La fiebre aftosa, que afecta al ganado, llegó a México en 1946, procedente de Brasil. Se logró su erradicación en sólo unos años, con un gran costo económico y social, y tras haber sacrificado, en lo que se conoció como el “rifle sanitario” a un millón de cabezas de ganado. Setenta y cinco años después, seguimos batallando contra los mitos en torno a las vacunas, dijo Peter Fernández, funcionario estadunidense y ex codirector de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA).

Los logros de la colaboración iniciada en el gobierno de Miguel Alemán son una prueba, dijo el funcionario estadunidense, de que “la única manera de lograr una agricultura sustentable es trabajando juntos”.

En una reunión encabezada por Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), se conmemoró la fecha y se hizo un recuento de la colaboración binacional que dio lugar a que hoy se pueda hablar de “un reto sanitario exitosamente superado”.

En ese marco, se inauguró el Centro Nacional de Referencia para el Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Exóticas y Emergentes de los Animales, que fue presentado como “un laboratorio de máxima seguridad, en beneficio del sector pecuario de México”.

El secretario de Agricultura destacó en su intervención la importancia de “salvaguardar la capacidad productiva de nuestros ganaderos, de nuestros agricultores”, con la colaboración de gobierno, científicos y sociedad civil.

Dijo que de nada servirían todos los esfuerzos para garantizar la seguridad alimentaria del país “si no se garantiza la sanidad animal, pues una enfermedad no controlada” puede acabar con todos los esfuerzos de los productores. De ahí la importancia de la colaboración binacional que ha permitido que tengamos la capacidad para enfrentar enfermedades que afectan a los animales criados para consumo humano.

En el evento se destacaron los logros de la comisión binacional que, tras la erradicación de la fiebre aftosa, fue modelo para otros esfuerzos compartidos (como enfrentar la peste porcina africana que, dijo el secretario, ha llegado a República Dominicana y Haití).

Bajo las recomendaciones estadunidenses, se impuso en 1947 la eliminación del ganado enfermo o sospechoso, lo que derivó en estallidos sociales en varias entidades. “Hubo un descontento popular increíble”, dijo Juan Gay Gutiérrez, a cargo del recuento histórico.

Gay recordó que uno de los dirigentes agrarios que rechazaron la eliminación del ganado fue Rubén Jaramillo, y también que en los enfrentamientos derivados del rechazo al sacrificio del ganado, murieron trabajadores sanitarios, militares y civiles.

El funcionario mencionó el caso de Senguio, Michoacán, donde fueron linchados el veterinario Augusto Juárez y siete militares, por un grupo de pobladores encabezados por Teodora Medina.

Actualmente, en la plaza de ese lugar hay un monumento a la “heroína” Teodora Medina, pero no se ha reconocido a ninguno de los ocho veterinarios asesinados, ni a las decenas que cayeron en los enfrentamientos.

El “rifle sanitario” fue reemplazado por la vacuna y, tras la aplicación de 60 millones de dosis, la enfermedad se declaró erradicada en 1955.

Con información de La Jornada

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