CHAMAQUEA LOLITA A LEGISLADORES
Sin lectura previa, avalan proyecto de Miscelánea
Fiscal para el 2021; buscarán revocar puntos críticos
Primer acto:
El Senador por Sinaloa, por el Partido Revolucionario Institucional, Mario Zamora Gastélum, envía
una publica felicitación en su cuenta de Twitter a la titular del Servicio de Administración
Tributaria, Raquel Buenrostro Sánchez, por la simplificación administrativa que se contempla en la
iniciativa de Ley de Ingresos que en fechas recientes se presentara para su discusión y análisis ante
la propia Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Segundo acto:
Dirigentes de diversos organismos empresariales del norte de Sinaloa convocan a una reunión
urgente con el legislador sinaloense, preocupados por diversos puntos torales que se incluyen en
la también llamada Miscelánea Fiscal y que en algunos casos contempla un incremento de más del
118 por ciento en la pago de las contribuciones al SAT.
Tercer acto:
Ante los integrantes de la llamada Intercamaral de Los Mochis, Mario Zamora reconoce que se
adelantó en su felicitación y apoyo a la iniciativa de Ley de Ingresos, debido a que no tuvo la
delicadeza previa de su lectura completa, para conocer a detalle todos los puntos contemplados.
“Me chamaquearon”, admite sin tapujos.
El senador priista acudió este lunes a la reunión semanal de la Intercamaral, integrada por los
dirigentes de diversas cámaras y organismos productivos del norte de Sinaloa, convocado por el
presidente del Centro Empresarial del Valle del Fuerte, José de Jesús Ramos Ortiz, quien había
prendido los focos rojos por la serie de inconsistencias detectadas en el proyecto de miscelánea
fiscal.
El experto fiscalista prácticamente sentó en la mesa de los acusados al fallido candidato a la
gubernatura de Sinaloa y, como en la escuela, con palitos y bolitas lo hizo recapacitar de su público
error, de sumarse al proyecto fiscal de la federación para el próximo año y que en realidad registra
una serie de inconsistencias y graves repercusiones para los contribuyentes.
Tras la larga explicación, Mario Zamora admite que tras el chamaqueo del que fue víctima en
realidad se oculta la intención de un incremento del 118 por ciento a los contribuyentes formales.
Otro de los factores ocultos, que ni el senador sinaloense, que es uno de los más letrados en el
tema hacendaria en la actual legislatura, dado su paso por la propia Secretaría de Hacienda y
Crédito Público del Gobierno Federal el pasado sexenio, se había percatado, es la clara intención
de acabar con los llamados sectores intermedios, pues una de las condicionantes para ser
beneficiado de alguna simplificación o contribución fiscal es no pertenecer a ninguna cámara
empresarial, asociación gremial y civil.
Esto, reconoce tarde Mario Zamora, es una violación directa al libre derecho de asociación, que
busca menguar el poder de los organismos que el gobierno de la llamada Cuarta Transformación
ve como sus principales enemigos.
Aun más, en el caso del sector agrícola, principal pilar de la economía regional, este intento incluso
acaba con la búsqueda de algún apoyo a la actividad, como puede ser para la comercialización de
sus cosechas.
Tras el oso cometido, lo que le queda a Mario Zamora ahora es, número 1, hacer llegar un escrito
a la propia titular del SAT, donde prácticamente la desfelicitara por el programa de simplificación
administrativa y, 2, organizar un encuentro de los dirigentes empresariales del norte de Sinaloa
con los senadores del bloque opositor de Morena, como son los del PAN, PRI, PRD y Movimiento
Ciudadano, para enterarlos de lo que verdaderamente se esconde detrás de la miscelánea fiscal
que, seguramente como a él le ocurrió, ninguno de los legisladores y sus bien pagados asesores se
han percatado.
Aunque de entrada ese cabildeo ya se anticipa inútil, pues, pese al bloque que pudiera
establecerse entre los senadores de oposición, basta el 50 por ciento más 1 de los integrantes de
la Cámara Alta del Congreso de la Unión para la aprobación intacta de la iniciativa de Ley de
Ingresos, y eso fácilmente se logra con el voto de los representantes de Morena y sus aliados, PT y
Partido Verde.
Al final, a Mario Zamora, al igual que el resto de los senadores, no les quedará más que reconocer
que una vez más fueron “chamaqueados” y que se adelantan a aprobar una iniciativa que jamás se
tomaron la molestia de leer.