Moratoria constitucional: la postura de la oposición para bloquear reformas
Una moratoria está más relacionada con términos económicos o fiscales, pero desde que la oposición de Va por México anunció que aplicará una “moratoria constitucional” en protesta por el presunto clima de ausencia de diálogo, hostigamiento, e injerencia del gobierno federal en elecciones, hay dudas sobre los alcances de esa medida. El 9 de junio, los líderes de Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, del Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, anunciaron esa estrategia de moratoria para no aprobar reformas constitucionales.
Pero ¿qué detonó la decisión? ¿Por cuánto tiempo prevén mantener esa moratoria? ¿Qué reformas van a dejar de legislar? ¿Ya no van a cobrar? ¿Habrá parálisis legislativa? Y sobre todo ¿Funcionará? Esas son las dudas que surgen por la aplicación de esta medida de protesta novedosa que aún sigue en el debate y aquí te explicamos. De entrada según el Diccionario del Español de México, editado por el Colegio de México, es la “postergación o aplazamiento en la realización de alguna cosa o de la aplicación de cierta ley” o bien, la “suspensión temporal de una decisión” hasta que se revise. Por eso aplica por ejemplo en caso de deudas, en que se decide no pagar, es decir declarar moratoria, hasta que haya renegociación de lo adeudado. Pero en el caso de Va por México no se planteó ninguna condicionante para levantar la decisión de no aprobar reformas constitucionales. Sí, si se mantiene unificada. Esto porque en la actual 65 Legislatura PRI, PAN y PRD suman 199 diputados federales, mientras que el bloque de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde (PVEM) reúnen 276. Para modificar la Constitución se requiere mayoría calificada de dos terceras partes de los diputados, es decir, 334 legisladores (66.8%) de un total de 500. Y ninguno de los dos bloques tiene ese número mágico para reformar la Constitución.
Tampoco los reunirían con los 25 diputados de Movimiento Ciudadano, mismos que son oposición pero no van en la misma tónica que Va por México. Por eso Va por México tampoco puede reformar la Constitución, pero sí puede bloquear que alguien intente modificarla. Se requieren 167 legisladores para contener una reforma constitucional “y en Va por México tenemos 200, tenemos sobrados votos en la Cámara de Diputados para evitar la regresión, la destrucción y que quieran cambiar la Constitución”, de acuerdo al líder panista Marko Cortés. En su rueda de prensa apenas cuatro días después de las elecciones de seis gobernadores, los dirigentes, acompañados de algunos de los coordinadores parlamentarios de sus bancadas firmaron un documento llamado “Pronunciamiento de moratoria constitucional”.
En la primera de cinco cláusulas acordaron: “Durante el tiempo que resta a la legislatura del Congreso de la Unión, los grupos parlamentarios no aprobaremos cualquier iniciativa de reforma, adición, o modificación a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos”. Es decir, la temporalidad es hasta el fin de la 65 Legislatura, misma que concluye el 31 de agosto de 2024, prácticamente el fin del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, que terminará el 1 de octubre de ese año. Y el objetivo, textualmente, es no avalar “cualquier” reforma a la Carta Magna.
Además, en la cláusula cuarta garantizaron que aprobarían sólo reformas a leyes secundarias. “Como oposición responsable siempre continuaremos impulsando diversas iniciativas a la legislación secundaria” para beneficio de los mexicanos y la democracia, según lo firmado. En la cláusula tercera los opositores se declararon alerta para, en caso de que se avale algo en contra de la Constitución, acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
¿Cuáles no pasarán y cuáles sí? ¿Todos en Va por México asumirán la moratoria?
Fue hasta después de que se generó polémica, que los dirigentes salieron a aclarar que no será un rechazo a todas las reformas constitucionales, sino principalmente a dos que son del interés del presidente Andrés Manuel López Obrador. Estas son la reforma electoral, cuya iniciativa fue presentada por el mandatario el 28 de abril, y la reforma para adscribir a la Guardia Nacional al organigrama de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), mismas que aún no se ha formalizado. Aunque en el acuerdo firmado no se establece con claridad, el líder del PRD, Jesús Zambrano, si acotó la moratoria a esas dos enmiendas, que son las que consideran “dañinas”. La electoral “no va a pasar (porque) busca desaparecer al INE y afectar su autonomía para regresar a los tiempos en que desde el gobierno se controlaba los procesos electorales, no pasará”. Pero tampoco pasará “la pretensión de culminar el proceso de militarización de la seguridad pública” que significa integrar la GN a la Sedena. Aunque “la militarización que ya está en curso” con la presencia militar en un sinnúmero de actividades civiles y administrativas durante el actual gobierno, concretar el cambio en la Constitución sería llegar al “militarismo pleno como sustento de una dictadura”. “No vamos a permitir que eso suceda y como son reformas constitucionales, presentamos la propuesta de moratoria constitucional”, explica el perredista. No. Una parte de los senadores del PRI ya expresó su rechazo a acatar esa medida. Tras el anuncio de la multicitada suspensión de reformas los senadores del tricolor marcaron su distancia. Principalmente, porque no quedó claro que sólo se rechazarán dos reformas constitucionales, “las dañinas” pero además porque –anunciaron- privilegiarán su función de legislar. El líder de los senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio expuso: “nos eligieron para venir aquí a legislar, que quiere decir aprobar, pero también rechazar lo que no sirva al país y eso pasa por un análisis y proceso legislativo”. No se percibe una dieta, atajó, “para ni siquiera discutir o analizar (…) no seremos como ellos que siendo de oposición tomaban las cámaras, se oponían a todo sin siquiera discutirlo”. Y como “son más las voces en este sentido” esa será la postura de la bancada, sostuvo, con el respaldo de las senadoras Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes, quienes el martes 14 se reunieron con el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno, para refrendar esa postura. Moreno no explicó por qué no consultó la estrategia con todos legisladores y minimizó esa postura. Sin embargo, destacó que su plan sí fue respaldado por la bancada de diputados federales, que encabeza Rubén Moreira y por una parte de los senadores, entre ellos Mario Zamora. Ambos acudieron al anuncio de Va por México sobre la moratoria. El PAN y el PRD sí actuaron al unísono con sus legisladores y de hecho la estrategia fue anunciada con la presencia de los coordinadores parlamentarios, Julen Remetería, de los senadores del PAN, y Jorge Romero, líder de los diputados panistas. Del PRD acudió la vicecoordinadora de los diputados, Elizabeth Pérez Valdéz y se excusó al líder de los senadores Miguel Ángel Mancera, por un tema de salud.
¿Cómo reaccionó AMLO a la moratoria? ¿No van a cobrar? ¿Habrá parálisis legislativa? ¿Qué detonó la moratoria?
El objetivo de la moratoria es simple, de acuerdo al senador azul Rementería “proteger la democracia y mandar al basurero de la historia ocurrencias de reformas constitucionales bolivarianas” que ha propuesto el presidente. Sin embargo, el PAN discutirá si la moratoria es una estrategia adecuada hasta el lunes 27 de junio en reunión de su Comisión Permanente Nacional, órgano que reúne a legisladores y órganos directivos del blanquiazul. Al día siguiente, en conferencia en Huatulco, Oaxaca, el presidente López Obrador no expresó sorpresa alguna y minimizó el plan opositor pues sus principales propuestas de reforma constitucional ya se concretaron. “No hay nada nuevo, es lo que han hecho. No proponen nada, no ayudan, se dedican a estorbar. Mucho ayuda el que no estorba”, criticó. Cinco días después del anuncio, el lunes 13, agregó: “si no van a legislar, nada más que no cobren, que pidan licencia porque están declarando que no van a aprobar nada”. El líder de los diputados priístas, Rubén Moreira, explicó que quienes tienen funciones en el Congreso como él, que es presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), las ejercerán por lo que la moratoria no implica dejar de trabajar. Y criticó por tanto la expresión ‘reduccionista’ emitida por el presidente “y alejada por la realidad” pues ha ignorado las necesidades de la población, mismas que ha impulsado la oposición, pero no son oídos. El coordinador de los diputados del PAN, Jorge Herrera Romero, aclaró al presidente que, para empezar, el Congreso está en periodo de receso legislativo, por lo que si no se convoca a periodo extraordinario de todas formas no podría pasar ninguna reforma de ningún tipo. Pero además –explicó– Va por México ha expresado su rechazo a dos enmiendas: la reforma electoral y la de la Guardia Nacional y “no es que no vayamos a legislar” pues incluso el rechazo de una propuesta es legislar. Lo que va a ocurrir es que cuando llegue la hora de discutirlas “nos vamos a comisiones, dictaminamos, nada más que la vamos a votar en contra. Nunca hemos dicho que no vamos a trabajar. Por supuesto que no habrá parálisis’, sostuvo el panista. “No hay parálisis legislativa, se sigue trabajando en Comisión permanente, en las comisiones, lo importante es no permitir reformas a la Constitución que rompan el régimen democrático, como se busca con la electoral”, respondió el líder del PRI, Moreno Cárdenas. Los dirigentes opositores expusieron todo un historial de agravios como justificante para anunciar la moratoria, aunque, como explicó Herrera, no hay periodo ordinario de sesiones como para que realmente pudieran, hoy, sin sesiones de por medio, ni aprobar ni rechazar ningún tipo de reforma legal o constitucional. Marko Cortés, líder del PAN ennumeró las causas que llevaron a la oposición a decidir no aprobar enmiendas a la Constitución. El presidente ‘ha cancelado cualquier posibilidad de diálogo con los partidos de oposición”, ha incurrido en “sistemáticas violaciones a la Constitución” entre ellas ha militarizado en los hechos a la Guardia Nacional, “además tergiversó la revocación de mandato para satisfacer un capricho presidencial” y “deformó” la figura de la Consulta Popular. La puntilla fueron las elecciones, dijo, por la injerencia presidencial y de funcionarios públicos en las campañas, lo que les llevó a radicalizar la postura opositora.
¿De dónde salió el término de moratoria? ¿Funcionará la moratoria constitucional? ¿Toda la oposición está en moratoria?
Según el panista Cortés Mendoza el término lo han empleado activistas de algunas causas sociales. Pero “la primera voz que me habló de este concepto fue Ignacio Loyola (exgobernador panista de Querétaro) y luego fueron muchas más voces, colectivos que nos los decían que no apoyáramos reformas regresivas, explicó. El mismo presidente López Obrador anticipó que ese plan podría no funcionarle a la oposición, ni en imagen, ni electoralmente. Pero sobre todo el mandatario deslizó que los cambios que más le interesaba hacer a la Constitución ya los logró –lleva 18 reformas desde el inicio de su sexenio– y además podría vencer obstáculos y conseguir lo que busca sin necesidad de modificar la Carta Magna. “Si bloquean las iniciativas de reforma, vamos a utilizar el marco jurídico y vamos a salir adelante frente a todos los obstáculos. Es que ya la verdad, ya lo fundamental ya salió”, declaró el 10 de junio. “Dicen ‘nos oponemos’, ¿A quien perjudican? Al pueblo. Esa actuación retrógrada les afecta a ellos también, política y electoralmente”, expuso. Y sí. Vía reformas a leyes secundarias ha logrado que, gracias a la SCJN se reinterprete la Constitución tal como buscaba el presidente. El caso más evidente ocurrió en abril con la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que al no ser declarada inconstitucional, por diferencias entre ministros, dejó firmes algunos apartados que, sin embargo, contravendrían la Constitución. No. Movimiento Ciudadano expresó su rechazo a esa postura y por tanto no se sumará. El coordinador de MC en el Senado, Clemente Castañeda descalificó esa estrategia en su cuenta de Twitter: “Los líderes de la oposición no entienden que no se trata de rechazar todo lo que propone el presidente, sino de construir alternativas a los problemas de las y los mexicanos’’, acusó al deslindarse.