Ciudad de México.– La solemnidad de la comparecencia del secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, se vio opacada por una imagen que circuló ampliamente en redes: el senador morenista Adán Augusto López Hernández, absorto en su tableta, siguiendo el partido Barcelona vs PSG mientras en el pleno se discutía la política fiscal del gobierno de Claudia Sheinbaum.

Mientras Zamora presumía que la administración federal “rompió con el paradigma neoliberal para priorizar a los más vulnerables”, el exsecretario de Gobernación no solo mantenía su atención en el marcador, sino que además hablaba por teléfono desde su escaño, ignorando los planteamientos de sus compañeros legisladores.

La escena desató críticas inmediatas en redes sociales, donde usuarios señalaron la falta de seriedad del legislador tabasqueño. No es la primera vez que su actitud genera polémica: en días previos fue captado platicando y bromeando con senadores del PAN mientras la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, rendía su informe.

El episodio también evidenció tensiones políticas: en los videos difundidos, Rodríguez apenas estrecha la mano de López Hernández, a diferencia del trato cercano que tuvo con otros senadores, a quienes saludó con abrazo y beso.

En contraste, ese mismo día la presidenta Claudia Sheinbaum defendió públicamente la gestión de Adán Augusto en Tabasco, al destacar una reducción en índices delictivos durante su mandato, aunque reconoció que existen investigaciones abiertas sobre hechos ocurridos después de su salida.

La imagen del senador pendiente del futbol en lugar de los asuntos de Estado refuerza la percepción de desapego de algunos legisladores frente a su responsabilidad, un gesto que reaviva el debate sobre la seriedad con la que la clase política asume su papel en la vida pública del país.

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