A poco más de dos años de terminar su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador confesó que hay dos asuntos que le preocupan: tiempo y presupuesto. “El tiempo para que podamos concluir y el presupuesto para que podamos financiar las obras sin endeudar al país y que tengamos los ingresos propios”, dijo este miércoles.

A diferencia de otros presidentes, López Obrador terminará su sexenio semanas antes del 1 de diciembre. La reforma política-electoral aprobada el 10 de febrero de 2014 estableció que el presidente para el sexenio 2018-2024 estaría en el cargo hasta el 1 de octubre. Hasta ahora han pasado 39 meses del gobierno de López Obrador por lo que faltan 29 meses para que concluya su administración. Es por esa razón que el presidente afirmó que le preocupa el tiempo y sabe que deberá “aplicarse a fondo” para concluir los proyectos que tiene pendientes. “Ya tengo muy poco tiempo, deben ser dos años, cuatro meses para entregar la Presidencia si me lo permite el creador y la naturaleza. Entonces tengo que aplicarme a fondo. Si me dicen cuáles son dos preocupaciones de acuerdo a mi trabajo, el tiempo y en segundo lugar el presupuesto”, señaló.

Rumbo a la recta final de su administración, aún hay obras que el gobierno quiere concluir y reformas de ley que al presidente le interesa que sean aprobadas. Entre las construcciones destacan la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, y el Tren Maya. Mientras que en las leyes, el presidente está a la espera de que se discuta y en su caso se apruebe una reforma electoral y, próximamente, enviará una iniciativa de ley para transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Al presidente se le preguntó si en los próximos meses planearía realizar una gira de trabajo por el sur del continente americano, lo que comentó que ve difícil porque ya tiene poco tiempo al frente de la presidencia. “Un viaje hacia allá está un poco complicado porque decía el tiempo para terminar aquí y contar con los ingresos y poder financiar todas las obras… Tenemos muy buenas relaciones con todos los gobiernos de América del sur, del cono sur, aún con gobiernos no tan afines en lo ideológico pero que están gobernados por gente sería como es el caso del presidente de Ecuador”, compartió. Al inicio de su gobierno, el presidente López Obrador fijó que entre el primero y segundo año quedarían sentadas las bases de la transformación del país, luego vendría la consolidación.

Con información de Expansión

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