El expugilista dijo que se siente en medio de los dos bandos porque “son amigos míos”.

Por Anayeli Tapia Sandoval

Julio César Chávez, leyenda del boxeo mexicano, abordó la violencia que se vive en Sinaloa a más de un año de la caída de Ismael “El Mayo” Zambada, líder cofundador del Cártel de Sinaloa, que dio paso a enfrentamientos entre los clanes de la familia Guzmán (Los Chapitos) contra Los Zambada (La Mayiza).

El excampeón mundial reveló que, debido a su historia de vida en Culiacán y su fama, ha desarrollado vínculos personales con figuras destacadas de ambos bandos criminales, por lo que le resulta difícil hablar sobre estos hechos.

“Conozco a los dos bandos, son amigos míos. He convivido con ellos. He estado con ellos. Yo estoy en el medio. Y si me meto pa’ un lado o pa’ otro lado, pues me matan”, dijo Chávez en conversación con Adela Micha.

Julio César Chávez habló de

La confrontación entre las facciones, aunada a la disputa por el control del narco en el estado, mantiene a Culiacán en el primer lugar nacional de percepción de inseguridad, según la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana elaborada por el INEGI. El 88.3% de los habitantes considera inseguro vivir en la capital sinaloense, cifra que la mantiene al frente del ranking de ciudades más peligrosas del país.

La crisis impactó a la región el 9 de septiembre de 2024, a raíz de la captura el de “El Mayo” Zambada el 24 de julio de 2024, supuestamente traicionado por el menor de los hijos de El Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López, también detenido en EEUU junto con su hermano Ovidio.

“La gente se acostumbra”

En su diálogo, Chávez reconoció el ambiente de normalización que priva en Sinaloa ante el riesgo permanente. “La gente se acostumbra, veo a la gente a veces contenta, feliz en Culiacán, la gente de Culiacán es buena, es noble, trabajadora, pero es complejo. Ya se han hecho mucho daño las familias, todo. Se han matado”, describió.

La guerra entre Los Chapitos

Expresó que los habitantes han aprendido a convivir con el peligro, el miedo y la tragedia como parte de la vida cotidiana.

Precisó que la última vez que fue “no vi ningún balazo ni nada, gracias a Dios”, relató. El expugilista añadió entre risas que incluso las propias autoridades locales le piden que se quede más tiempo porque “cuando tú vienes no pasa nada”. “Les digo: ‘Pues es coincidencia’, la neta, pero…”, explicó, minimizando cualquier relación personal con la supuesta calma temporal en la ciudad.

En su caso, explicó que la fama le permite mantenerse a salvo: “Calladito me veo más bonito. Si me saluda uno o me saluda el otro, yo los saludo. Gracias a Dios me tienen un gran respeto”. Sin embargo, subrayó que para la mayoría de los ciudadanos, la situación es distinta.

Con información de Infobae

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