Pandora Papers: qué es el polémico proyecto minero Dominga y cómo involucra al presidente de Chile en la investigación sobre paraísos fiscales y riquezas ocultas
Los Pandora Papers le han significado un fuerte dolor de cabeza a algunas de las personas más poderosas y ricas del mundo.
Entre los casi 12 millones de documentos financieros filtrados —que revelan el uso de compañías offshore en paraísos fiscales, la evasión de impuestos o, en algunos casos, el lavado de dinero— aparecen 330 políticos de 90 países.
Y América Latina no es la excepción: tres presidentes en activo (Sebastián Piñera, de Chile; Guillermo Lasso, de Ecuador; y Luis Abinader, de República Dominicana) están en la lista de la investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
El caso de Piñera ha llamado la atención pues se le involucra en la compraventa del polémico proyecto minero Dominga, que, por su cercanía al archipiélago Humboldt (un conjunto de ocho islas e islotes que resguardan uno de los ecosistemas más ricos del mundo), viene generando controversia en Chile desde hace años.
El mandatario chileno calificó de “inaceptables” los señalamientos de la investigación de los Pandora Papers.
¿De qué se trata este proyecto, por qué es tan polémico y de qué se señala a Piñera? Aquí te lo contamos.
¿Qué es?
Valorado en US$2.500 millones, Dominga incluye la extracción de concentrados de hierro y cobre, y se prevé que se construya a 16 kilómetros de la comuna de La Higuera, región de Coquimbo, en el norte de Chile.
Además de la creación de una mina de tajo abierto, el plan incluye la construcción de un puerto propio para exportar su producción y una desalinizadora para no utilizar la escasa agua dulce de la zona, según Andes Iron, la empresa responsable.
El proyecto prevé producir 12 millones de toneladas anuales de hierro y 150.000 de cobre durante los 22 años de operación. Su construcción empleará a 10.000 personas y, una vez en marcha, el complejo creará 1.450 puestos de trabajo directos.
¿Por qué es tan polémico?
Si bien la iniciativa es apoyada por algunas comunidades de la zona debido a la alta creación de empleos, también genera una enorme polémica.
Esto, pues a solo 30 kilómetros de su puerto y de la planta desalinizadora, está la Reserva Nacional del Pingüino de Humboldt, un área ecológica en la que habita el 80% de la población mundial del pingüino de Humboldt, una especie en peligro de extinción.
A ellos se suman ballenas y chungungos (especie de nutria) que viven en el área.
Por ello, varias organizaciones ambientalistas han expresado su rechazo al proyecto, señalando que su daño ambiental podría ser “inmenso” e “irreparable”.
Y no solo eso: en 2017, durante el gobierno de Michelle Bachelet, el proyecto fue rechazado por dos organismos chileno, la Comisión de Evaluación Ambiental de Coquimbo y el Comité de Ministros del Servicio de Evaluación Ambiental.
En ese momento, se argumentó que la iniciativa presentaba una serie de riesgos que podrían comprometer la biodiversidad y el ecosistema de la zona, y que subestimaba su área de influencia.
No obstante, Andes Iron apeló y judicializó el caso. Y ahora, hace menos de dos meses, la Comisión Ambiental de Coquimbo aprobó el proyecto, generando una tremenda controversia.
“Se trata de un proyecto nefasto también en términos ambientales, que se va a emplazar en una zona que debiese estar protegida a nivel planetario, que ha sido identificada por el mundo científico como uno de los lugares más importantes de biodiversidad del planeta, que alberga a buena parte de la población de pingüinos de Humboldt”, dijo Matías Asún, director nacional de Greenpeace Chile.
“Es escandaloso”, agregó.
A pesar de que su aprobación significa un gran paso para la viabilidad del proyecto, no implica que se vaya a construir definitivamente, ya que todavía existen recursos pendientes ante la Corte Suprema.
¿De qué se acusa a Piñera específicamente?
Según el portal LaBot, uno de los medios investigadores de los Pandora Papers, la familia Piñera era la mayor accionista del proyecto Dominga hasta 2010, cuando Piñera llevaba 9 meses en el poder en su primera presidencia.
Ese año, el empresario Carlos Alberto Délano, amigo de infancia de Sebastián Piñera, compró la participación de todos los otros socios por US$152 millones.
Parte de esa operación tuvo lugar en las Islas Vírgenes Británicas.
Según las investigaciones del ICIJ, la venta de la minera establecía un pago a tres cuotas.
El pago de la última cuota, por un valor de US$9,9 millones, estaba sujeto a que no se estableciera una zona de protección ambiental que obstaculizara la instalación y operación de la mina.
El detalle, indica LaBot, es que la decisión sobre la demarcación de esa zona ambiental dependía del gobierno de Piñera.
A pesar de la presión de los grupos ambientalistas, Piñera no implementó tales protecciones.
Además, cuatro meses antes de que se hiciera ese trato, Piñera detuvo la construcción de la planta termoeléctrica Barrancones de la franco-belga Suez—que también buscaba emplazarse en la comuna La Higuera, cerca de Dominga— pese a que tenía los permisos para operar.
Sobre esa decisión, Piñera dijo entonces: “He acordado con Suez cambiar la ubicación de la central termoeléctrica Barrancones, de forma tal de alejarla del sector de Punta Choros, Isla Damas e Isla Gaviota y proteger ese santuario de la naturaleza”.
En aquel momento no se conocía el vínculo de Piñera con el desarrollo del proyecto minero Dominga.
Cuando más tarde se supo de los intereses económicos de Piñera en la zona, se abrió una comisión investigadora en la Cámara de Diputados que, de acuerdo con LaBot, concluyó que la información permitía, a lo menos, presumir que el mandatario “buscó beneficiar a minera Dominga en agosto de 2010, cuando de manera arbitraria y saltándose la institucionalidad ambiental canceló la construcción de la central termoeléctrica Barrancones en la comuna de La Higuera”.
¿Qué ha respondido Piñera?
El presidente chileno calificó este lunes de “inaceptables” los señalamientos de la investigación contenida en los Pandora Papers.
Piñera, una de las mayores fortunas de Chile con casi US$3.000 millones, dijo en rueda de prensa que los hechos revelados por el ICIJ “no son nuevos” y “están contenidos en el proceso” judicial cerrado en 2017 -incluida la polémica cláusula para llevar a cabo el tercer pago- y negó cualquier conflicto de interés.
El presidente aludía con esto a la investigación del Ministerio Público y los Tribunales de Justicia en 2017, cuando la Fiscalía recomendó terminar la causa “por la inexistencia de delito (…) y la falta de participación del presidente”.
“Me parece absolutamente inaceptable que se use una información ya conocida (…) y sobre la que ya se pronunciaron los tribunales (a mi favor)”,subrayó Piñera, quien se deshizo de sus participaciones en Minera Dominga en 2010, pocos meses después de llegar por primera vez al poder.
El presidente chileno aseguró que la venta de la minera la realizó su fideicomiso ciego y que él no fue ni consultado ni informado “precisamente para evitar cualquier asomo de conflicto de intereses”.
El dinero de la venta, agregó desde la sede presidencial de La Moneda, “fue íntegra e inmediatamente remesado a su empresa madre y se cumplió estrictamente con las reglas tributarias en Chile”.
“Como presidente de la República jamás he dejado de privilegiar el interés público, el bien común, por sobre cualquier otro interés y, de hecho, el hecho de ser presidente me ha significado perjuicios en lo personal y no beneficios”, afirmó el gobernante, que en marzo concluirá su segundo mandato no consecutivo (2018-2022).
Tal y como hizo el domingo en un comunicado, Piñera recordó que hace más de 12 años, antes de asumir su primera presidencia(2010-2014), se desligó “absoluta y totalmente” de todas sus empresas y que ni él ni nadie de su familia tiene “sociedades de inversión constituidas en el extranjero”.
Los casos de los presidentes de Ecuador y República Dominicana
Sebastián Piñera no es el único presidente de un país latinoamericano que está siendo vinculado a los Pandora Papers. Guillermo Lasso, de Ecuador, y Luis Abinader, de República Dominicana, también son nombrados en la inédita filtración de documentos financieros.
El primero ha tenido vínculos con 10 compañías offshore y fideicomisos en Panamá, Dakota del Sur y Delaware, EE.UU., según la investigación del ICIJ.
En 2017, en Dakota del Sur se crearon los fideicomisos Bretten Trust y Liberty US Trust. Lasso autorizó la transferencia de empresas en poder de dos fundaciones de interés privado panameñas llamadas Bernini y Barberini, a esos dos nuevos fideicomisos, dice la investigación.
Según las reglas que rigen cada fundación, se realizarían distribuciones mensuales a los beneficiarios después de la muerte de Lasso, incluyendo US$20.000 para su esposa; US$2.000 para sus hijos; y US$1.500 para su hermano.
En el caso de Abinader, en tanto, se afirma que él, un hermano y una hermana aparecen como dueños de dos empresas creadas en Panamá: Littlecot Inc. y Padreso S.A., de acuerdo al ICIJ, fundadas en 2011 y 2014, respectivamente.
Según le dijo el mandatario a ICIJ, Littlecot “posee una propiedad familiar en República Dominicana” y Padreso S.A. “posee acciones de otras entidades que poseen propiedades y extensiones de la universidad privada” O&M que pertenece a su familia.
Cuando asumió la presidencia, Abinader declaró y puso ambas compañías offshore y al menos otras siete— bajo un “fideicomiso revocable”, detallaron ICIJ y el portal dominicano Noticias SIN.
¿Por qué es importante?
La filtración de los Pandora Papers se dan en un momento especialmente sensible para Chile.
A menos de dos meses de la elección presidencial, la mayoría de los postulantes al Palacio de La Moneda ha salido a criticar al mandatario y pedirle explicaciones, incluyendo los candidatos de derecha.
Sebastián Sichel, que representa al conglomerado de Piñera, indicó que “la ciudadanía nos pide transparencia total”. “Y en este caso, se requiere ir más allá de lo legal y dar todas las explicaciones necesarias”, dijo.
Además, se debe considerar que luego del estallido social de octubre de 2019 —donde, entre otras cosas, se pidió terminar con los “abusos” y la “desigualdad”—, la tolerancia ante este tipo de casos es cada vez menor.
Así lo afirma Javier Sajuria, politólogo y profesor asociado de la Universidad Queen Mary de Londres, quien cree que la filtración de Pandora Papers “juega con los prejuicios que Chile tiene de Piñera, de anteponer el beneficio personal por sobre el público”.
Los Pandora Papers son una filtración de casi 12 millones de documentos y archivos que exponen la riqueza y los tratos secretos de los líderes mundiales, políticos y multimillonarios. Los datos fueron obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en Washington DC y han dado lugar a una de las investigaciones mundiales más importantes de la historia. Más de 600 periodistas de 117 países han analizado las fortunas ocultas de algunas de las personas más poderosas del planeta. El programa de investigación de la BBC Panorama y The Guardian dirigieron la investigación en Reino Unido.
Con Información de BBC