Héctor Calderón Hallal
En medio del gran montón de ruinas que quedó de aquel sistema
corporativista de la otrora poderosa central, la CTM, mediante el que el
antiguo régimen estructuraba una cadena de control y mando sobre la llamada
base trabajadora… y la aprovechaba además, como auténtico ornato
escenográfico para el activismo político electoral… Hoy, al hacer una pausa en
el camino y al voltear la vista atrás, podemos asegurar que en tan poco tiempo
–como lo son siete años- en el terreno de la política laboral, en este país se ha
desplegado un esfuerzo más que aceptable de transformación y de
modernización.
¡Pésele a quien le pese!…
Es menester sin embargo, admitir que es muy poco el tiempo que nos hemos
dado como mexicanos, para volver a hacer integralmente funcional al aparato
gubernamental y hasta para construir liderazgos perfectos, a niveles de una
sintonía ideal con una transformación honesta y humanista, como la que
persigue con admirable esfuerzo, la presidenta Claudia Sheinbaum.
Intentar que, con lo que se dispone, se migre de una estructura que incidía casi
en la totalidad de la temática ´contractual-colectiva’ y controlaba nítidamente
hasta el sentido del voto del sector trabajador en cada elección… o por lo
menos, el sentido de los resultados electorales… a otra que haga por lo menos
la mitad de lo que hacía aquella estructura en estos tiempos de convulsionado
cambio y en tan solo siete años, con los ideales de la honradez, con apego a la
legalidad y con humanismo, es materialmente imposible.
Con la central obrera que se estructura en esta 4 T con sacrificio, bajo el
impulso del polémico Pedro Haces Barba, la CATEM (Confederación Autónoma
de Trabajadores y Empleados de México) se han dado pasos más o menos
sólidos hacia lo que es la meta final a mediano plazo: tener una representación
obrera moderna y funcional; que defienda de forma práctica y expedita, el
interés genuino del trabajador, integrado por un binomio constante: el nivel
de percepción salarial y sus derechos laborales garantizados.
Al trabajador de hoy –y quizá de siempre- le ha importado menos el
romanticismo de las revueltas materialistas del siglo XIX, que su propio interés
de bienestar personal y familiar. Sí… también aquí se sobrepone el pragma
sobre el dogma.
Por eso un liderazgo constante, eficaz, que privilegia acciones de
representación y de fortaleza para su central obrera, por sobre cualquier
discurso florido… de lucimiento personal… de alto contenido dogmático… por
sobre cualquier desplante de ‘falsa humildad’… o por sobre cualquier afán de
romantizar con la pobreza de los trabajadores, como se ha hecho hasta el
cansancio en la connotación discursiva de los representantes sindicales y
obreros de México y del mundo, resulta más útil y honesto a los fines que
persigue Claudia Sheinbaum para consolidar la transformación del país.
Una transformación que, seguramente pretende incidir hasta en la mentalidad
de los mexicanos. Porque para entender al hombre de nuestro tiempo, es
necesario involucrar hasta una nueva programación neurolingüística, donde se
reconozca que la denotación, la significación… y la connotación a cada símbolo
o a cada constructo, definitivamente son diferentes y le cambian el sentido y
hasta la valoración a nuestros procesos de comprensión.
Porque ni tiene el mismo valor en el tiempo, ni en la realidad social de
nuestros días, en relación a las que prevalecían en el pasado… un líder como
Vicente Lombardo Toledano o como Luis N. Morones o incluso como Fidel
Velázquez…
Y ni se diga en su faceta ideológica, concientizadora e inspiradora, el ideólogo
del movimiento obrero mexicano por excelencia, el oaxaqueño Ricardo Flores
Magón.
Con todo y lo que los hermanos Flores Magón significaron… hoy sus
aportaciones se reducirían a meras intervenciones críticas y prescriptivas.
La política activa de hoy requiere mucho cálculo práctico… mucho trabajo en el
terreno, más que en el papel o en la pantalla.
A propósito de estos juicios de valor, leí con detenimiento y denuedo al
admirado maestro, Don Federico Arreola, en su colaboración de este fin de
semana, donde hace alusión a la ausencia de un Ricardo Flores Magón al
movimiento de la 4 T de nuestros días, pues hay una tendencia indeseable
pero cierta, a construir obediencias irreflexivas en temas como la
institucionalidad al interior del movimiento Morena y su ‘Cuarta
Transformación’.
El Maestro Arreola escribió en su artículo denominado “La 4 T nació
magonista, pero no tiene a un Flores Magón”, con su estilo por demás
inteligente y cuestionador, refiriendo que si bien Flores Magón no fue el líder
del movimiento revolucionario mexicano, se consolidó como el guardián de su
“reserva moral”, el generador de conciencia crítica y la voz a la que,
definitivamente, tenían que detenerse a escuchar de vez en vez los
revolucionarios prácticos y profanos, para rectificar el camino y darle un
sentido de viabilidad a la Revolución en sí misma.
Y termina Don Federico haciendo una dirigida crítica hacia el diputado federal
Pedro Haces, actual dirigente de la CATEM, un santo nuevo a juicio
seguramente de Don Fede… quien lleva décadas en el oficio de analizar
políticos, partidos, instituciones y gobiernos.
Y llega incluso a calificar a Pedro Haces de “funcional pero carente de
ideología”… osea un vil “cuadro operativo”… lo cual no es tampoco del todo
malo Maestro Arreola, cabe aclarar… pero seamos menos injustos mi Máster.
Difiero por supuesto y con todo respeto de lo magistralmente expuesto por el
Maestro Federico Arreola, por cuanto a todo movimiento de expresión
genuina, por pequeño o grande que sea, cuando es auténtico y está dirigido
sobre la base de la idoneidad, el sentido común, el esfuerzo y la buena fe…
como es el caso de la CATEM desde sus primeros minutos de vida, entonces es
un movimiento digno de respeto y admiración.
El dirigente de la CATEM, el hoy diputado Pedro Haces Barba, es un dirigente
preocupado por el bienestar de sus agremiados y representados, en los
términos de los estándares internacionales modernos del sindicalismo.
Es un dirigente y líder –a la vez se aclara- porque tiene la solvencia moral para
ello. Que propicia la crítica y hasta el reproche al interior de su estructura
como de su línea de transmisión de mando. Nunca les ha exigido a los
trabajadores una ‘obediencia irreflexiva” para ninguna de sus disposiciones.
Es un hombre que aprecia y alienta la inteligencia de sus compañeros y
colaboradores en cualquiera de sus manifestaciones y que, contrario sensu de
lo que se ha difundido mezquinamente en otros medios con el fin de
desacreditarlo ante la opinión pública por parte del “fuego amigo”.
Pedro Haces estimula también el empoderamiento y crecimiento de las
mujeres y en el caso de sus colaboradoras sindicalistas, como en sus empresas
personales.
Algo que definitivamente es justo de reconocer… en estos momentos, en
estas circunstancias que vive la 4 T… que vive el país en general, que el
diputado y dirigente de CATEM, se ha convertido en un personaje
representativo de la transformación política traída por la 4 T en los últimos
años… un personaje que “hace su chamba”, que asume su papel, que “le atora
a su rol” de organizador de un movimiento que sin duda, implicará muchos
años más para lograr su plena consolidación, tal cual sucede con las
estructuras políticas del país, aun en ciernes también.
Pedro Haces es un político que dice lo que piensa y no pretende ser más de lo
que es… y desde ahí, siendo un hombre sencillo… y fiel a sus convicciones y a
sus principios, estamos ante un personaje que podrá convivir con varias etapas
de la historia venidera, sin duda alguna.
Ayer mismo se dio ya una de los muchos desmentidos a especies noticiosas
que le han sembrado sus enemigos políticos quienes, con notable envidia “son
capaces de quemar la casa propia, con tal de ver la Pedro Haces arder”.
Y fue el mismísimo secretario de seguridad federal, Omar García Harfuch,
quien negó este domingo una relación entre Édgar "N", “El Limones”, con la
Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) y
su líder, Pedro Haces.
El funcionario que guarda “la llave del picaporte que abre hacia el despacho
del Gobierno de los Estados Unidos” afirmó que el sujeto (“El Limones”) se
reportaba directamente con el grupo criminal de "Los Cabrera", del Cártel
de Sinaloa.
En una muy esperada conferencia de prensa, García Harfuch señaló que el
caso que se sigue se trata de una "extorsión directa" a empresarios,
agricultores, y por pozos de agua.
"Hay varios delitos que se están investigando, pero ninguno está relacionado
como tal con un sindicato (…) lo que lo tenemos vinculado es con una célula
criminal que opera en Durango, Coahuila, apodada de 'Los Cabrera'",
añadió.
García Harfuch señaló que "El Limones" fue vinculado a proceso.
Se recordó que esta detención obedece también a que este individuo está
implicado en delitos como venta y distribución de droga, robo de vehículo,
cobro de cuotas, secuestro, lavado de dinero, clonación de tarjetas, estafas y
desaparición forzada.
Le tocó a Pedro Haces y a la CATEM, obrando de buena fe, dar cabida a un
individuo deshonesto, que dijo ser una persona… y resultó ser otra.
Todo mundo en este país hoy día, está expuesto a tratar con este tipo de
individuos…. Como políticos, están expuestos a fotografiarse y a convivir
circunstancial y parcialmente con ellos… sin que eso signifique se es
narcotraficante o haya voluntad de auspiciar esas actividades, al ser
empático o amable en una fotografía o en un saludo.
Por tal, solo puedo redundar en torno a la figura de Pedro Haces Barba en un
razonamiento inscrito en el pensamiento de José Ortega y Gasset:
“El hombre es él… y su circunstancia…”
Así Pedro Haces… es “él y su circunstancia….”
Autor: Héctor Calderón Hallal
@pequenialdo; @CalderonHallal1

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