no podría decirte que llovió tanto”, reconoció.

Lo que sí existe, dijo, es un estudio de comparación de los niveles de lluvia entre las nubes estimuladas y las nubes adyacentes no estimuladas.

“Tenemos un estudio en el que vemos que volumen precipitable traen unas nubes adyacentes y lo comparamos con la de nosotros, y ya vemos que la de nosotros sí llovió un poquito más”, explicó.

Otro elemento que ayuda a medir la efectividad del sembrado de nubes son los niveles de captación de agua en las presas posterior a la realización de los vuelos.

Al final, el reto científico para medir la efectividad de esta técnica reside en que, a la fecha, no existe consenso científico para demostrar que la lluvia generada no habría ocurrido de manera natural.

¿En qué consiste el programa?

Regularmente, la estimulación de lluvias o sembrado de nubes consiste en la aplicación de sales minerales (yoduro de plata, sal común o hielo seco) directamente a nubes con potencial de lluvia a través de vuelos en avionetas.

Aplicadas mediante una bengala que pulveriza el mineral hasta una dimensión de 20 micras (0.02 milímetros) este polvo incrementa los niveles de humedad de las nubes provocando la formación de gotas de agua y la subsecuente generación de lluvias de manera inmediata.

Con información de Espejo

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