ESCENARIOS


Felipe Manzanarez

Pónganse de acuerdo

A poco más de un mes de transcurrido el homicidio del periodista Luis Enrique Ramírez sigue siendo objeto de inexplicables declaraciones contradictorias entre el gobernador de Sinaloa, la fiscal del Estado, el subsecretario de Seguridad y su jefa la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de México.

A simple vista parece un problema de comunicación interinstucional, pero no lo es. Un tema que fue noticia con difusión nacional y en momentos internacional no debe ser tratado a la ligera por las autoridades.

El 12 de mayo, siete días después de ocurridos los lamentables hechos, Ricardo Mejía anunció que los autores materiales del homicidio habían sido identificados, pero no reveló sus identidades con lo que les dio ventaja para huir.

El 30 de mayo, dieciocho días después de la imprudencia del subsecretario, Rubén Rocha anunció que a más tardar el día 7 de junio quedaría resuelto el caso.

El 06 de junio, Sara Bruna Quiñones afirmó que no fue asesinado por su labor periodística, pero tampoco informó cual fue el móvil, ni la identidad de los autores intelectual y material.

El 07 de junio, Rosa Icela Rodríguez afirmó que ya había personas detenidas como presuntos responsables y que están en espera de que el poder judicial gire nuevas órdenes de aprehensión, sin embargo, la Fiscalía General del Estado no confirmó su versión y para acabarla de amolar el gobernador le corrigió la plana al señalar que la funcionaria federal se confundió.

En el marco del día nacional de la Libertad de Expresión, Rocha Moya intentó lucrar políticamente con la noticia del resultado de procuración de justicia, pero falló en su cálculo. Quiso quedar bien con la comunidad periodística, pero sólo consiguió abonar a su enojo e intranquilidad.

Lo anterior sucede siempre cuando la investigación de delitos de alto impacto se maneja con fines de opinión pública y no de manera científica para conocer la verdad de los hechos. Todos deseamos que el caso de Luis Enrique Ramírez no pase a engrosar los archivos de la impunidad.

En el radar

1. Mea culpa. Vía desplegado en prensa, el alcalde de Culiacán con licencia – pero todavía con fuero – pidió disculpas a Graciela Domínguez y a Sara Bruna Quiñones por las ofensas que de manera pública profirió contra ellas. Estrada Ferreiro aceptó que ha cometido muchos errores y equivocaciones como ser humano. Apeló a la comprensión de las funcionarias. ¿Logrará con esta acción desactivar las denuncias por violencia política en razón de género que están listas para presentarse?
2. Conflicto de interés. Quien mantiene su posición de no participar en los procedimientos de Juicio Político y Declaratoria de Procedencia que el Congreso del Estado substancia en contra del multiacusado alcalde de Culiacán, es el diputado morenista Jesús Ibarra. Su decisión puede ser considerada como moralmente correcta, jurídicamente innecesaria y políticamente cuestionable. Serán sus compañeros de partido quienes juzguen su decisión de excusarse.
3. Mera coincidencia. Autoridades federales de la secretaria de Salud dieron a conocer que son 9 estados de la república donde se registran tendencias al alza en contagios de COVID. Sinaloa aparece en la lista. Los incrementos iniciaron a partir de la tercera semana del pasado mes de mayo – cuando ya no era secretario de Salud el QFB Héctor Melesio Cuén Ojeda – quien, por cierto, venía desempeñando un trabajo sobresaliente en el combate a la pandemia.

Twitter: @FeManzanarez

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *