Cerrar una etapa y abrir otra diferente
IDEAS PARA EL CAMBIO
Aarón Sánchez
¿Para qué sirve el enorme poder político? Al concluir el primer año de gobierno, el saldo aún no es alentador. La economía regional crece a un ritmo demasiado lento, respecto a las necesidades de los sectores productivos y de la población. Su bajo dinamismo obstaculiza la creación de empleos, ingresos y mayores oportunidades.
Urge utilizar el poder político que se tiene, para dar inicio a una etapa diferente. Es necesario tomar decisiones de fondo para mejorar el bienestar social, abatir la pobreza, incrementar la producción y la competitividad, y realmente construir un estado democrático donde el ejercicio de la política sea algo útil para mejorar.
En el gobierno ha predominado la atención de asuntos políticos y el apoyo a grupos sociales desfavorecidos. La economía es un tema totalmente relegado a un lugar secundario. Pero ya es necesario asumir que el crecimiento regional es lo más importante. Se requiere menos retórica y más acciones de fondo en el ámbito económico.
En el contexto nacional, Sinaloa es una economía de media tabla y su tendencia es hacia abajo. Su aportación al PIB nacional no pasa del 2%. En exportaciones e inversión extranjera ocupa los últimos lugares. La agricultura continúa en crisis, con problemas de costos, financiamiento y comercialización.
Las empresas pierden dinamismo y no agregan suficiente valor agregado a la producción local. La flota pesquera está deteriorada y la acuacultura no mejora su productividad. La industria es muy incipiente, y solo el turismo está creciendo. Persisten problemas como inseguridad pública, desigualdad social, pobreza, y el abandono de comunidades urbanas y rurales.
Además, la administración pública no ha mejorado su eficiencia. Se requiere mayor capacidad de convocatoria y de gestión para multiplicar la inversión pública y privada. Si en verdad se quiere fortalecer el actual proyecto político, hay que tomar nuevas decisiones de fondo en el ámbito económico. Y habrá que hacerlo, no con ocurrencias, sino con proyectos útiles y viables.
Los gobiernos municipales ya no tienen capacidad para impulsar el crecimiento. Tampoco para mejorar sus comunidades, ni ofrecer servicios públicos. Hace tiempo dejaron de ser promotores de la economía regional y del bienestar de la población. No tienen recursos para inversión y sus cabildos son afuncionales y onerosos.
La vocación productiva de la entidad tiene que modernizarse, dar un salto cualitativo, e iniciar una etapa diferente. Sinaloa no puede seguir siendo un productor primario que todo vende a granel. Es importante generar una nueva identidad productiva: una imagen que muestre una etapa diferente en el desarrollo.
Seguir en la inercia no beneficia a nadie. Un primer Informe de Gobierno, es oportunidad para cerrar una etapa y plantear el inicio de otra diferente. Sí, una etapa donde se construya una situación muy distinta a la que ahora prevalece.
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