Miguel Ángel Félix Gallardo se alista a quedar en prisión domiciliaria después de 33 años en la cárcel; deberá portar brazalete
Tras 33 años preso, el narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, uno de los fundadores del extinto Cártel de Guadalajara, se alista para salir del penal estatal de Puente Grande, Jalisco, y recibir la medida cautelar de prisión domiciliaria; a cambio, deberá portar un brazalete electrónico, entregar su pasaporte y estar bajo vigilancia constante.
Bajo estas condiciones, el llamado ‘Jefe de Jefes’ terminará de cumplir en su domicilio la sentencia de 40 años de prisión que un juez federal le dictó por los delitos de acopio de armas y narcotráfico, y comenzará a pagar una segunda condena de 37 años por el homicidio de Enrique Camarena, agente de la DEA, y del piloto mexicano Alfredo Zavala, cometidos en 1985.
Félix Gallardo, de 76 años, está en prisión desde 1989. La razón para dejarlo salir de Puente Grande no solo responde a su avanzada edad, sino a que se le han diagnosticado 22 padecimientos, como cáncer facial, diabetes y neumonía, informó el pasado 15 de septiembre, en conferencia de prensa, la secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez.
Después de más de tres décadas en prisión y de interponer diversos recursos legales, incluso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el 9 de septiembre un juzgado federal le concedió un amparo para sustituir la pena de prisión por una medida cautelar diferente, que —según sus abogados— se prevé se concrete este viernes bajo el resguardo del gobierno federal.
Félix Gallardo, fundador del Cártel de Guadalajara
Miguel Ángel Félix Gallardo nació el 8 de enero de 1946 en Culiacán, Sinaloa. Sus padres, según sus propios dichos, fueron los primeros que exportaron legumbres de México a Estados Unidos. “Yo me dediqué a la agricultura y a la ganadería desde chico”, dijo en 2021 en una entrevista en exclusiva a Telemundo.
Sin embargo, aunque siempre ha asegurado ser un simple campesino, su nombre comenzó a ser identificado en investigaciones judiciales, académicas y periodísticas a raíz de que la DEA lo relacionó con Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo. Los señaló como fundadores del Cártel de Guadalajara, que en la década de los 80 adquirió notoriedad por traficar grandes cantidades de mariguana de México a EU.
En 1985, su nombre se volvió conocido a nivel internacional. La razón: el secuestro del agente Enrique Camarena y del piloto Alfredo Zavala, el 7 de febrero de 1985, cometido por integrantes del Cártel de Guadalajara que, después de torturarlos por horas y asesinarlos, abandonaron sus cadáveres en La Angostura, Michoacán. A partir de entonces, Félix Gallardo y sus cómplices se volvieron el objetivo prioritario de las autoridades estadounidenses.
Ese mismo año, fueron detenidos tanto Caro Quintero como Fonseca Carrillo por su relación con el crimen. Años después, el 8 de abril de 1989, fue detenido Félix Gallardo señalado como autor intelectual de ambos asesinatos.
En la entrevista que concedió a Telemundo, dijo ignorar por qué se le vincula con el homicidio de Camarena, a quien aseguró que nunca conoció. “Le vuelvo a repetir, yo no soy una persona de armas. Lamento mucho porque sé que era un buen hombre”, dijo, y también rechazó conocer a Caro Quintero y Fonseca Carrillo, así como haber liderado un cártel. “Han pasado 32 años (en la cárcel). Es una eternidad para un hombre que no cometió ningún delito”, dijo.
—¿Cómo fue su captura en 1989? —se le preguntó.
—Estaba yo en una casa de Cosmos en Guadalajara cuando tumbaron la puerta sin ninguna orden de aprehensión, sin ninguna orden de presentación, con mi familia. Estaba mi hija, mi hijo. Fui golpeado, sacado en menos de un minuto y quebrado (de) cuatro costillas. Pregunté el motivo y lo único que recibí fue más tortura —respondió.
Tres décadas de pleito legal
Desde que ingresó a la cárcel, la defensa de Félix Gallardo comenzó a interponer recursos para lograr que las autoridades lo absolvieran, que le redujeran la condena o que le cambiaran la prisión por prisión domiciliaria.
Estuvo en prisión por 28 años hasta que finalmente, en 2017, recibió la confirmación de su segunda sentencia por 37 años de prisión por el asesinato de Camarena y Zavala, misma que su defensa buscó sumar a la pena que ya pagaba. La petición fue rechazada, por lo que ahora deberá empezar a cumplir esta condena ya en prisión domiciliaria. El castigo acabará en 2066.
Uno de los últimos recursos que promovió data de marzo cuando su caso llegó hasta la SCJN, que rechazó una solicitud con la que el capo buscaba pagar su pena de 40 años en prisión domiciliaria, argumentando problemas de salud derivados de su edad.
Félix Gallardo tramitó un último amparo ante el Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México (671/2019), que en primera instancia rechazó cambiarle la medida de prisión, pero que finalmente, el 9 de septiembre, declaró como “procedente y fundada la solicitud de sustitución de la pena de prisión por una medida de seguridad”.
AMLO da su visto bueno a la prisión domiciliaria
Luego de que Félix Gallardo diera la entrevista a Telemundo, en la que dijo ser “un cadáver, el cual no aspira más que a ser enterrado en la raíz de un árbol”, el presidente planteó por primera vez la posibilidad de que el capo saliera de la cárcel por la vía de una amnistía.
—¿Usted le daría la amnistía para reos de la tercera edad? —le preguntó una reportera.
—Si se justifica en lo que se está elaborando, desde luego que sí, porque él por edad, por enfermedad ya podría salir, pero hay que ver cómo se termina de elaborar el decreto —respondió.
Poco más de un año después, se dio a conocer que Félix Gallardo recibió la prisión domiciliaria, pero no logró su salida de manera inmediata debido a que la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la resolución.
En respuesta, el presidente López Obrador explicó que la decisión de dejarlo salir de Puente Grande y otorgarle la prisión domiciliaria fue porque “se hizo un análisis médico y el señor verdaderamente está mal de salud, tiene muchas enfermedades, está mal, y no puede ser atendido en el reclusorio, tiene que estar atendido en una casa con su familia”.
Días después, la secretaria Rodríguez, a petición del mandatario, informó que la decisión del juez fue un ordenamiento de libertad condicionada debido a que desde el 25 de agosto el encargado de la coordinación del área médica de la Comisaría de Sentenciados de Jalisco recomendó “un arraigo domiciliario ya que su estado de salud requiere de atenciones que en el penal no se le podrían brindar, por ejemplo, atención especializada constante, vigilancia estrecha, supervisión”.
La salida del narcotraficante se pospuso la noche del jueves 16 de septiembre, debido a que la Guardia Nacional señaló que no existían condiciones para el traslado a su domicilio, según dijo José Antonio Pérez Juárez, director general de Prevención y Reinserción Social de Jalisco, al diario Milenio. Aseguró que su traslado se recorrió para este 23 de septiembre.
Con información de Animal Político