El domingo 11 de diciembre, el gobernador Miguel Barbosa Huerta encabezó la tercera entrega de patrullas a municipios en Puebla, en un acto donde su esposa María del Rosario Orozco le sobaba el brazo.

Al comenzar el acto, acompañado por ella, el mandatario comentó: “Como han visto me están dando masajito en mi mano izquierda, no crean que es algo grave, me duele, del codo a la mano, a la mano izquierda, entonces para eso tengo a las señoras, ¿verdad? (risas) que me dan masajito, pero aquí estoy y voy a estar con mucha resolución, con decisiones firmes, claras”.

El gobernador, fallecido el martes, padecía diabetes y en 2013 tuvo una crisis por una complicación de septicemia que obligó a médicos a amputarle el pie derecho. También tenía hipertensión y recientemente un glaucoma le dañó un nervio óptico.

Sin embargo, el gobierno poblano informó ayer que la muerte del mandatario ocurrió por “causas naturales”.

En principio, cuando se dio a conocer que el gobernador había sido traslado a la Ciudad de México para recibir atención médica, Comunicación Social de Puebla publicó que el mandatario estaba “estable y sin complicaciones”.

Pero al mismo tiempo, en medios poblanos ya se hablaba de un infarto.

Posteriormente, el gobierno publicó el comunicado oficial sobre la muerte de Barbosa:

A las 3:29 de la tarde del martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue el primero en informar sobre el fallecimiento del gobernador:

 

Este miércoles se realizarán las exequias y homenajes a Luis Miguel Barbosa; participará el presidente AMLO:

 

Con información de Aristegui Noticias

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