Héctor Calderón Hallal
Ha resultado imposible dejar el tema político del Estado de Morelos y desde
este espacio se ha considerado menester, abundar y precisar sobre el
particular ya que, en colaboración alusiva anterior, se hace un análisis que
resulta parcial o incompleto, pues solo analiza el fenómeno desde la gestión
de la actual mandataria morelense, Margarita González Saravia, cuando el
génesis del asunto se generó desde el sexenio de Cuauhtémoc Blanco…
Un sexenio que, por cierto, debió ser uno de avance y estabilidad, pero
resultó caótico y lleno de claroscuros.
En aquel proceso electoral, durante el primer semestre del 2018, el grupo
perdedor de aquella ‘alianza ganadora’, Morena, encabezado por
Rabindranath Salazar (“Rabín”), desde el primer mes, se sintió ‘hecho a un
lado’ y enojado porque querían que la alianza ganadora “Juntos Haremos
Historia”, que abanderó al ganador Cuauhtémoc Blanco e integrada por el
PES, el PT (y Morena), les entregara ‘de buenas a primeras’ el 50% de las
posiciones del gobierno, o bien su equivalente en dinero en efectivo, como
venían operando desde años anteriores en Jiutepec y demás municipios.
El no haber cedido a las exigencias de Rabín le costó a Blanco una guerrilla
mediática constante y creciente, que mantuvieron el propio Salazar y su
grupo hasta el último día.
Fue de ahí… desde ese grupo y bajo esa protección que Rafael Reyes Reyes
no solo aprendió… sino aplicó, el fuego amigo a conveniencia: lo mismo le
pedía a Rabín su apoyo para buscar la gubernatura que, a Cuauhtémoc,
diciéndole que él era la alternativa más fiel y capaz.
El resultado lo conocemos todos: tanta “guerrilla mediática” hizo imposible
para la gente conocer y replicar… platicar y difundir pues, lo que sí hizo el
gobierno de Cuauhtémoc Blanco.
Hoy, en el gobierno de Margarita González Saravia, esa guerrilla y aquel
‘fuego enemigo… más que amigo’ continúan y amenazan con crecer, sin que
se perciba “un manotazo sobre la mesa, mediante el cual ponga orden la
mandataria morelense.
De hecho, a Margarita González la nueva realidad de Morelos le amenaza con
explotar inmisericordemente, pues hay actores ‘nuevos’ en la
narcodelincuencia local, con una asombrosa capacidad de fuerza, solo
equiparable a la del legendario capo sinaloense que se estableció a principios
de siglo en la capital de Morelos y que pereció en un enfrentamiento
sangriento… dantesco, con elementos de la secretaría de Marina federal, en
una reservada zona de Cuernavaca, por allá en las postrimerías del 2009.
En aquella ocasión se trataba de Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” … o “El
Barbas mayor” … o “El Barbotas”, vaya usted a saber, porque hoy amenaza
en Morelos un sujeto al que le apodan también “El Barbas” y es originario de
Culiacán, Sinaloa, para mayores señas… Este ha de ser propiamente “El
Barbitas” o el “Barbas nuevo” … como usted guste; lo cierto es que se ha
vuelto en tan poco tiempo, casi tan peligroso como aquel “Barbas”
legendario pero remasterizado, con gran capacidad de fuego… y además con
una gran habilidad para las relaciones interpersonales, con figuras de la alta
política del Gobierno Federal… y del Gobierno del Estado de Morelos.
Pero retomando a Rafael Reyes, con el control del dinero en el Congreso de
Morelos y del Poder Judicial del Estado, este actor político morelense se
ostenta como príncipe heredero y pretende chantajear a la gobernadora, si
no le dan lo que pide. Y es que, son Rafael Reyes y sus aliados y
“achichincles” como Miguel Lucía Espejo y Arturo Serrano, quienes llevan
varios meses golpeando y mermando la imagen pública de toda aquella
persona que ellos consideren que pueda competir para la alcaldía de
Cuernavaca en 2027 y para gobernador en 2030.
Es una especie muy difundida, casi del dominio público, que fueron Rafael
Reyes, Arturo Serrano y Miguel Lucía, quienes filtraron los vídeos de los
presidentes municipales de Cuautla y Atlatlahucan (Jesús Corona Damián y
Agustín Toledano Amaro, ambos de la coalición PRI-PAN-PRD) sentados con
‘El Barbas,’ (el nuevo ‘Barbas’) en Cuautla y del que, como daño colateral, no
pudieron evitar exhibir la presencia de Tadeo Nava.
Si… de Tadeo Nava, otrora protegido y casi hijo adoptivo de Margarita y de su
esposo Carmelo Enríquez.
Desde la mañana del 19 de febrero pasado, el entonces recién nombrado
fiscal general del Estado de Morelos, Édgar Antonio Maldonado Cevallos (hoy
titular de la Secretaría General de Gobierno en sustitución del finado Juan
Salgado Brito), confirmó que en los hechos estaban involucrados ambos
presidentes municipales de la citada coalición.
Fue un “golpazo mediático” aquella filtración que tardó mucho tiempo en
cobrarse o devolverse a sus adversarios, de hecho.
Cabe abundar -por si fuera poco- que fueron aquellos mismos tres personajes
quienes filtraron y promovieron el vídeo en redes, donde un grupo criminal
acusa al jefe de la oficina de la gubernatura, Javier García Chávez “El Gato”,
de alianzas con otros cárteles.
Este grupo, encabezado por Rabindranath Salazar, lleva años operando los
distintos medios de comunicación, sobre todo electrónicos y de radio, así
como mostrando su influencia en el Poder Judicial y los órganos electorales.
En el pasado grillaron a Cuauhtémoc Blanco, hoy golpean a la gobernadora
González Saravia, su gabinete y su gobierno.
Por lo que ya se prevé que lograrán en la mandataria el mismo desgaste que
con el futbolista, incluso a niveles superlativos. A menos que Margarita se dé
cuenta y lejos de proceder a “ponerles un alto”, recupere el rumbo de su
gobierno. Historias del oscuro pasado de Rafael Reyes y su familia y grupo
político también las hay…
Es más… pronto se podrían empezar a conocer. ¡Al tiempo!
Por cierto… ¿Y dónde quedó el inefable Hugo Éric Flores, otrora dirigente del
Partido Encuentro Social (PES)?… Haciendo el ridículo en la Cámara de
Diputados, tras su gozo y su frustración morelense. porque se “frotó” las
manos al impulsa a Cuauhtémoc Blanco, disfrutó un tiempo… y luego salió
por piernas.
¿Y el exgobernador Graco Ramírez?… “Bien, gracias… y… ¡Carcajeándose!” …
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo; @CalderonHallal1

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