Ni Marcelo ni Claudia lo saben

Las primeras lluvias estivales trajeron a la CDMX buenas nuevas, en el desenlace de las amenazas que Donald Trump habría hecho a los exportadores nacionales.

Aunque su ventarrón trajo también a la ciudad un oscuro nubarrón que podría aguarle al canciller Marcelo Ebrard la celebración de su primera gran faena como miembro prominente del gabinete del presidente López Obrador.

Y ni se diga de lo perjudicial que puede resultarle a la imagen de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Scheinbaum, la información que se está revelando por la vía de la denuncia ciudadana, que da cuenta de la comisión de un delito patrimonial de tipo continuado, cuya acción u omisión se ha prolongado sin interrupción al paso de muchos años, constituyendo una violación perfecta a la norma vigente.

En este caso se trata de un fraude en perjuicio de varias decenas de familias necesitadas de vivienda en esta ciudad capital, cometido por una funcionaria del Gobierno de la Ciudad de México y quizá, cobijada por las influencias de su pareja sentimental, un colaborador cercano y en funciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores; de la confianza del titular Ebrard Casaubón.

Se trata de Luz María Rodríguez Pérez, actual Directora General de Bienestar Social y Solidario, dependiente de la Secretaría del Trabajo y Fomento Económico del Gobierno de la Ciudad de México; y de Bernardo Aguilar Calvo, Director General para Europa, dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno federal.

Desde el mes de mayo pasado, la funcionaria ha sido señalada en medios nacionales por sus más de 21 demandas en su contra, por presunto fraude en la entrega de casas, a personas de escasos recursos afiliadas a un par de agrupaciones de carácter social denominadas Asociación Civil Nuevo Díaz Ordaz y la otra Ajusco Huayamilpas, a la que la actual funcionaria pertenece desde antes de tener el nombramiento en el gobierno de Scheinbaum Pardo.

Y es que Rodríguez Pérez se consolidó en el inner circle de la Jefa de Gobierno, por sus supuestas habilidades para tender puentes con la clase empresarial capitalina; incluso la nombró desde su campaña Vínculo con Empresarios, dentro de la plantilla de dirigentes del equipo Juntos Haremos Historia, por el que contendió y ganó el cargo de Jefa de Gobierno.

Sin embargo, la brillante Doctora en Ingeniería Ambiental no tuvo la perspicacia de indagar a profundidad o carece de un staff que le asista funcionalmente, pues evidentemente no tiene información mínima sobre las múltiples estafas que su hoy colaboradora ha venido realizando en perjuicio de la gente necesitada de la capital de la república, escudándose precisamente en su supuesta y añeja relación con la gente del poder……y está haciendo historia efectivamente, pero a costillas de la buena fama pública de la doctora Scheinbaum Pardo y su administración.

Una bochornosa historia de estafas, impunidad y tráfico de influencias.

Luz María Rodríguez Pérez, se ostenta públicamente al igual que su esposo con el nivel profesional de Doctorado, cuando al igual que la cantante Tatiana, fue objeto de un reconocimiento por parte de una agrupación civil llamada Instituto IMELE, que les otorgaron el famoso y ya prostituido grado de Doctorado Honoris Causa, atendiendo requisitos escasamente claros.

La abogada y empresaria Rodríguez Pérez, aparece desde el año 1999 con demandas ante juzgados civiles, según se puede constatar en información periodística de diferentes medios como La Silla Rota, Eje Central y El Influyente, entre otros.

Los expedientes 383/1999, 1212/2007, 224/2008, 559/2015, 673/2015, 751/2015, 744/2015, 054/2015, 804/2015 y 850/2015, son demandas interpuestas ante el poder judicial capitalino por al menos una veintena de ciudadanos que entregaron diferentes sumas de dinero para la gestión o adquisición de bienes inmuebles, algunos por un orden superior a los cien mil pesos, casas que hasta la fecha no les han sido entregadas y quienes señalan haber sido objeto del engaño o la estafa de la señora Rodríguez Pérez, que se ostentó en todo momento como persona influyente en el medio burocrático de la CDMX; con muchos conocidos.

Quien la conoce afirma que ella es una persona muy cercana a Marcelo Ebrard, exjefe de Gobierno del Distrito Federal y actual Canciller mexicano. La gente consultada señala que era muy común ver antes a Luz María Rodríguez Pérez en dependencias oficiales ofreciendo al personal oportunidades para adquirir casa o departamento. La ubican perfectamente.

En la página web del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de México, aparece la Asociación Civil Nueva Ordaz y Ajusco Huayamilpas, como reconocida en el número 353 de su listado oficial, apareciendo incluso como su representante la C. Rodríguez Pérez Luz María.

Razón por la cual en días pasados, las instalaciones de la sede de ese organismo paraestatal promotor de la vivienda de interés social, resintió una especie de manifestación o toma simbólica de parte de alrededor de un centenar de quejosos afectados por la misma persona….sí, casos que no se están contemplando en estas primeras 21 demandas civiles. Significa entonces que es sólo la punta del iceberg , de un asunto que puede chispear para arriba.

En la materia civil las deudas no prescriben ni con la muerte; en este caso la vía escogida por los afectados ha sido la civil; aquí los juicios pueden ser incluso de carácter universal, no prescriben si este fuese el caso; pero en el momento en que se decidan los afectados a acudir al Ministerio Público a interponer formal querella por el delito de fraude, agravado en este caso, por haber sido perpetrado aprovechándose no sólo de la confianza y la buena fe de los afectados, sino de ostentarse con un nombramiento que aunque de carácter civil, está previsto como causal en los artículos 389 y 389 bis del Código Penal Federal vigente.

De tal suerte, que de nada le habrán de servir las influencias a la funcionaria y colaboradora de una de las cartas más conspicuas de la 4-T, movimiento que llegó para proveernos de una esperanza en medio de la desolación en que nos habrían dejado anteriores gobiernos, en los que se depositó la confianza y a cambio el pueblo recibió grandes dosis de corrupción, abandono y traición a la patria.

De manera colateral, el asunto podría llegar a la oficina del Canciller Marcelo Ebrard, el otro gran exponente de la Cuarta Transformación y serio aspirante al igual que Claudia Scheinbaum a suceder en su momento al actual Jefe de la Nación y líder moral del movimiento tetratransformador, Andrés Manuel López Obrador.

Para abril o para mayo

A partir del pasado mes de abril, se anunció pomposamente por el propio presidente López Obrador desde la populosa alcaldía de Iztapalapa, el arranque del programa de interés denominado Tandas , que apoyará a los pequeños negocios del país y concretamente de la capital de la república.

Ya se aseguró desde el gobierno central que tocará a Luz María Rodríguez Pérez aplicar y desarrollar el programa en la CDMX desde la dirección general que encabeza. Que las reglas de operación están en revisión, pero que de prosperar ese proyecto, Rodríguez Pérez atenderá 2019 a 1,400 empresas solidarias de al menos 5 integrantes sin constitución legal, lo que se traduciría en al menos 7,000 personas beneficiadas.

Que también alcanzaría a 800 empresas sociales que ya cuenten con registro legal, que representaría a otras 5,900 personas beneficiadas adicionales.

¡Uff!…… sin comentarios!

Una certera y prolífica denominación es la llamada Cuarta Transformación (4-T); concepto que sintetiza las aspiraciones legítimas que tenemos los mexicanos, de lucha contra la corrupción, la impunidad, por la igualdad de oportunidades, la equidad, la justa distribución de la riqueza, la democracia y la cultura de la legalidad, entre otros atributos de desarrollo humano y material al que genuinamente queremos arribar como nación en los albores del tercer milenio.

Es una adaptación del método francés para estudiar la historia nacional en períodos.

La admirable nación de la Europa occidental ha tenido por ejemplo cinco repúblicas desde su revolución.

La Primera República Francesa data desde 1792 en que Luis XVI es destituido de la monarquía y hasta 1804 en que Napoleón Bonaparte la disuelve para instaurar el Imperio.

A partir de 1848 la Segunda y así en lo sucesivo sin contratiempos, hasta llegar a la actual Quinta República desde el mandato del General Charles de Gaulle en 1958. Caracterizada esta por un período de estabilidad y progreso económico. Teniendo como marco fundamental la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, la Quinta República tiene su constitución propia como todas y cada una de las otras repúblicas a lo largo de su historia. Esta data del 4 de octubre de 1958.

Genuino y constructivo afán de emular el molde transhistórico francés.

Sobre todo porque tiene un alto contenido moral la vida pública francesa.

La guillotina sigue presente metafóricamente, con leyes estrictas y fuertes sanciones administrativas; y en general en las diferentes presentaciones que la pretensión punitiva del estado tiene para perseguir la corrupción, la traición a la patria, la simulación, entre otras conductas antisociales que afectan la buena marcha del estado francés. Como en todo país desarrollado: ordenado y de leyes.

En ese país se les exige eficiencia y resultados a las autoridades.

La opinión pública en general da un trato duro y escéptico al trabajo de las autoridades legalmente constituidos. No los consiente, ni les da trato de monarcas. Eso se acabó en 1789.

El estadista francés o el hombre que ocupa un cargo público, debe poseer piel de elefante para la crítica, un lomo muy resistente al tablazo de la exigencia de los detractores, pero sobre todo debe tener una probidad moral muy alta.

Ojalá fuésemos como la 5-R de Francia.

No cabrían por ningún motivo, casos de tráfico de influencias o legalidad tardada para aplicarse a funcionarios, como el caso que hoy reseñamos.

En la 5-R de Francia estaría por renunciar la Jefa de Gobierno y el Canciller, ante una sospecha de proteger a un funcionario involucrado en causas civiles o penales que tengan la exigencia de un colectivo, como este que nos ocupa.

Aunque es probable que ni Marcelo Ebrard ni Claudia Scheinbaum sepan del caso.

Porque si así fuere, estaríamos empezando a desandar lo avanzado en todo este largo y penoso camino hacia la consolidación de la transformación.

Hacia la integración de una clase política honesta, honrada y eficiente.

Autor: Héctor Calderón Hallal

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