ESCENARIOS

Felipe Manzanarez

LA SEMANERA

La conferencia semanal del gobernador estuvo llena de anuncios que se pueden considerar buenas noticias. Rocha Moya cambió la estrategia para desviar la atención del tema del desafuero del alcalde de Culiacán. Por lo visto, la mala costumbre gubernamental de anunciar lo que van a hacer y no lo que ya se hizo continuará.
El gobernador empieza a cometer errores en su conferencia semanal, sin darse cuenta se desliza con imprudencia. Su pecho no es bodega. Cada día se parece más a su líder Andrés Manuel. Pregunta a sus colaboradores cuales son los temas a tratar. Le haría bien preparar el contenido de su conferencia. Seleccionar los temas. Divulgar datos precisos y no vaguedades con buenas intenciones.
En el uso de la voz, su secretario de Gobierno, en lugar de dirigirse a los periodistas, lo hace hacia el gobernador. Lo mira, lo acecha, lo encanta con sus palabras y poses falsas.
Al hablar sobre la futura creación del Instituto para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, Rubén Rocha propone: “que se quede en manos de esos periodistas que son criticones”. Señal de su temprano enfado y poca tolerancia.
Sobre el desafuero del exalcalde quedó demostrado que, aun cuando el doctor Rocha obtuvo el grado de licenciado en derecho el año pasado, lo suyo lo suyo, no es lo jurídico. No distingue entre imputar y culpar.
A pregunta del periodista Rogelio Félix, de si habrá persecución política contra Estrada Ferreiro, el gobernador contestó: “categóricamente no va haber persecución política”.
Felicitó al Congreso del Estado por hacer su tarea y dudó si el poder judicial tiene que participar en el caso Estrada Ferreiro. Es por eso que su ignorancia jurídica lo hace dependiente de aquel que se jubiló a los 49 años de edad, quien lo aconseja motivado más por intereses personales que institucionales.
Por diversas razones el gobernador le llamó la atención a su secretario de Obras Publicas en tres ocasiones.
El originario de Badiraguato, quiso causar lástima presumiendo la pobreza de su infancia. Lo cierto es que hoy, gracias a Dios y a su esfuerzo personal, el gobernador de Sinaloa vive como todo un burgués fifí -léxico marxista obradorista-.
Así la semanera.

EN EL RADAR

1. Mensajero. Juan de Dios Gámez salió apresurado de la reunión que sostuvo con activistas sociales en la calle Hidalgo a un costado del mercado Garmendia. Se llevaba viendo su reloj lo que no gustó a los asistentes. Leticia Castillo coordinadora del Colectivo Textil Sinaloense le dijo al presidente sustituto que el gobierno no les ha dado los anticipos para confeccionar uniformes escolares por lo que le pidió que hable con su padrino para que les entreguen los recursos indispensables para reactivar a las mujeres autoempleadas.
2. Azuzado. Así parece andar Feliciano Castro, presidente de la JUCOPO del Congreso del Estado. Para nadie es un secreto que en su círculo rojo figuran diputados de la calidad de Pedro Lobo, Ambrocio Chávez y Serapio Vargas. Salió a relucir la razón de su mal humor y delirio de acoso. Con esos consejeros es fácil terminar provocado.
3. Regresó. Juan Ernesto Millán fue nombrado director general del CODESIN. Interesante conocer si su regreso fue por méritos propios, negociación con el extinto partido FUERZA POR MÉXICO o por intervención del exgobernador Juan S. Millán. Lo cierto es que el junior tiene amplia formación académica y experiencia acreditada en la función pública.

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