¿Estados Unidos debe resolver el asunto Zambada?
DOMINGRILLA
¿Estados Unidos debe resolver el asunto Zambada?; El caso Cuén, sin novedad en un año; Pese a proceso, Vargas L. encuentra un arbolito
FRANCISCO CHIQUETE
En un año, ninguna autoridad ha podido resolver, esclarecer o encaminar los casos de Ismael Zambada García y Héctor Melesio Cuén Ojeda, secuestrado y expatriado ilegalmente el primero, y asesinado el segundo.
A lo largo de un año, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum han insistido en que Estados Unidos debe informar los pormenores del secuestro de Zambada, declarándose inermes ante un hecho acontecido en México y que de facto, debe ser aclarado del otro lado de la frontera.
Es una verdadera pena que nuestros sucesivos representantes nacionales se pongan en manos de la benevolencia gringa para zanjar un asunto que ha resultado mucho más importante de lo que en principio parecen haber calculado.
En efecto, muchos sospechamos que el gobierno estadunidense tuvo participación en el espectacular operativo que redundó en la captura del narco con más antigüedad en sus operaciones y con mayor impunidad en su desempeño, pues en medio siglo nadie habría podido o querido ponerle una mano encima.
Pero que toda la estructura de gobierno se declare incapaz de probarlo, de averiguarlo siquiera, cuando en México -en Sinaloa y más concretamente en Culiacán- quedaron varios de los involucrados a quienes podría utilizarse parta reconstruir los hechos.
¿Piensa la presidenta, como pensó López Obrador, que Estados Unidos va a reconocer su participación? No ocurrirá, y no porque les dé pena hacerlo o porque crean que deben guardarse las formas diplomáticas. No lo van a hacer porque al reconocerlo estarían obligados a devolver a Zambada y perderán uno de los casos más emblemáticos, al que más jugo le podría sacar la administración de Donald Trump.
La falta de habilidades del gobierno mexicano (presidencia, fiscalía, cancillería y asesores) no les permite ver que sólo se están exhibiendo. El anterior embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar, les dio un golpe en la nuca: ¿para qué insistir? preguntó. Nosotros creímos que se iban a alegar de ver en la cárcel a un narcotraficante de ese nivel. Por cierto, la sospechosa detención no fue en este gobierno severo de Donald Trump, sino en el amistoso de Joe Biden.
Y así como no han sido capaces de allegarse la información, tampoco han logrado contener los perniciosos efectos de este secuestro reconocido por los hijos de Joaquín Guzmán Loera, los chapitos, quienes libran una sangrienta batalla contra los herederos de Zambada, provocando más de mil quinientos homicidios y mil setecientas desapariciones forzadas, y la intensificación en otros delitos de alto impacto, sobre todo robo de vehículos y cobro de derecho de piso.
En la semana recién terminada se reiteraron los compromisos de parte de la presidenta Sheinbaum para pacificar Sinaloa, y se asignaron más elementos castrenses para vigilar el territorio de la entidad, pero ni la presencia del gabinete de seguridad ni sus posteriores compromisos han sido suficientes. Este sábado Sinaloa amaneció con ocho nuevos crímenes, cuatro en Culiacán y cuatro en la zona norte, más los “sueltos” posiblemente registrados en otras partes.
¿Y EL CASO DE
HÉCTOR M. CUÉN?
Como dice la canción de los Cadetes de LInares: “aquí no hay novedad”. También en derredor del asunto vale aquello de “ya la fuente se secó, el canario se murió, pero aquí no hay novedad. Ni siquiera Jesús Madueña se atrevería a entonar el estribillo de “no, no te preocupes por mí, aquí todo sigue igual, como cuando estabas tú”.
Al cumplirse un año del crimen, durante una entrevista preguntaron a la Fiscal de Sinaloa, Claudia Zulema Sánchez Kondo por el estado de las investigaciones. Fue un breve encuentro en que la funcionaria hizo gala de las mejores facultades de Eloy Cavazos, El July y Joselito Adame: toreó las interrogaciones y con el mejor estilo de Poncio Pilatos, con las manos recién lavadas, sostuvo que “todo está en manos de la Fiscalía General de la República”.
Ya hemos comentado antes que la FGR despertó grandes expectativas porque arrasó con la lamentable versión del asesinato en un asalto en gasolinera. Confirmó lo aseverado por Ismael Zambada en una carta a través de su abogado. Estableció que a su amigo, el ex rector de la UAS lo asesinaron por la mañana, varias horas antes del supuesto asalto. Además, la FGR denunció que el video probatorio de la versión estatal fue un montaje y dejó ver las responsabilidades de varios servidores públicos sinaloenses, que hicieron pasar como cadáver reciente, un cuerpo con el rigor mortis ya evidente, que se prestaron a validar la versión apócrifa, que divulgaron un video falso, y que autorizaron la incineración del cadáver sin terminar las averiguaciones.
Pero a partir de ese momento ¡nada! Nadie ha sido referenciado a la carpeta de investigación, o por lo menos no han sido citados o no ha trascendido, no ha habido más resultados del escándalo, que la destitución de la fiscal Sara Bruna Quiñónez, para cuyo nombramiento el gobierno estatal actual forzó la salida del fiscal anterior, y nada más. Se fue a su casa sin explicar públicamente de dónde salió el video, quién los convenció de la trama de la gasolinera, ni ninguno otro de los detalles del caso.
¿Por qué la Fiscalía General de la República no avanza en ese caso? Ahí no tiene que esperar a las explicaciones de Estados Unidos, basta simplemente con designar personal que dé seguimiento al asunto y recopile al menos las versiones o pedazos de versiones que suenan en la calle, para presentar algo de resultados. ¿Para eso atrajo el caso?
¿NI TERE GUERRA
LE HIZO CASO?
El gobernador Rubén Rocha Moya hizo un público llamado de atención a la senadora Imelda Castro Castro, para que dejara de adelantar los tiempos de la sucesión, pero la legisladora, que no pertenece a su establo político, no le hizo caso. En su primera oportunidad optó públicamente por mantenerse en contacto con el territorio, que pelear la posibilidad de ser presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, donde actualmente es una de las vicepresidentas.
Claro que Rocha hizo el apercibimiento de manera genérica, de suerte que en teoría incluyó también al otro senador Enrique Inzunza Cázares, quien también se mueve en el futurismo. Obvio, tampoco Inzunza atendió al llamado.
Lejos de avanzar en ese tema, Rocha acaba de enterarse de que también Tere Guerra, su pastora política en el Congreso, lanzó un grito de su ronco pecho para decir que ella también quiere, que no la olviden.
Por cierto, el día que lo hizo y mientras lo ratificaba a través de la radio, tembló la tierra en Culiacán. Bien dicen que la señora es una política telúrica.
Por supuesto, no es creíble que doña Tere se le hubiese rebelado a su jefe político. Más bien parece una estrategia para quitarle focos a Imelda Castro y facilitar la carrera de Inzunza Cázares, que hoy se ve cuesta arriba por el desgaste de Rocha y por el asunto del género. Doña Tere, por supuesto, tiene su corazoncito y piensa que puede hacer la chica, o por lo menos quedar perfilada para Culiacán en el 2027.
LAS AMENAZAS QUE
VIENEN DE LA CDMX
Durante el Consejo Nacional Morenista, Rocha Moya cubrió todo el terreno. Incluso dejó aquí la mesa de seguridad a la que asistieron los integrantes del gabinete correspondiente y se fue a asuntos partidistas.
Pero este sábado se realizó un encuentro del grupo llamado “construyendo el segundo piso de la transformación”, que encabeza Alfonso Ramírez Cuéllar, y ahí estuvo Gerardo Vargas Landeros, el alcalde ahomense desaforado por el Congreso de Sinaloa.
Vargas fue a buscar calorcito de su último pilar en la 4T, Ramírez Cuéllar, quien probablemente aceleró de manera involuntaria la defenestración de Gerardo, al proponerlo como relevo para un hipotético desafuero de Rubén Rocha Moya en el gobierno sinaloense-
Rocha capeó el vendaval y en cuanto se sintió seguro, lanzó la ofensiva que hoy tiene a GVL bajo proceso penal por corrupción, y que ha seguido con la destitución de dos de sus regidores cercanos y de la síndica procuradora, que se negaba a colaborar con el proceso.
Para hacer evidente que todavía es recibido por aquellos rumbos, Gerardo publicó tres fotos en compañía del diputado federal que encabeza a la corriente de la presidenta Sheinbaum en la Cámara de Diputados.
Esto indica que no han terminado las animadversiones de los críticos de Rocha, y también que en ese juego de cobros y venganzas, no importa un proceso judicial por corrupción. Lo que cuenta es el grupo propio.