Aarón Sánchez 


La historia siempre se repite:

primero como tragedia, luego como comedia. La coalición opositora Va por México, que había desaparecido por falta de compromiso y entendimiento entre sus integrantes, hoy resurge y se dispone a participar en las elecciones de 2023 y 2024. Otra vez, PAN, PRI, PRD, deciden unificarse y también hacen acuerdos en lo legislativo y de gobierno.

Por lo pronto, el PRI definirá candidatos para las elecciones en Coahuila y Estado de México. El PAN determinará candidato presidencial y jefe de gobierno de la Ciudad de México. Todo lo demás se definirá de común acuerdo entre los tres partidos.

Parece ser que hubo un civilizado reparto de posiciones, pero por ningún lado se bosqueja el nuevo proyecto de país que impulsarán. Simplemente no lo tienen. ¿Dónde estarán los ideólogos? Las propuestas son los lugares comunes de siempre. Es la lucha por él poder, sin explicar a la gente para qué lo quieren.  Ello expresa una  una preocupante debilidad en este extraño intento de coalición.

¿Qué es lo que unifica a los dirigentes de PAN, PRI y PRD? La respuesta es simple: el instinto de sobrevivencia de sus respectivos partidos. Rehabilitar una coalición ya fallida como muestra la incapacidad política en los partidos para diseñar una propuesta electoral viable y atractiva para los ciudadanos. Tampoco tienen candidatos fuertes por eso, con esta coalición admiten el fracaso partidista.

De los expresados por los dirigentes, es claro que no tienen una nueva visión de país. Les gana la añoranza, y solo pretenden volver a ser lo que fueron. No se dan cuenta de que México ya es diferente. Lo que hoy se requiere son propuestas de futuro, y no regresar a los viejos tiempos donde ellos controlaban el poder. Lo que urge es mirar hacia adelante, y ahora no lo están haciendo.

Ademas, algo huele mal en torno a esta coalición Va por México 2.0 los mismos están tratando de hacer lo mismo que ya fracasó. Después de múltiples conflictos que desbarataron esta alianza opositora, súbitamente se pusieron de acuerdo para volver a intentarlo. Algunos aseguran que fueron “convencidos” desde Palacio Nacional. Pero n política las coincidencias no existen.

PAN, PRI y PRD aseguran que ganarán en Coahuila y Estado de México. ¿Es casualidad que morena haya propuesto candidatos débiles e impresentables en dichas entidades? ¿Hubo negociaciones para resucitar la coalición opositora, cediéndole  las gobernaturas del 2023, a cambio de poner un candidato testimonial en el 2024? Él sospechosismo está desatado.

Sin duda, se necesita un contrapeso para derrotar a morena. Pero ¿por qué  que confiar en los mismos que ya fracasaron y que todo lo negociaron por debajo de la mesa? ¿Por qué una coalición sin participación ciudadana y sin un nuevo proyecto de País? Por que este es un acuerdo político para distribuirse candidaturas. Va por México 2.0 tiene todos los ingredientes para ser otro fracaso. Ojalá no sea así.

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