Las aventuras de los ahijados de ‘Nacho’ Mier en los gobiernos de la 4
Héctor Calderon Hallal
Redacción MX Político
El director regional para la zona centro de Sinaloa (incluido Culiacán) de la Secretaría del Bienestar federal, recomendado del diputado Ignacio Mier, político poblano con múltiples intereses empresariales en Sinaloa, desde que llegó a aquella entidad, ha mostrado un extraño líbido a cuyas conductas solo ha faltado que corretee a las compañeras entre los escritorios deliberadamente. Actitud que, sin duda, tendría que corregirse con “trabajos forzados” en un penal como el extinto de las Islas Marías.
Antonio Aguilar Gómez mejor conocido como “Toñito”, se desempeña aun como Director Regional para Culiacán de la Secretaría de Bienestar del Gobierno Federal desde 2018, habiendo sido su “padrino político” o quien lo colocó en dicho cargo, el diputado Ignacio “Nacho” Mier, quien fue delegado de Morena en Sinaloa en la pasada elección presidencial y actual coordinador de la bancada morenista en San Lázaro. Serio aspirante, por si faltara algo más, a la nominación de su partido a la gubernatura de aquella central entidad.
Originario de Oaxaca, Aguilar Gómez tiene muchos años radicando en Culiacán, realizó su carrera en Economía en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), de hecho.
Por allá en el 2020, una subalterna suya que se desempeñaba como Servidora de la Nación, lo abofeteó en público.
Tras ello la joven fue dada de baja. Quince meses después fue reinstalada por instrucciones de las oficinas centrales en la CDMX.
Ayer trascendió profusamente una nota que da continuidad a la larga cadena de quejas e inconformidades entre el personal de la dependencia responsable de dispersar los recursos públicosa a la población vulnerable de nuestro país, pero sobre todo, “de respaldar la moralidad” de un cambio auténtico en las conducats de los servidores públicos de la Nación, particularmente los que detentan los mandos medios y superiores, con respecto a la población sin cargo ni poder… con respecto a la gente humilde.
Este martes 27, se formalizó finalmente ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia penal contra altos funcionarios de Sinaloa.
Se les acusa de los delitos de discriminación, intimidación, abuso de autoridad, ejercicio ilícito de servicio público, hostigamiento sexual, abuso sexual y extorsión.
Violación de menores de edad, algunas de ellas incluso resultaron embarazadas y obligadas a abortar.
En el orden en que aparecen citados en la denuncia, Antonio Aguilar Gómez (el “todas mías”), delegado regional de la Secretaría de Bienestar región Culiacán; María Teresa Guerra Ochoa, Secretaria de las Mujeres del gobierno sinaloense; Rubén Rocha Moya, gobernador constitucional de Sinaloa; María Inés Pérez Corral, secretaria del Bienestar del gobierno estatal; Juan de Dios Gámez Mendívil, actual presidente municipal de Culiacán y anterior delegado de la Secretaría de Bienestar en Culiacán.
La nota del portal ‘Altoparlante’, dirigido por el influyente periodista local Juan Manuel Partida, señala además como denunciados a Claudia Vega, José Luis Contreras, Abigail Monroy Acosta y Cristian Espinoza, en su carácter de servidores públicos adscritos a la Secretaría del Bienestar; y quienes resulten responsables.
Se adelanta por parte de los actores judiciales que habrá más denuncias, que abundarán en hechos y en implicados.
Resalta por cierto entre todos los funcionarios denunciados, el de de la actual Secretaria de Bienestar del Gobierno de Sinaloa, María Inés Pérez Corral, señalada como “la madrota” por su colusión en numerosos abusos sexuales.
Pero quien aparece hasta ahora como principal implicado es ‘Toñito’, el ahijado de Nacho Mier: Antonio Aguilar Gómez… nuestro personaje… ‘Toñito’ el ‘todas mías” en una más de sus ‘Toñoaventuras’.
Se le apoda así por sus numerosos delitos sexuales y se le señala también por robarse los apoyos que debían llegar a madres de familia.
Altoparlante en su edición de este jueves, señala incluso que con documento firmado, con el cinismo alentado por la impunidad, se obligó a mujeres a entregar a funcionarios ladrones el dinero que les tocaba, como condición para que no las corrieran del trabajo.
