Sinaloa sí puede salvar a la niñez vulnerable y Juan José Ríos es prueba de ello
Con información de Expejo las cosas como son
La intervención institucional multidisciplinaria del Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Guasave en la comunidad de Juan José Ríos, para resolver un foco de abandono que afecta a niños migrantes, hijos de jornaleros agrícolas, es ejemplo de que sí es posible hacerle frente a crisis que derivan de la extrema marginación y que son llamados de auxilio que brotan en diferentes regiones de Sinaloa.
Lo único que cabe aquí es una acotación pertinente: funciona bien la capacidad reactiva de las autoridades federales, estatales y municipales, así como de las dependencias de salud, atención a la infancia, mitigación de la pobreza, regulación de riesgos sanitarios y en materia laboral, quedando reprobada la aptitud gubernamental para localizar y atender este tipo de problemas antes de que detonen consecuencias irreversibles, siendo el caso del fallecimiento de dos pequeños en la sindicatura mencionada.
Lo plantea en los términos correctos el gobernador Rubén Rocha Moya al exponer que “Sinaloa es eminentemente agrícola por eso vienen muchas familias, trabajadores en general a ocuparse de tareas del campo con nosotros, eso obliga a que podamos atenderlos con la debida dignidad que todo trabajador y que toda familia requiere y si hablamos de niñas y niños, los hombres y las mujeres también”.
Por primera vez una administración pública estatal le llama tal cual es a la pobreza que emigra de otros estados en busca de oportunidades, pero al llegar a Sinaloa se vuelve asunto local y necesita de soluciones locales. “Hay niños que se han enfermado, hay niños que han perdido la vida lamentablemente y nosotros pues lo estamos atendiendo, hemos dado la instrucción a nuestro gabinete para que Bienestar, Salud, DIF y la Secretaría de las mujeres apliquen políticas para darles las condiciones de vida digna”.
Más que de repartir culpas, y apuntar el dedo acusador con efecto pendular, es el momento de que el humanismo sea el eje que articule todos los esfuerzos posibles para atender a la infancia en riesgo.
Los productores agrícolas, a meterle mayor empeño en el entendido de que sin la participación institucional ellos no podrán solos, mientras que el resto del armatoste gobierno-sociedad-sector privado instaura la gran acción permanente para que Sinaloa nunca despierte viendo morir a niños vulnerables.