“Al fin, se acabó esta pesadilla”: así fue la jornada en la Suprema Corte que dejó en libertad a Alejandra Cuevas
Al escuchar los aplausos y los gritos que estallaron pasadas las 2 de la tarde en las escalinatas de acceso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el Centro Histórico de la capital mexicana, Gonzalo Castillo Cuevas interrumpió la entrevista y se llevó ambas manos a la cara.
“Al fin, se acabó esta pesadilla”, murmuró emocionado, mientras con la mirada buscaba a sus dos hermanos, Alonso y Ana Paula, para fundirse en un abrazo con ellos.
Tras más de dos horas de análisis y votación, la SCJN había resuelto poner punto final a siete años de la acusación que el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, inició en contra de Alejandra Cuevas y de su madre Laura Morán, de 95 años, por la muerte de su hermano Federico.
A ambas mujeres, el fiscal las acusaba de no haber brindado atención médica a su hermano y de haberlo dejado morir de manera premeditada.
Pero en el interior de la SCJN, los ministros desbarataron por completo esta acusación al concluir que no había pruebas que sustentaran tales imputaciones, y que además estas habían incurrido en posibles prácticas discriminatorias —al señalar que las mujeres estaban obligadas a cuidar a Federico por el simple hecho de ser mujeres—. De ahí que votaron de manera unánime (11 a favor por ninguno en contra) para que se le concediera un amparo liso y llano que dejó en libertad inmediata a Cuevas y anuló la orden de captura contra la señora Morán.
“Estamos liberados”, suspiró Gonzalo al retomar la entrevista con este medio. “Nos hemos quitado un enorme peso de encima con esta decisión de la Corte que, además, ha mandado un mensaje muy claro, y es que nadie, ni siquiera el fiscal general de la República, puede estar por encima de la ley. Hoy se ha hecho justicia”, dijo el joven, que, tras más de 500 días en los que su madre estuvo en prisión preventiva por este caso, recalcó que la decisión de los ministros “ha desenmascarado” a Gertz Manero.
“Nos gustó mucho que el proyecto que elaboró el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena entró a fondo al caso, a desmenuzarlo a detalle, porque así se ha comprobado que el fiscal Gertz fabricó un delito para perjudicar a mi madre, mi abuela y a toda nuestra familia. Por eso decimos que el fiscal, por fin, ha quedado desenmascarado”, enfatizó Gonzalo.
Precisamente, desde el inicio de la discusión en la Corte a eso de las 11:30, buena parte de las preguntas de los medios de comunicación a los tres hermanos iba dirigida a saber si la familia denunciaría al fiscal general, una vez que se conociera la decisión de los ministros liberando de culpa a las dos mujeres, ya que incluso el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá propuso que no solo se concediera el amparo liso y llano, sino que, además, se reconociera a las mujeres como víctimas de graves violaciones a derechos humanos.
Sin embargo, la respuesta ayer de los hermanos siempre fue la misma: mucha cautela.
“Ahora lo importante es mi madre, su salud, que esté bien. Vamos a recibirla en casa y nos vamos a tomar unos días de respiro para procesar todo lo que ha sucedido, y después analizaremos qué pasos dar”, respondió Alonso Castillo Cuevas, el hermano mayor, quien, no obstante, sí dejó un recado flotando en el aire.
De nuevo, la labor de los medios será fundamental para ver cuál ha sido el hilo de complicidades que llegó hasta la Fiscalía de la Ciudad de México, a los ministerios públicos, al magistrado de la Cuarta Sala Penal de la CDMX, para encarcelar de manera injusta a una mujer. El fiscal general, Alejandro Gertz, y estas personas tendrán que asumir su responsabilidad y explicar a la ciudadanía, a la sociedad mexicana, por qué actuaron de esta manera”.
“Tendrán que responder por qué, sabiendo que era una mujer inocente y con un amparo, fabricaron un delito que ni siquiera existe en el Código Penal”, agregó Alonso, en referencia a uno de los puntos desgranados en el proyecto de amparo propuesto por el ministro Gutiérrez Ortiz Mena, en el que se señala que la figura de “cuidadora accesoria” que la fiscalía capitalina le imputaba a Alejandra Cuevas no existe en el Código Penal capitalino. Otro de los motivos por los que el proyecto pedía el amparo liso y llano y la salida inmediata de prisión.
Este caso me ha devorado: perdí 17 kilos en un año
Poco antes de que los ministros votaran, y de que los aplausos y los gritos de “libertad” y “justicia” estallaran en las escalinatas de la SCJN, Alonso reflexionaba sobre qué había supuesto para él y su familia los más de 500 días que Alejandra Cuevas pasó en prisión preventiva en el penal de Santa Martha.
“Ha sido un desgaste enorme. Este caso me ha devorado por completo casi literal, porque bajé 17 kilos en tan solo un año”, contó el hombre, llevándose ambas manos a la camisa, que dejaba entrever una figura delgada.
“Me siento completamente drenado —añadió—. Han sido 528 días en los que, si bien mis hermanos y yo hemos estado en libertad, también nos hemos sentido presos. Nuestras vidas cambiaron para convertirse en una lucha desesperada en contra de un sistema judicial donde hay una persona con poder absoluto en la procuración de justicia, como lo es el fiscal Gertz Manero”.
Ana Paula Castillo Cuevas, minutos antes de conocer la resolución de los ministros, contaba que se sentía como en una película, “un sueño donde aún no sabes bien qué es verdad y qué es mentira”.
“Han sido tantos días sin dormir bien, tanta la ansiedad, tantas amenazas, tanto miedo… Pero, al fin, hoy se ha hecho justicia y la pesadilla ha llegado a su final”, expuso con una sonrisa cansada.
“Ahora, solo quiero abrazarla y decirle: ‘Mamá, ya terminó este calvario’. Porque eso es lo que ha sido, un calvario. Y no solo en la parte emocional, sino también en la parte del gasto, por ejemplo. Tuvimos que vender muchas cosas para gastar en la defensa de mi madre el dinero que no teníamos”.
Pegada a una de las largas paredes del inmueble de la SCJN para protegerse del sol corrosivo de la capital, Ana Paula también recordó las veces que le llevaba de comer a su madre en bolsas de plástico al penal, tal y como hacen muchas otras personas con sus familiares. “Le llevaba lasaña que más bien parecía un pastel todo desbaratado”, dijo entre risas.
Aun así, contó que el ánimo de Alejandra Cuevas no decayó en prisión. “Mi madre, con esa energía tan enorme que tiene, me decía: ‘Pues ahora quiero pintar la cárcel, hay que conseguir que nos donen pintura y rodillos. Y ahora hay que conseguir colchones, pero sin resortes’. Ella siempre estaba viendo cómo podía hacer para mejorar las condiciones de la cárcel y de las mujeres ahí presas”.
De hecho, Ana Paula señaló que, una vez conseguida la libertad de su madre, ahora iniciará la segunda fase de su lucha a través de la Fundación Libertad para Alejandra, que tendrá por objetivo ayudar a mujeres encarceladas en prisión preventiva y que fueron abandonadas por sus abogados de oficio.
“Vamos a seguir luchando con nuestra fundación para ayudar a todas esas personas que están en las cárceles por haber robado un perfume y que llevan nueve años sin un juicio ni una sentencia. Esa será nuestra misión a partir de hoy”, apuntó Alonso.
Finalmente, pasadas las 4 de la tarde de ayer, apenas un par de horas después de que los ministros le concedieran el amparo liso y llano, Alejandra Cuevas salió de Santa Martha, a unos 20 kilómetros de la SCJN.
La liberación fue tan rápida que ni siquiera les dio tiempo a sus tres hijos de llegar al penal para atestiguar el ansiado momento de la liberación, por lo que la señora salió en compañía de sus abogados.
“Gracias a los medios de comunicación presentes y a la sociedad civil que sin conocerme me han respaldado a mí y a mis hijos”, se arrancó diciendo la mujer en sus primeros minutos de libertad y ante los periodistas.
“Tengo la certeza de que, sin ustedes el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, me hubiera sepultado para siempre en la cárcel con un delito que él fabricó, provocando un daño irreparable en mi familia y en mi vida”.
A continuación, con voz cansada pero firme —aunque tuvo que hacer una breve pausa para agarrar fuerza—, la mujer concluyó diciendo ante el mar de micrófonos que la rodeaba que quiere ser recibida por el presidente Andrés Manuel López Obrador para pedir “protección” para ella, su madre, sus hijos y su familia, “frente a cualquier eventualidad”, luego de que la SCJN diera un revés al fiscal general, poniendo fin al caso que sostiene en contra de su familia política desde hace siete años.
Precedente histórico
Una vez que se conoció la votación unánime para conceder el amparo liso y llano a Alejandra Cuevas, sus hijos destacaron que, al superarse la barrera de los ocho votos a favor de 11, se estaba sentado un precedente legal histórico que podría beneficiar a otras mujeres en casos similares.
Animal Político consultó a Javier Martín Reyes, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, para preguntarle qué supone que los 11 ministros votaran a favor del amparo liso y llano en este caso.
En entrevista, el especialista explicó que, en efecto, hay una regla derivada de la reforma judicial del año pasado que establece que toda sentencia del pleno de la SCJN votada por más de ocho votos a favor puede establecer un precedente legal que será obligatorio tomar en cuenta por el resto de los tribunales del país.
“El proyecto de Ortiz Mena hizo un muy buen trabajo para evidenciar cómo a partir de estereotipos se pretendió construir la probable responsabilidad de ambas mujeres. Y creo que, en este tipo de casos penales relacionados con el homicidio de concubinos, podría generar un criterio interesante que no solo sirva a estas dos mujeres, sino a muchas otras también”, subrayó.
No obstante, aunque en este caso los 11 ministros del pleno votaron a favor del amparo liso y llano, Martín expuso que aún hay que esperar “a la versión final de la sentencia en la Corte”, para poder determinar a profundidad cuáles serán los alcances jurídicos y precedentes legales que podrían sentarse de cara a otros casos futuros.
Con información de Animal Político