Derrotas y acusación de corrupción: las presiones que encara el líder del PRI
Habían pasado unas horas de que el dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, sonreía de mejilla a mejilla junto el gobernador virtual de Durango, Esteban Villegas, por el triunfo electoral del pasado 5 de junio, cuando las acusaciones en su contra y los reclamos por los resultados electorales lo volvieron a salpicar. Días antes de las elecciones, una serie de audios difundidos por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, habían dejado mal parado al líder priista que pactó con sus antes rivales PAN y PRD una alianza frente a Morena, a lo que se sumaron críticas de militantes priistas quienes piden su renuncia.
Moreno Cárdenas es, hasta ahora, el dirigente nacional del otrora partido más importante en el país con quien ha habido una mayor pérdida de entidades gobernadas: desde que tomó las riendas del partido, nueve entidades han dejado de ser gobernadas bajo las siglas del PRI. Resultados menos negativos provocaron que líderes como Manlio Fabio Beltrones renunciaran a la dirigencia, mientras que “Alito” se envalentona hacia las próximas elecciones, de 2023, en las que se jugará la retención de Coahuila y el Estado de México, y de 2024, donde apuesta por “dar tiro” a Morena junto con sus aliados e incluso se considera como candidato presidencial. Contrario a sus aspiraciones, otros priistas piden que afronte la responsabilidad de perder bastiones como Hidalgo, estado en el que nunca hubo alternancia, y renuncie. Uno de ellos es el exdirigente Roberto Madrazo. “Desde que @alitomorenoc llegó a la dirigencia del PRI, el PRI perdió tres cuartas partes de los estados que gobernaba”, publicó en un mensaje en Twitter, en el que aseguró que había un “problema con la dirigencia del partido” y que si la alianza quiere que haya “tiro” para 2024, “el PRI debe renovarse”.
No fue el único. Un grupo de priistas disidente que conforman la agrupación Frente Nacional Democracia y Justicia Social exigió “la renovación inmediata” del CEN del PRI. En esta agrupación se encuentran priistas como José Encarnación Alfaro, Fernando Lerdo de Tejada y José Ramón Martell. El Frente consideró que Moreno Cárdenas y la secretaria general, Carolina Viggiano, quien compitió por la gubernatura de Hidalgo y perdió frente a Julio Menchaca, de Morena, tienen sumido al partido “en una profunda crisis”. La petición llega al tiempo que el dirigente estuvo en medio de la polémica con la gobernadora de Campeche por la liberación de distintos audios en los que se acusan supuestos hechos de corrupción y de una declaración en contra de los periodistas. El último de estos episodios fue este martes, luego de que Layda Sansores dio a entender que era la “muerte política” del priista por los resultados del pasado domingo 5 de junio. “Yo les dije, no se preocupan, en Campeche cavó su tumba, en Hidalgo es el entierro y yo pongo la corona”, aseguró en su programa “El Martes del Jaguar”, en el que ha hecho también otros señalamientos de presunta corrupción. Al respecto, “Alito” insistió que se trata de una persecución política con la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador. “No es que seamos ingenuos que el gobierno de la República no esté enterado de lo que hace una gobernadora todas las semana, difamando, y que avale una amenaza de muerte ”, acusó en entrevista en Aristegui en Vivo.
En medio de esta situación, Moreno Cárdenas anunció que la próxima semana hará una gira de trabajo por Estados Unidos, en la que interpondrá denuncias ante organismos internacionales. “Los denunciaremos por las filtraciones ilegales y por todo lo que ocurrió (…) Esto es una amenaza de muerte de una autoridad que tiene todo el poder , porque tiene los instrumentos, tiene las fiscalías, lo tiene todo”, aseguró. La exposición de “Alito” se intensificó tras su negativa de avalar la reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador , quien hizo varios llamados a los legisladores priistas de apoyar su iniciativa para fortalecer la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a la que se negaron. Pero también ante el balance del partido tras los últimos procesos electorales en los que el PRI ha perdido no solo gubernatura sino también espacios en el Congreso de la Unión y está en riesgo su registro en algunos estados al no alcanzar el umbral necesario para mantenerse como institución política.
En Quintana Roo, el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, Pedro Flota Alcocer, refutó que el registro tricolor esté en riesgo dado que se logró un 4.9709% en la elección para diputados locales, dos puntos porcentuales arriba al mínimo que exige la Ley, aunque no así en el caso de la gubernatura, donde obtendría solo el 2.96%, cuando hasta hace seis años era gobierno en la entidad de la mano de Roberto Borge, actualmente en prisión. En 2016, el PRI perdió la gubernatura con Carlos Joaquín, de la alianza PAN-PRD, ahora sus aliados en otros estados, pero no en Quintana Roo, donde compitió solo con Leslie Hendricks, hija del exgobernador Joaquín Hendricks, y obtuvo su menor votación obtenida. Este año, Hidalgo y Oaxaca se sumaron a las pérdidas de “Alito” en el mapa político, y aunque junto con la alianza logró la victoria en Durango de la mano de un priista, y el triunfo no ha sido suficiente para sortear la situación del partido y su dirigente nacional, al que le ha cambiado la sonrisa días después de la elección. Será el próximo año cuando Moreno Cárdenas, si se mantiene como dirigente, tenga su última prueba: la previa a las elecciones de 2024.
Con información de Expansión