El Monreal institucional y la medicina del “doctor” Fernández Noroña
Francisco Garfias
No es fácil ser autocrítico cuando perteneces al partido en el poder. El caso de Ricardo Monreal lo ilustra. En sus tiempos de senador se atrevió a disentir públicamente de López Obrador.
Le fue mal con Morena por sus cuestionamientos al jefe supremo. El tabasqueño le aplicó la ley del hielo. No lo recibió en Palacio Nacional durante años, sino ya al final de su mandato.
En el otro extremo, ni los ciudadanos ni la oposición lo acompañaron en los tiempos difíciles. Eso lo llevó a ser más institucional para sobrevivir políticamente.
Sus diferencias con Claudia Sheinbaum quedaron atrás. La propia Presidenta lo ha reconocido públicamente y lo ha apoyado como coordinador de los diputados guindas. Monreal, por su parte, la respalda en todo. Pero al interior del movimiento y de su propio grupo parlamentario, el zacatecano enfrenta resistencias, sobre todo de los radicales de Morena.
Hablamos de Jesús Ramírez, desde afuera, y de Alfonso Ramírez Cuéllar y Gabriela Jiménez, vicecoordinadores, desde dentro de la bancada de Morena en San Lázaro.
* Ya que estamos. En Morena hay voces que cuestionan a Luisa María Alcalde, presidenta de ese partido, y a Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización, por los resultados en las elecciones locales en Durango y Veracruz.
“Les sobró soberbia, se confiaron”, nos aseguran.
Las voces también critican a Rocío Nahle. La gobernadora de Veracruz no quiso que ningún senador o diputado viajara a la entidad para apoyar en la campaña. Los resultados en ambas entidades fueron mixtos. Acabaron con el mito de la invencibilidad de la cuatroté que, según la senadora de Morena Margarita Valdez, se va a quedar en el poder ¡todo el milenio!
* Tenemos copia de la moción de remoción del senador José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, que presentó ayer Lilly Téllez en el marco de la sesión de la Comisión Permanente.
La senadora del PAN alega que Fernández Noroña debe ser destituido del cargo “por incurrir en conductas que transgreden en forma grave las disposiciones de la Constitución, el propio acuerdo de la Mesa Directiva y los principios del derecho parlamentario y la democracia parlamentaria”.
En concreto, Lilly acusa a Fernández Noroña de realizar diversas declaraciones que, lejos de contribuir a la defensa institucional de los intereses de México ante la amenaza de un impuesto a las remesas en el Senado de EU, emitió expresiones de burla y desdén hacia el legislador estadunidense Eric Schmitt.
Esto, según Téllez, fue utilizado por Schmitt para justificar su propuesta de un aumento adicional de 5% a las remesas (el senador habló hasta de 15 por ciento).
La solicitud de destitución también le reprocha al presidente de la Mesa Directiva del Senado una actitud impropia de quien ostenta la representación del Poder Legislativo federal.
“Su comportamiento es más cercano al de un agitador partidista que al de un presidente de la Mesa Directiva. Ha convertido los espacios institucionales en tribunas de confrontación personal, desvirtuando la seriedad que exige su cargo”.
Minutos antes, en la tribuna de la Comisión Permanente, Fernández Noroña se dirigió así a las bancadas de oposición:
“Aguanten los argumentos. Dejen de brincar como chinicuiles en comal, que aquí regresó el doctor Noroña a darles su medicamento. Y les voy a dar para que se lleven, pero para una década. Aprendan, seré su presidente de la Permanente y de la Cámara de Senadores, hasta el 31 de agosto de este año, les pese lo que les pese y les duela lo que les duela…”.
* La agenda política de la sesión de la Comisión Permanente se dedicó al tema de las redadas contra migrantes que se llevan a cabo en Los Ángeles. Pero se les coló el tema de las elecciones del pasado 1º de junio.
Subió de tono a partir de una pregunta de Adán Augusto López Hernández, jefe de la bancada de Morena en el Senado, a Rubén Moreira, coordinador de los diputados del PRI.
“Diputado Moreira, nos acabamos de enterar, ahora por una publicación en redes, en la página de un diario nacional, que sus compañeros del PRI le reconocen como el más depurado ejemplo del mapachismo electoral del viejo régimen.
En su respuesta, Moreira mencionó las razones por las cuales el guinda perdió en las elecciones de Durango, en Veracruz y en la elección nacional.
Entre otras cosas se llevó a Andy López Beltrán, secretario de Organización de Morena, entre las patas.
“Mandaron de operador a un menor de edad, a un tipo que le dicen Andy. No nos anden poniendo enfrente a menores de edad, porque los vamos a regresar como nos lo mandaron.
“La soberbia de ese tipo, que cree que por el apellido se puede ganar, es el tamaño de su derrota. Por cierto, él nunca salió del hotel a todo lujo al que llegó a meterse…”.
