Las autoridades estatales y federales mantienen abierta la investigación para determinar el origen exacto del estallido.

Cuatro elementos del Ejército Mexicano resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, tras una explosión registrada el domingo en un laboratorio clandestino ubicado en el municipio de Navolato, en Sinaloa. El incidente ocurrió cuando los militares aseguraban el sitio, presuntamente destinado a la elaboración de drogas sintéticas.

El gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya, confirmó el hecho ayer en conferencia de prensa y detalló que las causas de la explosión aún no se han determinado con claridad. Explicó que se investigan dos hipótesis: que la detonación haya sido provocada por una trampa colocada intencionalmente por quienes operaban el laboratorio o que se haya tratado de un accidente derivado de un mal manejo de sustancias químicas.

“Es un laboratorio donde explota ahí donde están. ¿Qué es lo que no sabemos? No sabemos si efectivamente lo pusieron ahí con la idea de explotar o, la otra, que hubiera un manejo no adecuado y provocó [la explosión] por no darse cuenta si estaba o no ahí”, explicó el mandatario.

Los soldados heridos fueron identificados como Aarón Alejandro “N”, de 24 años; Ángel Ricardo “N”, de 46; Fernando Alberto “N”, de 22; y Miguel Ángel “N”, de 31. Todos ellos fueron trasladados a un hospital en Culiacán, donde reciben atención médica. Uno de ellos permanece en terapia intensiva, mientras que los otros tres se encuentran en condición estable.

Rocha Moya también desmintió versiones que circularon en redes sociales sobre un supuesto ataque armado durante el traslado de los militares al hospital. “No hubo ninguna agresión. Los elementos fueron llevados bajo resguardo, como es procedimiento habitual en este tipo de situaciones”, aclaró.

El Estado de Sinaloa ha sido identificado como uno de los principales puntos de operación del narcotráfico en México, particularmente en la producción de drogas sintéticas como el fentanilo y las metanfetaminas. De acuerdo con cifras del Gobierno federal, durante el sexenio actual se han localizado y desmantelado casi 2 mil laboratorios clandestinos, la mayoría de ellos en Sinaloa, aunque también se han identificado sitios similares en Entidades como Durango, Jalisco, Michoacán, Baja California, Guerrero y Sonora.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) no ha emitido aún un comunicado oficial sobre el incidente, pero se espera que en las próximas horas se dé a conocer un reporte detallado del operativo y las condiciones en las que ocurrió la explosión.

El hecho ha reavivado el debate sobre la peligrosidad de los laboratorios clandestinos, que suelen almacenar sustancias altamente volátiles. Las autoridades estatales y federales mantienen abierta la investigación para deslindar responsabilidades y determinar el origen exacto del estallido.

Aseguran más centros de fabricación de drogas

Fuerzas federales realizaron una serie de operativos en comunidades rurales de los municipios de Culiacán, Cosalá y Navolato, en el Estado de Sinaloa, donde fueron localizados y asegurados 20 laboratorios clandestinos utilizados para la elaboración de drogas sintéticas.

La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa informó que, en uno de estos sitios, se hallaron 600 litros de precursores químicos líquidos y 50 kilos de sustancias sólidas, además de equipo especializado para la fabricación de metanfetaminas.

Uno de los operativos más relevantes se llevó a cabo en el poblado de San Miguel de las Mesas, en Culiacán. Ahí, personal de la Secretaría de Marina descubrió un laboratorio instalado en un área de aproximadamente 400 metros cuadrados. En ese punto, fueron asegurados diversos instrumentos de alta capacidad: centrifugadoras, bombas sumergibles, batidoras, básculas, trituradoras industriales, motores para reactores, tanques de gas, cajas de silicón resistente a altas temperaturas, hieleras, tinas y herramientas diversas.

Todo el material fue asegurado por la Marina y entregado a las autoridades correspondientes para su desmantelamiento y análisis.

En acciones simultáneas, las fuerzas federales localizaron otros 19 laboratorios clandestinos en zonas serranas y de difícil acceso. En el municipio de Culiacán, fueron ubicados en comunidades como Arroyo de los Higuera, Cedritos, El Cedro la Laguna, Canamaca y El Quemadito.

Mientras tanto, en Cosalá se encontraron laboratorios en localidades como Agua Caliente, La Ipucha, Buena Vista, San José de las Bocas, Tecomate, Mezxcatitlán, Santa Anita, Higuera de Jacopa, La Llama, Lo de Garza y Rincón de las Lagunitas.

En el municipio de Navolato, fue identificado otro centro de producción en el poblado de Colonia Ensenada, donde el Ejército Mexicano aseguró sustancias químicas y equipo de procesamiento.

De manera adicional, las autoridades informaron que el jueves pasado se localizaron siete áreas más utilizadas para la concentración de materiales relacionados con la fabricación de metanfetamina. En esas acciones, se aseguraron más de 3 mil litros y 190 kilos de precursores químicos.

Según estimaciones oficiales, el golpe económico a las organizaciones delictivas derivado de estos aseguramientos asciende a 76 millones de pesos.

Las autoridades reiteraron que estos operativos forman parte de una estrategia permanente de vigilancia en zonas identificadas como de alta producción de drogas sintéticas y reiteraron su compromiso de seguir debilitando las capacidades logísticas del crimen organizado en la región.

Algunos riesgos de los laboratorios clandestinos

    • Alta volatilidad de los químicos. Los precursores utilizados para sintetizar drogas como metanfetaminas o fentanilo son altamente inestables. Su manipulación sin control puede provocar explosiones, como la ocurrida en Navolato, Sinaloa, que dejó a cuatro militares heridos.
    • Exposición tóxica para operadores y autoridades. Los compuestos químicos empleados causan quemaduras, intoxicaciones graves, daño pulmonar y, en casos extremos, la muerte. Quienes operan los laboratorios y los elementos que participan en aseguramientos corren riesgos constantes.
    • Contaminación ambiental severa. Los residuos químicos suelen desecharse en suelos, ríos o drenajes sin tratamiento, lo que genera afectaciones ambientales persistentes que pueden dañar ecosistemas y poner en riesgo la salud pública.
    • Afectación a la población civil. Muchos laboratorios se ubican en comunidades rurales o semiurbanas. Una explosión o incendio puede impactar viviendas cercanas y representar un peligro directo para familias que desconocen su presencia.
    • Instalaciones sin medidas de seguridad. Al estar diseñados para operar en la clandestinidad, estos centros carecen de ventilación, control de temperatura o protocolos mínimos, lo que los convierte en espacios de alto riesgo.
    • Posibles trampas o artefactos explosivos. Autoridades no descartan que algunos laboratorios estén equipados con mecanismos deliberados para detonar ante la entrada de fuerzas de seguridad, con el fin de destruir evidencia o causar bajas.
    • Impacto social y sanitario prolongado. Las drogas que se producen en estos sitios alimentan el mercado ilegal, generan adicciones y provocan crisis de salud pública, con consecuencias que trascienden lo inmediato y afectan a familias y comunidades enteras.
  • Voz del experto
    Francisco Jiménez Reynoso, académico de la Universidad de Guadalajara

    Piden una mejor estrategia para detener a criminales 

    Durante la actual administración federal, el Gobierno de México se ha enfocado en el desmantelamiento de laboratorios para la producción de droga por parte del crimen organizado; sin embargo, han faltado los detenidos en estos sitios.

    Francisco Jiménez Reynoso, académico de la Universidad de Guadalajara, cuestionó que en la mayoría de estos decomisos no haya personas detenidas; por ello, sugiere que se apliquen mejores estrategias de seguridad por parte de las autoridades, incluyendo el uso de inteligencia, para poder detener a los operadores de estos sitios en el país.

    “Cuando se llega a descubrir algún laboratorio, el común denominador es que no hay detenidos. Hay incautamientos, sin detenciones y sin repercusiones legales. Lo único que se muestra es encontrar lugares en parajes solitarios o rancherías, pero en realidad, este tipo de lugares son muy peligrosos”.

  • Prueba de los riesgos que hay en estos sitios es que, en un laboratorio clandestino de droga ubicado en el municipio de Navolato, Sinaloa, se registró una explosión con saldo de cuatro militares lesionados, entre ellos, un elemento lesionado de gravedad, según informó el gobernador de aquella entidad, Rubén Rocha, durante una conferencia de prensa.

    Por lo tanto, el académico de la UdeG pide que se investigue a fondo cuando se desmantelen los laboratorios para la producción de droga, con el fin de que sean detenidos los responsables.

    “Que se aplique a fondo en la investigación, aplicando inteligencia y contrainteligencia para la detección de estos lugares, pero cuando están operando”.

    Incluso, Jiménez Reynoso señaló que se debería detener a los operadores de los laboratorios para evitar la producción de droga.

  • Voz del experto
    Arturo Villarreal Palos, académico de la Universidad de Guadalajara

    Hechos evidencian la producción de fentanilo en México

    En México, hay un cambio en el combate a la producción de droga, en específico, al desmantelamiento de laboratorios del crimen organizado utilizados para este fin.

    Por ello, Arturo Villarreal Palos, académico de la Universidad de Guadalajara, puso de ejemplo los últimos hallazgos que desmienten la postura que tomó la anterior administración federal sobre la existencia de laboratorios del crimen organizado, en los cuales negaban que en México se produjera fentanilo.

    “Están encontrando cosas que, supuestamente, aquí no existían. Aquí sí se produce el fentanilo, pero claro que sí se produce el fentanilo”.

    A la par, el académico afirmó que hay un cambio en la postura del Gobierno Federal para atacar al crimen organizado, principalmente en el Estado de Sinaloa, sitio donde se ha registrado la mayor cantidad de laboratorios del crimen organizado en el país.

  • “Sí es notorio que hay una intención de hacer decomisos de laboratorios, pero también con estrategias que antes no eran visibles. Sobre todo en Sinaloa, porque ahí se ha focalizado el problema en el sentido de que son objetivos prioritarios del gobierno estadounidense”.

    Por otra parte, Arturo Villarreal señaló que, si bien se están asegurando laboratorios de producción de droga, falta combatir el consumo de la misma, ya que la demanda sigue provocando que haya generación de producción de enervantes.

 

Con información de Informador

 

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