Nogales, Sonora.– La frontera amaneció en vilo. Desde las primeras horas de este miércoles, transportistas y productores agrícolas de Sonora y Sinaloa cerraron por completo el acceso a la garita Mariposa y al corredor fiscal de Nogales, paralizando el flujo vehicular hacia Estados Unidos y encendiendo focos rojos en la economía regional.

Lo que un día antes había iniciado como una movilización con cruces intermitentes de productos perecederos, se convirtió en un bloqueo absoluto, dejando varadas largas filas de tráilers, automovilistas y carga destinada al mercado estadounidense. La tensión entre los manifestantes y las autoridades crece mientras el conflicto escala minuto a minuto.

La afectación no es menor. El cierre de la aduana de Nogales una de las más dinámicas del país golpea de lleno al motor comercial binacional. De acuerdo con representantes de la industria maquiladora y transportistas locales, el paro pone en riesgo cerca de 50 millones de dólares diarios en exportaciones, cifra que mantiene en alerta a más de 100 maquiladoras y alrededor de 50 mil empleos que dependen del flujo constante de mercancías.

El bloqueo, advierten empresarios, podría desencadenar un efecto dominó en las cadenas de suministro, desde retrasos masivos en entregas hasta pérdidas irreversibles para productores y empresas estadounidenses y mexicanas.

Mientras tanto, los manifestantes aseguran que no retirarán los cierres hasta obtener respuesta del Gobierno Federal, y la frontera una de las más importantes del noroeste del país permanece prácticamente sitiada, convertida en el epicentro de una protesta que ya trasciende la región.

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