De ser aquel “partidazo” que gobernó al país y a Puebla por décadas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hoy quedó reducido a un partido satélite que buscará su sobrevivencia en la elección de 2024, ya que está condicionado a lo que diga el PAN, su histórico rival; además, enfrenta escándalos protagonizados por su dirigente nacional Alejandro Moreno; Javier “N”, ex candidato al gobierno de Puebla en 2010 acusado por feminicidio; y Mario “N”, ex gobernador preso por el delito de tortura y sus nexos con una red de tráfico de explotación sexual infantil.

Cabe señalar que el declive del partido tricolor inició años atrás en Puebla, cuando en 2005 el escándalo de la red de pederastia en la que presuntamente formó parte el llamado Gober precioso influyó en las urnas en 2011 y perdió la gubernatura contra Rafael Moreno Valle, un ex priista que tras no encontrar espacio en ese partido, consiguió un lugar en el PAN y desde ahí inició una lucha para extinguir a su primer grupo político.

En el escenario actual, el ahora dirigente estatal, Néstor Camarillo Medina, reconoce que el PRI no tiene la suficiencia para ir solo en 2024, pues necesita del PAN, quien hasta hace dos décadas era su principal oponente en las urnas electorales pero con quien hoy integró la alianza Va por México, pues a su decir “algunos panistas nos veían como un mal necesario, pero el PRI no va a desaparecer jamás”. Por ello, ahora solo aspira a ganar otras 22 alcaldías en 2024 y ser tomado en cuenta para encabezar la candidatura a la alcaldía capitalina.

Con este panorama, Claudia Ramón Pérez, catedrática de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), considera que el PRI corre el riesgo de convertirse en el próximo PRD y depender de los resultados de 2023 en el Estado de México, ya que con ello sería una luz para 2024.

De esta forma, en solo 12 años la hegemonía del PRI se desplomó, perdió la gubernatura, la mayoría en el Congreso local y de los 135 ayuntamientos que estaban a su cargo, ahora solo cuenta con 58. Además, de sus filas desertaron 560 mil militantes, ya que tenía 600 mil y ahora solo son 40 mil.

Con procesos penales, siete ex funcionarios priistas

La crisis del PRI en Puebla inició de la mano de un gobernador: Mario “N”, quien fungió en el cargo de 2005 a 2011, y que ahora se encuentra detenido por el delito de tortura en 2005 contra la periodista Lydia Cacho, autora del libro Los Demonios del Edén, donde exponía una red de pederastia en la cual forma parte del mandatario poblano junto con los empresarios Jean Surcar Kuri y José Kamel Nacif Borge, y el subsecretario de Seguridad Pública, Adolfo Karam. Mario “N” fue detenido el pasado 4 de febrero de 2021 por Agentes de la Fiscalía General de México en un domicilio en Acapulco.

Esto abrió las puertas del declive del partido en Puebla, sin embargo, a la lista de ex colaboradores priistas con procesos penales se suman seis, el más reciente es el caso de ex secretario de Gobernación y ex candidato a la gubernatura en 2010, Javier “N”, acusado por el feminicidio de la activista Cecilia Monzón.

Asimismo, se encuentra aún prófugo el ex secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública en el gobierno marinista, Javier García Ramírez. En tanto, Valentín Meneses Rojas fue detenido por agentes de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) en febrero de 2021, señalado por corrupción durante la administración marinista (2005–2011).

Meneses Rojas se desempeñó como secretario de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes. El 13 de mayo de 2021 salió de prisión gracias a un amparo, que le permite enfrentar su proceso judicial desde su domicilio.

En tanto, en noviembre de 2016, Francisco Castillo Montemayor, ex secretario de Medio Ambiente, fue detenido por mal manejo de recursos públicos por 39 millones de pesos. Mientras, el ex secretario de Salud, Alfredo Arango García, estuvo preso casi dos años acusado de enriquecimiento ilícito por 54 millones de pesos, pero tras pagar una fianza, abandonó el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel. Actualmente, enfrenta procesos de inhabilitación por 12 años para ocupar un cargo público, además de que le fue impuesta una sanción por cerca de 20 mil millones de pesos.

Otro de los perfiles allegados al marinismo que pisaron la cárcel fue el ex líder sindical del ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco, quien fue detenido en 2014 por el delito de extorsión, pero que en octubre de 2018 fue liberado.

En tanto, Juan Carlos Fernández Jasso fue detenido el 28 de febrero de 2022 por un presunto peculado de verificentros cuando se desempeñó como funcionario de la Subsecretaría de Medio Ambiente, sin embargo, fue liberado en marzo.

Por último, el pasado 5 de junio, Javier “N” fue detenido en Puebla capital, por presuntamente ser el autor intelectual del feminicidio de la activista Cecilia Monzón Pérez.

PRI corre riesgo de ser el nuevo PRD

De acuerdo con la catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Gobierno de la Upaep, Claudia Ramón Pérez, el PRI corre el riesgo de convertirse en el próximo PRD, pues ahora depende de los resultados de 2023 en el Estado de México, ya que con ello sería una luz para 2024.

En entrevista con MILENIO Puebla, la especialista dijo que indiscutiblemente los recientes escándalos (la detención del ex candidato Javier “N”) han afectado significativamente al PRI, aunque no “solo es de ahorita”, pues desde el pasado proceso electoral perdió electorado y unidad entre sus perfiles.

En ese sentido, consideró que la pregunta del PAN es qué tanto puede aportar el PRI a su causa, por lo que el reto será, en términos genéricos, ver cómo se movilizan las bases electorales del tricolor y que no represente una situación de fragilidad para la coalición.

“Tampoco hemos visto una propuesta de gobierno que se conozca por parte del PRI. El PRI corre riesgo de convertirse en PRD. Los escándalos del PRI lo han fracturado y, a menos que los liderazgos de antaño no cierren filas y ofrezcan una propuesta de cambio en este sentido, no podrá sobrevivir a través de una alianza”, consideró.

“Tampoco hemos visto una propuesta de gobierno que se conozca por parte del PRI. El PRI corre riesgo de convertirse en PRD. Los escándalos del PRI lo han fracturado y, a menos que los liderazgos de antaño no cierren filas y ofrezcan una propuesta de cambio en este sentido, no podrá sobrevivir a través de una alianza”, consideró.

No va a desaparecer en 2024: Néstor Camarillo

Mientras, el dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, acusó que los malos resultados del partido de deben a la herencia de los antiguos gobiernos, incluso, consideró que en la debacle del partido, algunos militantes fueron salvados por Morena, quien los integró a sus filas mediante asignación de candidaturas. Además, la falta de operadores al interior de Morena provocó que recurriera a seducir priistas y les prometió candidaturas.

Si bien señaló que el PRI en Puebla desde 2010 perdió la gubernatura, mientras que el PAN empezó a crecer con un gobernador que avasalló al PRI y amagó con terminarlo, éste “no lo logró”, pero en su lugar se creó una corriente neomorenista, es decir, un grupo político de mayoría priistas y algún otro panista.

Añadió que actualmente hay 58 presidentes municipales, pero 58 comprometidos con las convicciones el PRI, así como siete diputados locales, tres diputados federales y 88 regidores.

Reconoció que el priismo del pasado, el de Mario “N”, aún afecta al partido, pero ahora esos personajes forman parte de la vida política de Morena: “Lo peor del PRI se fue a Morena y ahí pareciera que lo santifica, perdona sus pecados y vuelve a sus integrantes seres humanos de bien. Sí nos han pegado los actores políticos del pasado”.

En ese sentido, el dirigente confío que el PRI pasará de los 435 mil votos que tiene en el estado a 600 mil en 2024, es decir, crecer 165 mil votos más, así como crecer de siete diputados a 10 en el Poder Legislativo, “que pasemos de 56 alcaldes a 80, que un priista pueda encabezar la gubernatura, que un priista puede encabezar la presidencia municipal de Puebla, el Senado o cualquier posición. Que quede muy claro a la coalición (Va por México): el PRI tiene perfiles para competir cualquier espacio de competencia política 2024, esa mi labor, es mi meta y trabajamos todo”.

Sin embargo, reconoce que el partido tricolor no tiene la suficiencia para ir solo en 2024, pues necesita del PAN: “Algunos panistas nos veían como un mal necesario, algunos priistas los veríamos como un mal necesario a ellos también, pero es un momento histórico que requiere dejar los intereses personales y de partido a un lado, por un bien común, el cual es que Morena se vaya, pues ha hecho mucho daño al país”.

A pregunta expresa si el PRI podría encabezar la alianza, Camarillo hizo un análisis. Resaltó que el PAN tiene 520 mil votos, el PRI tiene 435 mil votos y dependerá de quien encabece la Presidencia de México para acomodar las posiciones en lo local en 2024.

“Debo de ser muy enérgico en el llamado que le hago a la coalición de equilibrios políticos numéricos y políticos, porque no solo es de números. Si a esas nos vamos, me meto en los zapatos del PRD, y pues el PRD no podría encabezar ni una diputación local ni un Senado, ni una gubernatura, ni una presidencia municipal o sea nada, porque sus votos son muy poquitos, tuvieron 60 mil votos en el estado. Entonces, si nos vamos con números, con mucho respeto, el PRD no podría encabezar”.

“Debo de ser muy enérgico en el llamado que le hago a la coalición de equilibrios políticos numéricos y políticos, porque no solo es de números. Si a esas nos vamos, me meto en los zapatos del PRD, y pues el PRD no podría encabezar ni una diputación local ni un Senado, ni una gubernatura, ni una presidencia municipal o sea nada, porque sus votos son muy poquitos, tuvieron 60 mil votos en el estado. Entonces, si nos vamos con números, con mucho respeto, el PRD no podría encabezar”.

Por lo anterior, el dirigente reconoció que en 2024, “el PRI no puede ir solo. Necesitamos de todos, el PAN necesita al PRI, el PRI necesita al PAN, el PRI y el PAN, necesitamos del PRD, y el PRD necesita del PAN y PRI”.

Por último, destacó que Morena no cuenta con operadores y por eso recurre al PRI, el cual es un partido fuerte, unido, aunque unidad no significa unanimidad: “El PRI no está perdiendo fuerza, al contrario está ganando. El PRI no va a desaparecer jamás, aprendamos a vivir con el PRI toda la vida, porque yo estoy seguro que para el PRI vienen muy buenas cosas”.

Con información de Milenio

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