¿El presidente nacional del PRI podría terminar en la cárcel?

El Instituto Nacional Electoral (INE) invalidó la reforma a los estatutos del PRI impulsada por Alito Moreno quien pretende extender su mandato al frente de la dirigencia nacional  de su partido político y con eso lograr presidir el partido durante el proceso electoral de sucesión presidencial, así como también él quería definir todas las candidaturas, las listas plurinominales de regidores, diputados y senadores, así como las de gobernadores y la candidatura presidencial con o sin alianza.

Con esto ahora, Alito Moreno “deberá abandonar la dirigencia del PRI el 18 de agosto pero antes deberá emitir una convocatoria para la renovación de su dirigencia. Alito puede impugnar aún ante el Tribunal Electoral Federal quien determinará el fallo final para validar o desechar las reformas promovidas por el actual dirigente priista.

Ahora bien, el fallo del Tribunal Electoral podría tener consecuencias no solo político electorales sino incluso penales que se deriven de esta decisión. En primer lugar Alito Moreno tendría una pérdida de poder absoluta, ya que en caso de perder ante el TRibunal, él no sería presidente del PRI durante el proceso electoral de sucesión presidencial, por lo tanto ya no estaría en las negociaciones con las alianza del PRIAN; por lo tanto, tampoco sería Alito quien defina las listas de candidaturas en todo el país para su partido, incluso su propia candidatura plurinominal al senado se vendría abajo.

En ese orden de ideas Alito ya no sería un “aliado necesario” para el PRIAN; por otra parte sus detractores internos quienes lo acusan de “ser comparsa del gobierno”, pero ahora sin la presidencia del PRI y sin poder definir candidaturas ¿qué priista va a querer defender o al menos acompañar a Alito Moreno en su batalla mediática o incluso penal? Alito se quedaría sin aliados en el PAN, y en el PRI sus críticos no lo apoyan y su grupo actual se le iba a distanciar más rápido que una recta a 100 millas por hora, ya que pasaría de ser el monarca que repartía las candidaturas y escribía y borraba las listas pluris a ser un político acusado de corrupción, delincuencia organizada y enriquecimiento ilícito.

Y para quienes opinan en el PRIAN que Alito es “comparsa del gobierno”, están convencidos que al ya no serle de utilidad al gobierno, solo le serviría como un golpe mediático al ser enjuiciado, procesado y encarcelado por corrupción. Por lo tanto, si el Tribunal electoral falla en contra de Alito, podría darse una cadena donde sale del PRI y termina en la cárcel. Pierde el partido, pierde la definición de candidaturas por lo tanto ya solo le va a servir al gobierno o a sus detractores según sea el caso, como un político corrupto que terminó en la cárcel.

Sea un camino u otro, que un político tan cínico y corrupto termine en la cárcel es justo y le da esperanza a una ciudadanía harta de la corrupción y cansados de la impunidad de la clase política. Si en Estados Unidos enjuiciaron a García Luna, en México también podrían enjuiciar y encarcelar a Alito Moreno. Finalmente en el tema de corrupción, no hay mucha diferencia entre ambos personajes ¿o sí?

Con información de El Debate

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