Llama diputado Feliciano Castro a reflexionar para construir identidades sobre los derechos humanos
Desde el Congreso de Sinaloa buscamos propiciar la reflexión, pero no solo para que quede en el aire sino para ir construyendo identidades en torno a los derechos humanos, aseguró el diputado Feliciano Castro Meléndrez durante su participación en la conferencia “El derecho humano a la buena administración”, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, resaltó que hablar de derechos humanos es hablar de la gente y también es hablar de política, y que la política priorizada en la 64 Legislatura es la referente a la que tiene una perspectiva humanista, la que está comprometida con la gente y sus ideas.
Mencionó que el otro tipo de política, el que la sociedad ve como sinónimo de corrupción y transa, no tiene espacio en el Poder Legislativo, donde las diputadas y diputados asumen el reto superior de convertir al Congreso local en un ente que replique los sentimientos de las y los sinaloense.
“En la medida que todos los seres humanos no seamos indiferentes, en esa medida se va a ir propiciando, se va a ir generando la cultura de los derechos humanos. No olvidemos una cosa: no podemos pensar los derechos humanos si no pensamos la política”.
Castro Meléndrez indicó que la política no sólo es el horizonte en el que se reivindican los derechos humanos, sino la oportunidad para organizarse y volver vigente la verdadera cultura de respeto a los derechos de todas las personas.
El presidente de la Jucopo recordó dos ejemplos de violaciones a los derechos humanos en Sinaloa como lo fueron la muerte de un indígena en la comunidad de La Cieneguita de Núñez, Choix, a causa del frío y desnutrición porque el Estado Mexicano no garantizó su derecho humano a la alimentación ni a la salud.
“En este país, las comunidades indígenas viven el agravio de la ausencia de los derechos humanos”.
Otro caso referido fue el de los pueblos desaparecidos por la construcción de la presa Picachos, donde los gobiernos municipal, estatal y federal no respetaron el arraigo de los habitantes de varias poblados violentando los más elementales derechos de la gente.