Héctor Calderón Hallal

 

En el México cotidiano y contemporáneo, hablar de “palancas” o “apalancamiento” es un recurso relativamente común y hasta necesario para dimensionar el “estatus” o alcance de cierto agente social, económico o profesional.

Es una herencia del castellano renacentista y culto. Se refiere lógicamente al principio de Arquímedes, inventor de la palanca, así como de la bomba de agua y la polea. Este italiano es considerado uno de los 3 matemáticos más grandes de la humanidad.

Pero como en todos los órdenes del conocimiento, cuando se hace un uso inmoderado de cualquier figura o construcción semántica, se termina por prostituirla o asignarla arbitrariamente a campos temáticos ajenos.

Así que la “palanca” fue consolidándose al paso de los 500 años de cultura hispanoparlante, entre los habitantes de esta parte de norteamérica que ahora conocemos como México y es una de los principales íconos de esa subcultura de la corrupción, el “influyentismo” y el desprecio por el esfuerzo personal para solventar trámites burocráticos, que se fue forjando a “fuego lento” en este país, heredero de las mañas del Imperio Romano y de los imperios de Castilla- Aragón y Español que nos dieron forma e identidad a lo largo de la historia. También se le asigna un lugar en esa responsabilidad al “Imperio Azteca” o “Mexica”, al que se le atribuyen defectos como los asignados a los europeos. Aunque esto último no deja de ser cuestionable.

Así desde entonces, en Nueva España o México, ser “influyente”, tener amigos con poder profano o eclesiástico, ser “compadre de …” o estar “emparentado con…” viste mucho a quien lo invoca o presume. Es el triunfo de la transa sobre lo legal; es la garantía indefectible de que tenía garantizado el éxito económico y social y no tendría que arriesgar o batallar en lo sucesivo, haciendo las cosas conforme lo marca la legalidad.

Deporte muy practicado en el México de nuestros días… que no hemos podido desterrar por lo que vemos: A nadie le gusta pagar los impuestos que realmente se deben; a nadie le gusta hacer fila en una dependencia de Gobierno; a nadie le gusta atender un interrogatorio de censo –cívicamente- obligatorio; a poca gente le gusta acudir a votar;…vamos, cada vez más, a menos estudiantes de universidades públicas, les gusta “fletarse” haciendo con todos los protocolos de investigación, el trámite de la tesis para poder titularse. Menos si se tienen amigos o “conocidos” en tal o cual área de la Universidad o la Facultad, que te pueden evitar el trámite.

El mexicano siempre anda buscando “puntos de apoyo” o “palancas”… si no, no hace las cosas.

Por eso en México, cobra más vigencia que nunca la frase inmortal del matemático Arquímedes de Siracusa (siglo III a. C.)… “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, enunciada para demostrar el principio de una de las principales y primigenias máquinas del hombre: la palanca o “plano inclinado”.

Podría de hecho, ser invocada en muchos sectores:

“Dadme el nombre del funcionario morenista probable responsable del delito y te daré automáticamente la teoría del caso, orientada al complot contra el actual Gobierno”.

“Dadme una pluri y le echaré montón a tu opositor”.

“Dadme tu voto y te daré una beca que resolverá parcialmente tus problemas”.

“Dadme una crítica sustentada contra el actual Gobierno de la 4 T y te diré la orientación de su emisor: conservador o neoporfirista, enemigo del pueblo”.

“Dadme oportunidad de copiar mi tesis y me volveré presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.

Bueno en fin… “Dadle ruedas a mi abuelita y se convertirá en patineta”… nomás falta, al paso que vamos.

El caso del acreditado plagio de la tesis de licenciatura, de la muy influyente profesional del Derecho, esposa del exitoso constructor capitalino, José María Rioboó, doña Yasmín Esquivel Mossa, debe ser tratado con mucha responsabilidad, dado el nivel de la protagonista y su compromiso personal con la ética y la propia legalidad.

La ministra Esquivel no requiere ya de palanca alguna; su vida está materialmente consolidada, en lo económico, social y familiar.

Negar como lo hizo ayer lunes, a bordo de su coche, haber hecho “algo de lo que tenga qué avergonzarse” es francamente patético… y doloroso por el nivel de ofensa al gremio jurídico y a la burocracia del Poder Judicial en general.

Un muy amplio sector de la plantilla laboral en el Poder Judicial y en los otros poderes del Gobierno, han tenido condiciones francamente adversas para crecer a la velocidad que lo hacen otros funcionarios que “sí tienen portentosas y eficaces palancas” como Yasmín Esquivel Mossa, al interior del poder público y financiero de este país.

Muchos de los actuales actuarios y secretarios del Poder Judicial Federal y de los supremos tribunales de justicia de los estados del país, estudiaron ya estando trabajando como intendentes o auxiliares de Archivo, en unj loable esfuerzo de superación humano y en el marco de un sistema de servicio de carrera legislativo.

Han cubierto debidamente los exámenes para ingresar al sistema judicial y para aspirar a los diferentes cargos que se van desocupando, cumpliendo un orden y un escalafón, como lo marca el Consejo de la Judicatura… el caso de Yasmín fue diferente: tuvo un ascenso meteórico, fulgurante… no obstante el antecedente fraudulento de su tesis para obtener el grado de licenciatura.

Pero lo curioso de este espinoso caso, es que nis sus abogados defensores… ni ella misma, se defiende como licenciada en derecha, vamos… como Ministra del máximo tribunal constitucional de México; esto es: con apego a la norma vigente o en las tesis de la Corte; esa es la función de un abogado. Hablar en términos distintos, es emitir su opinión personal… no la de un representante de la ley.

Han llegado a declarar incluso en los últimos días, que tipo delictuoso ‘plagio’ imputado a Yasmín Esquivel “ha prescrito”… y no es así:

El delito está definido en los artículos 427 y 107 del Código Penal Federal.

Artículo 427.- Se impondrá prisión de seis meses a seis años y de trescientos a tres mil días multa, a quien publique a sabiendas una obra substituyendo el nombre del autor por otro nombre.

Artículo 107.- Cuando la ley no prevenga otra cosa, la acción penal que nazca de un delito que sólo puede perseguirse por querella del ofendido o algún otro acto equivalente, prescribirá en un año, contado desde el día en que quienes puedan formular la querella o el acto equivalente, tengan conocimiento del delito y del delincuente, y en tres, fuera de esta circunstancia.

Pero una vez llenado el requisito de procedibilidad dentro del plazo antes mencionado, la prescripción seguirá corriendo según las reglas para los delitos perseguibles de oficio.

Por lo que no está prescrito:

Suprema Corte de Justicia de la Nación
Registro digital: 2017268
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Penal
Tesis: XXVII.3o.66 P (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 55, Junio de 2018, Tomo IV, página 3113
Tipo: Aislada

PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL EN EL DELITO CONTRA LOS DERECHOS DE AUTOR PREVISTO EN EL ARTÍCULO 427 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL. SI SE TRATA DE LA FALSA ATRIBUCIÓN DE LA AUTORÍA DE OBRAS LITERARIAS, CIENTÍFICAS O ARTÍSTICAS, EL CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE UN AÑO PARA QUE OPERE (la prescripción), INICIA A PARTIR DE QUE LA VÍCTIMA TUVO CONOCIMIENTO DE LA DISTRIBUCIÓN DE AQUÉLLAS A UNA PLURALIDAD DE PERSONAS, SIN QUE REQUIERA, NECESARIAMENTE, SU INCORPORACIÓN A UN ACERVO BIBLIOTECARIO.

Prescribe en un año contado desde el día en que la parte afectada tiene conocimiento del delito, en términos del artículo 107 del propio código (la comisión del delito apenas se publicó, es decir, el afectado o los afectados apenas se enteraron, tienen un año).

A menos que se demuestre que lo sabían desde antes.

Ahora, en este caso, son víctimas, tanto el señor Édgar Ulises Báez, el autor plagiado un año antes, en 1986; y también la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pues el trabajo se hace bajo el auspicio intelectual y de infraestructura, legal y administrativa de la misma.

¿Cuándo prescribe su derecho a querellarse? En diciembre de 2023.

Cabe destacar que incluso, la magistrada Esquivel Mossa, no supo ante que fiscalía presente su denuncia, pues al ser delito federal, se tiene que denunciar ante la FGR (con Gertz Manero), no ante la procuraduría de la CDMX, como lo hicieron inocentemente.

Así que, Ministra Esquivel, tenga Usted el decoro de no seguir prolongando más este penoso incidente de la vida nacional. Abóquese a corregir su situación legal en el tema de su tesis, presentando una nueva ante la instancia universitaria correspondiente pero, por favor, renunciando por lo pronto al cargo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ya volverá usted en otras condiciones… la vida dá muchas vueltas.

Porque frente a la legalidad… no debe haber palanca alguna que valga.

Autor: Héctor Calderón Hallal

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En Twitter: @CalderonHallal1

En E-Mail: fixiflaux99@gmail.com;

 

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