Desde un corrido que retrata su trayectoria en el Cártel de Sinaloa hasta confesiones sobre la injerencia del narco en procesos electorales y en el auge del regional mexicano, un ex sicario revela el funcionamiento interno de una de las organizaciones criminales más poderosas del país.

Por Aranza Estrada

Las estructuras del crimen organizado en México han mantenido, durante décadas, una compleja red de operaciones que se entrelazan con figuras del poder, tanto dentro como fuera del país. Uno de los relatos más reveladores proviene de un personaje que, desde el interior del Cártel de Sinaloa, participó en momentos clave del narcotráfico contemporáneo y hoy colabora con autoridades estadounidenses.

Guillermo Michel Hernández, conocido “El Lagartijo” dentro de la organización, ofreció a la periodista Anabel Hernández una serie de confesiones que apuntan hacia los vínculos entre redes delictivas y actores políticos. Su testimonio, recogido en investigaciones y libros recientes, encendió focos de alerta tanto por su contenido como por las implicaciones que sugiere en los niveles más altos de decisión pública.

Las revelaciones, además de exponer detalles sobre las operaciones del cártel, ofrecen una mirada interna sobre dinámicas de violencia, lealtad y control territorial. A través de su voz, se reconstruyen episodios cruciales en la historia reciente del narcotráfico y se plantean preguntas incómodas sobre la relación entre poder criminal y estructuras del Estado mexicano.

En uno de sus libros,

¿Quién es “El Lagartijo”?

Guillermo Michel Hernández fue un mando dentro de las células armadas que operaban bajo las órdenes de Joaquín “El Chapo” Guzmán y posteriormente de sus hijos, Los Chapitos.

Militó en las filas del Cártel de Sinaloa hasta 2021, año en que decidió colaborar con la justicia estadounidense como testigo clave en investigaciones sobre el trasiego de fentanilo. Su testimonio fue utilizado en diversos casos judiciales, convirtiéndolo en una pieza central dentro de las indagatorias del gobierno de Estados Unidos sobre las operaciones del narcotráfico mexicano.

La periodista Anabel Hernández lo menciona en su libro La historia secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa (2024), donde alude a la agrupación musical Los Alegres del Barranco por interpretar un corrido inspirado en él.

La canción, incluida en el álbum En Estos Tiempos (2021), retrata la trayectoria criminal de Michel Hernández, desde su llegada a Sinaloa hasta su integración al círculo cercano de un operador apodado “El Venado”. El tema alude a acciones violentas, como un rescate armado en Parral, Chihuahua, y destaca valores como la lealtad y el temple necesario para sobrevivir en el entorno delictivo.

“Jalar el gatillo es fácil, pero se ocupan huevitos”, dice la letra, reflejando la crudeza del personaje que, armado y siempre listo, se presenta como un sicario temido.

Cuál es el trofeo deCuál es el trofeo de ‘El Nini’ (Jovani Pérez)

Las confesiones de “El Lagartijo” a Anabel Hernández

En su libro publicado en 2024, la periodista Anabel Hernández recoge las declaraciones de Michel Hernández, donde relata que perteneció al grupo armado “Gente Nueva” y fue escolta del narcotraficante Noel Salgueiro, alias “El Flaco”.

Posteriormente, operó en Sinaloa bajo las órdenes de Martín Villa y Alejandrina Gómez, figuras relacionadas con el entorno de Emma Coronel. Durante su conversación con la autora, confesó su implicación directa en el tráfico de fentanilo, incluyendo la instalación de laboratorios clandestinos y el trato con compradores norteamericanos, entre ellos ciudadanos afroamericanos y dominicanos. Incluso admitió haber sido testigo de múltiples sobredosis en su propia casa de seguridad: “¡Cómo se me iba a morir un ciudadano americano ahí en la casa!”, confesó.

Además, el Lagartijo aportó información sobre el fallido intento de captura de Ovidio Guzmán en octubre de 2019, evento conocido como el Culiacanazo. Señaló que recibió órdenes de intervenir en el rescate, pero no pudo llegar debido a los bloqueos.

En ese contexto, reveló que Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, ordenó represalias contra familias de militares: “¡Levanten a todos los guachitos que tengan ubicados!”. Aunque expresó su rechazo, “a mí no me gusta eso de meterse con la familia, eso no”, terminó acatando las instrucciones.

El testimonio también expone los mecanismos de protección institucional que rodeaban al cártel, incluyendo la existencia de una “nómina paralela” que implicaba a cuerpos policiales estatales y operadores dentro del aparato gubernamental. Finalmente, el ex lugarteniente afirmó que “El Nini” utilizaba la música como herramienta para sus estrategias delictivas, y que, según Hernández, este personaje fue clave en el ascenso de Peso Pluma.

La periodista Anabel Hernández cuestionó

La periodista Anabel Hernández cuestionó la postura del presidente López Obrador frente al crimen organizado, sugiriendo que su política de “abrazos y no balazos” podría explicar por qué minimizó la violencia electoral ejercida por grupos del narco. (REUTERS/Henry Romero/Archivo)

Entre favores y silencios, el testimonio que vincula al Cártel de Sinaloa con el poder político

En el marco de sus investigaciones sobre los vínculos entre el crimen organizado y figuras del poder, la periodista Anabel Hernández reveló que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador habría sostenido reuniones con miembros del Cártel de Sinaloa, además de recibir recursos provenientes de actividades ilícitas.

Estos señalamientos forman parte de una línea de indagación que detalla la supuesta colaboración entre estructuras del narco y actores políticos de alto nivel, evidenciada en contextos clave como los procesos electorales.

Uno de los momentos más delicados señalados por Hernández es la actitud pública del ex mandatario durante los comicios intermedios de 2021, cuando agradeció abiertamente a las organizaciones criminales por su comportamiento durante la jornada. Esto, a pesar de que, según testimonios como el de Guillermo Michel Hernández, “El Lagartijo”, durante esas elecciones se registraron amenazas y secuestros de candidatos opositores por parte del Cártel de Sinaloa.

En su columna para DW, Hernández precisa: “Me afirmó que le consta la operación a favor de AMLO y de Rubén Rocha Moya en las elecciones del 2018 y 2021”, reforzando así la sospecha de una complicidad estructural entre el narco y el poder político en México.

Con información de Infobae

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