Héctor Calderón Hallal
Esta bien podría ser una carta de “abajofirmantes”, donde los más
conspicuos forjadores de la Nación mexicana estarían, desde su condición de
“muertos”, expresando un sentido manifiesto público en desacuerdo por el
estado en que se encuentra y el rumbo que ha tomado nuestro amado país,
construido bajo las premisas del sacrificio y en los afanes de libertad, justicia
e igualdad.
Desde esa, su condición de moradores de “otro plano de la existencia”, como
propiamente debiésemos reconocerlos, al ser leídos en silencio o en voz alta
sus nombres, cada uno responde con energía y formalidad cívica…
“¡PRESENTE!”… porque no han muerto, ni han desaparecido de la memoria
y los corazones de los nuevos mexicanos.
Hoy menos que nunca, sus aportaciones pueden ser ignoradas; están
vigentes y son notorias en muchos de los actos cotidianos de nuestras vidas.
Aunque quisiéramos, a ellos, nuestros pioneros y forjadores… no podemos
remitir al olvido ni al desdén histórico.
Esta lista, está integrada solo por una parte de la gran lista de constructores
del México moderno, cuyos nombres responden a nuestras “figuras públicas”
fallecidas en las últimas décadas. No todos fueron intelectuales, no todos
fueron grandes políticos, no todos fueron grandes estrategas militares, no
todos tuvieron grandes “dones artísticos” … no todos fueron pobres y … no
todos fueron ricos… no todos fueron seres ‘empoderados’… ni iluminados.
En esencia fueron seres comunes y corrientes, bienintencionados para dar
servicio al prójimo en la medida de sus posibilidades; poniendo al servicio de
la incipiente sociedad mexicana todas sus potencialidades y alcances para
hacer realidad sus propios sueños.
También soñaron con la consolidación de un país donde el esfuerzo cotidiano
y el trabajo fecundo y creador, tuvieran el valor pecuniario suficiente para
vivir con decoro.
Soñaron con la consolidación de un sistema de vida donde el que más se
esfuerza, menos necesidades tiene… ni él ni su familia. También soñaron con
un país donde se erradicase cualquier vestigio de corrupción y donde fuera
desterrado cualquier germen de abuso político, donde la clase dominante
buscara perpetuarse en el poder mediante estrategias tramposas,
“electoreras”, clientelistas, que derivasen en formas hegemónicas de control.
Nunca pensaron estos mexicanos fallecidos que lucharon y aportaron tanto
por fincar las bases de un México pacífico, equitativo y justo, volvería a estar
gobernado por la “tiranía de las mayorías”, donde la demagogia es el factor
neurálgico de la política pública; donde la voz de las que se volvieron
“minorías relativas”, no solo son desoídas, sino amenazadas y hasta
perseguidas.
Nunca asomó por sus mentes la posibilidad de que México, un país con
instituciones sólidas, llegase a estar bajo el imperio del “malandrinaje” y las
“fuerzas oscuras del sistema”.
Jamás se imaginaron siquiera que en tan corto tiempo, nuestro país torciera
el rumbo a tal grado, que la forma de gobierno consagrada en nuestra
Constitución política, en los artículos 40 y 41 llegase a estar tan “en tela de
juicio”, pues nos hemos alejado en la práctica de un modelo de gobierno
Republicano, pues estos dos últimos gobiernos han atentado contra la
división e independencia de los poderes de la Unión, atributo esencial desde
la mismísima Constitución de Apatzingán de 1824; al Federalismo le han
asentado golpes mortales, volviéndose estas dos últimas administraciones,
un gobierno centralmente planificado, restándole o no reconociéndole a los
gobiernos locales y municipales, sus atributos básicos formales; el atributo de
Popular, se vulnera también al no respetar lo dispuesto por la votación
popular, cuando el partido hegemónico en el poder, ha construido
ilegalmente mayorías parlamentarias que les han sido útiles para reformar la
Constitución en sus aspectos más delicados, como los que líneas atrás se
relata.
Y el atributo de Laicidad, también ha sido agraviado por cuantas veces se ha
recurrido en actos públicos oficiales, a actos y rituales de carácter espiritual y
dogmático, correspondientes a formas de fe algunos… y hasta de la
chamanería otros más, que de ninguna forma atienden el respeto por el resto
de cultos y creencias de los mexicanos.
Hoy, al rendirles tributo en el “Día de los fieles difuntos”, a los forjadores
contemporáneos de México, quienes tuvieron en su mayoría una vida de
esfuerzo…. de sacrificio… hemos de decirles que su vida no será para
nosotros un ejemplo vano… su sacrificio, desde cualquier óptica y
modalidad… sus aportaciones al progreso, a la democracia y a la libertad no
nos serán legadas en vano.
Los mexicanos estamos obligados a honrarlos en cada uno de nuestros
actos públicos y privados… así sean actos libertarios y en aras de una
resistencia civil que desobedezca la tiranía germinal que hoy se gesta en
nuestro país desde el Gobierno…
Por eso, les decimos hasta donde estén, a: ….
Jesús Reyes Heroles, Jesús Reyes Heroles-González Garza, Luis Donaldo
Colosio, Francisco Martínez de la Vega, Heberto Castillo, José Francisco Ruiz
Massieu, Miguel de la Madrid, Ifigenia Martínez, María de los Ángeles
Moreno, Arsenio Farell Cubillas,  Luis H. Álvarez, Octavio Paz, Jesús Kumate,
Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Raúl Carrancá y
Rivas, Julio Scherer García, Samuel Ocaña,  Miguel Ángel Granados Chapa,
Carlos Montemayor,
Carlos Payán Velver,
Guillermo Soberón Acevedo, Jorge Carpizo Mc Gregor, Alfredo del Mazo
González, Enrique Jackson, Juan Salgado Brito, Miguel González Avelar,
Rosario Ibarra de Piedra,
Ernesto Álvarez Nolasco,
Manuel Becerra Acosta, Javier García Paniagua, Fernando Gutiérrez Barrios,
Carlos Hank González, José María Pérez Gay, Benjamín Wong Castañeda,
Luis Echeverría, José López Portillo, Ignacio López Tarso, Héctor Mayagoitia
Domínguez, Jaime Sabines, Adolfo López Mateos, Andrés Henestrosa,
Ignacio Burgoa Orihuela, Humberto Hiriart, Carlos Abedrop Dávila, Enrique
González Pedrero, Horacio Labastida Muñoz, Carlos Castillo Peraza, Víctor
Flores Olea,
José Pagés Llergo,
Jorge Castañeda, Manuel Tello, Carlos Tello, Rosario Green, Adolfo Gilly,
Antonio Haas, Margarita Michelena,
Manuel Buendía, Alejandro Gómez Arias, Emilio Mújica Montoya, José Luis
Lamadrid, Rodolfo González Guevara,
Enrique Olivares Santana,
José Campillo Sáinz, Manuel Clouthier
Del Rincón, Armando Manzanero, Vicente Fernández,  Francisco Galindo
Ochoa, Emilio Azcárraga Milmo, Olegario Vázquez Raña, Mario Vázquez
Raña, Fernando Benítez, Juan Rulfo, José José, Roberto Gómez Bolaños
‘Chespirito’, Lola Beltrán, Fernando Solana, Jacobo Zabludovsky,
León García Soler,
Fausto Zapata Loredo,
Gonzalo Martínez Corbalá,
Alfonso Martínez Domínguez,
Gilberto Rincón Gallardo,
Julián Gascón Mercado, Alejandro Gascón Mercado, Jesús Salazar Toledano
Jaime Sabines, Gustavo Carbajal Moreno,
Juan Sabines,
Jesús Silva Herzog,
Roberto González Barrera,
Manuel Camacho Solís,
Francisco Toledo,
Leonardo Nierman,
Arnoldo Martínez Verdugo,
Pablo González Casanova,
Ofelia Guilmáin, Ignacio Pichardo Pagaza
Carlos Pereira, Jesús Puente Leyva,
Armando Labra, Gustavo Esteva, Jorge Hernández Campos, Juan Gabriel
Valencia, Gustavo Petriccioli, Carlos Urzúa, Manuel Marcué Pardiñas, Luis
Sánchez Aguilar, Adolfo Aguilar Zinzer, Juan José Osorio, Fidel Velázquez
Sánchez, Vicente Rojo, Pedro Ramírez Vázquez, Fernando Benítez
Ricardo Rocha,
Antonio Dovalí Jaime,
Venus Rey,
Rolando Tamayo y Salmorán,
Manuel Aguilera Gómez,
Eduardo García Máynez, Víctor Manzanilla Shaffer, Luis M. Farías, Víctor
Cervera Pacheco,
Héctor Fix Zamudio, Leopoldo Zea,
Rosario Castellanos,
María Félix, María Lavalle Urbina, Griselda Álvarez
Dolores del Río,
Amalia del Castillo Ledón, Alicia Arellano Tapia,
Silvia Pinal,
Germán Valdez “Tintán”, Manuel “El Loco” Valdez, José Alfredo Jiménez,
Renato Leduc, Juan José Arreola, Pedro Vargas, Agustín Lara, Amalia
Mendoza, Alí Chumacero, Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís, Miguel
Aceves Mejía, Juan Gabriel, Amparo Ochoa, Cuco Sánchez Rubén Fuentes,
Fernando Valadés,
Alfonso García Robles,  Sergio González Gálvez, Gustavo Díaz Ordaz, Hugo
B. Margain, Adrián Lajous, Javier Barros Sierra, Ignacio Chávez, Teodoro
Césarman, Mira Yasinovsky, Eugenio Garza Sada, Manuel Velasco Suárez
José Kuribreña,
Julieta Fierro, Emilio Rosenblueth,
Jorge Eduardo Navarrete, Guillermo González Camarena,
Carlos Alberto Madrazo Becerra,
Fernando Valenzuela, Héctor Espino, Raúl “Ratón” Macías, Vicente Saldívar,
José Sulaimán, Antonio Carvajal, Ignacio Tréllez, Leo Rodríguez,  José Pablo
Moncayo, Alejo Peralta, Carlos Rojas Gutiérrez, Francisco Rojas Gutiérrez,
José Revueltas, Silvestre Revueltas, Carlos Chávez, Rufino Tamayo, Diego
Rivera, David Alfaro Siqueiros, Antonio Rodríguez,  José Clemente Orozco,
Frida Kahlo, Leonora Carrington, Elena Garro,
Lázaro Cárdenas del Río, Isidro Fabela, Genaro Estrada, Rafael Galván,
Rafael Moreno Valle, Francisco Pérez Ríos,  Carlos Gálvez Betancourt,
Marcelino García Barragán, Adolfo Christlieb Ibarrola,  Vicente Lombardo
Toledano, Enrique Ramírez y Ramírez, Guillermo Martínez Domínguez,
Plutarco Elías Calles, Manuel Gómez Morín y Antonio Rocha Cordero…
P R E S E N T E S …. Todos y cada uno de ustedes.
México necesita continuar con su obra edificadora y garante del progreso
material y humano de sus hijos.
Hoy más que nunca… México necesita una respuesta a esta interrogante: …
¿Dónde están los reemplazos de estos hijos ejemplares del México
contemporáneo?…
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo; @CalderonHallal1

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