Guanajuato, en la mira de los cárteles
Guanajuato.— En Guanajuato se modificó el campo de batalla del narcotráfico y la violencia llega de grupos criminales de otros estados. El Cártel de Sinaloa (CS) entró a la disputa por el territorio que hasta hace poco libraban el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), de origen local, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Estos tienen ahora como aliados a células del Cártel del Golfo, el Cártel de Tijuana y a Los Viagras.
El resultado son varios hechos de alto impacto que sucedieron en marzo y continuaron al comenzar abril; ejecuciones múltiples, ataques en espacios de diversión, desapariciones y asesinatos de mujeres y policías.
Expertos en seguridad, política criminal y Derecho advierten que los sucesos tendrían varias respuestas: “El calentamiento de la plaza”, la acción de organizaciones para debilitar redes de comercialización de drogas y destruir anillos de protección.
“A Guanajuato siguen llegando armas. El crimen organizado sigue viajando entre estados”, explicó Sophia Huett López, secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
“Aquí lo que preguntaría es: ¿por qué las organizaciones delictivas que buscan expandirse a los territorios no están siendo debilitadas, no están teniendo temor de la autoridad?”, cuestionó.
La funcionaria afirmó que la violencia no se genera en Guanajuato, “la violencia llega de otros lados, hay grupos locales que hoy se refuerzan con actores de otros estados del país”.
Puntualizó que integrantes del crimen organizado vienen aquí a cometer eventos delictivos: “Por más armas aseguradas que haya, el caso de Guanajuato tiene primer lugar a nivel nacional; por más dosis aseguradas, por más personas detenidas, que fueron más de 4 mil el año pasado tan solo por el operativo Guanajuato Seguro, siguen llegando”, dijo.
Tiempos difíciles
En marzo de 2023 se registraron 294 asesinatos en Guanajuato, según los reportes diarios de la Fiscalía General del Estado, contra 243 del mismo mes de 2022.
En las carpetas de investigación por homicidio están cinco de las seis mujeres desaparecidas y calcinadas en Celaya; nueve policías asesinados en varios hechos; el ataque al complejo turístico La Palapa, con tres fallecidos en Celaya; el ataque al centro nocturno El Estadio, donde murieron 10 personas, en Apaseo el Grande; el asesinato de la exregidora y candidata a la alcaldía de Silao del PVEM, María Guadalupe Corral, y tres jóvenes que policías de Romita entregaron a un grupo criminal.
El consultor en materia de seguridad nacional, David Saucedo, señaló que en los delitos relacionados con el crimen organizado se conjugan varios factores, aunque la violencia de las últimas semanas pareciera estar vinculada con una separación entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Santa Rosa de Lima.
Explicó que el campo de batalla cambió al pasar de dos a tres cárteles que pelean por la plaza.
Precisó que tras la captura de José Antonio Yépez, El Marro, en agosto de 2020, el Cártel de Sinaloa envió células a Guanajuato para apuntalar al CSRL, con el fin de evitar que el CJNG se apoderara de sus territorios.
“Los sinaloenses tuvieron un rompimiento con el CSRL y ahora están haciendo su propia zona de influencia con células que están diseminadas en Irapuato, Celaya, Salamanca, Pénjamo, San Francisco del Rincón y León.
“Estamos viendo que las células del CS se independizaron, ya están actuando de manera libre, ya se convirtieron en un tercer bloque”, expuso Saucedo.
El experto previó más escenarios de violencia, porque el CSRL contrató los servicios de Los Escorpiones, una escisión del Cártel del Golfo, de Tamaulipas.
“Los Escorpiones son células mercenarias que se alquilan al mejor postor. En este caso fueron contratados por el CSRL y fueron ellos los que cometieron el asesinato de las seis mujeres levantadas en Celaya”, indicó.
Agregó que Los Viagras, de Michoacán, también son aliados del CSRL y han estado operando en Guanajuato.
El CJNG hizo lo mismo y contrató células del Cártel de Tijuana, de los Arellano Félix, que operan en Guanajuato, acotó el especialista.
Sophia Huett López coincidió con David Saucedo en el sentido de que se prevén más semanas difíciles en el tema de la violencia: “Vamos a seguir teniendo momentos difíciles, pero no podemos dar un paso atrás”, indicó.
La presencia criminal
David Saucedo explicó que el Cártel de Sinaloa tiene 30 años de presencia en esta entidad, pero únicamente como proveedor de droga, pues no se había establecido en su territorio.
“Ya estaban en el estado, pero sólo eran proveedores de droga. Incluso algunos integrantes de alto perfil llegaron a vivir aquí; por ejemplo, en León, Sandra Beltrán Ávila y Héctor Beltrán Leyva, quien fue detenido en San Miguel de Allende.
Tenían residencias, casas de descanso y podían colocar su producto, pero con la llegada de los jaliscienses empezaron a atacar y eliminar a sus clientes.
Hasta ahora empezaron a establecerse, llegaron a defender a sus antiguos compradores de droga frente al debilitamiento del CSRL “y finalmente ya están en Guanajuato cometiendo estas atrocidades”, señaló el experto.
“Estamos hablando de los dos grupos de macrocriminalidad que finalmente se están viendo las caras y enfrentándose aquí en Guanajuato”, agregó.
Consideró que el gobierno del estado se abstiene de hacer referencia a este hecho, quizá para no alarmar a la población, y prefieren mantener la narrativa de que han bajado los homicidios, pero no son cifras reales porque los cárteles tienen una estrategia de desaparición de cadáveres.
“Esas personas que están desaparecidas en realidad están muertas y forman parte de esta estrategia de ocultar los cadáveres”, aseguró.
Un estado atractivo para criminales
Susana Martínez Nava, doctora en Derecho en la línea de investigación de política criminal por la Universidad de Guanajuato, explicó que el comportamiento de la criminalidad puede obedecer a móviles diferentes.
“Los delitos de alto impacto no son temas aislados, pero hay operatividad de tantos grupos que cada vez se hace más complejo saber por qué”, expuso.
Desde la academia, dijo, se trabaja en investigaciones porque los fenómenos de violencia de alto impacto no son exclusivos de un municipio o un estado, ni siquiera de una región; muchas ocasiones abarcan diferentes estados y obedecen a dinámicas que los criminales van generando, al ver el panorama no sólo nacional, sino internacional.
La investigadora indicó que esta entidad es atractiva por su ubicación geográfica, en el centro del país, y porque atrae inversión, además de los ductos de hidrocarburos, “que son recursos atractivos para esas empresas criminales”. Expuso que falta con urgencia una estrategia nacional de inteligencia y un pacto nacional, de lo contrario no será posible combatir a la delincuencia.
“Pero ahí tampoco ha habido la voluntad política de sentarse todos, independientes del color al que pertenezca cada gobierno, y entonces los esfuerzos se diluyen por esa falta de voluntad.
“Deben escalar a estrategias de inteligencia que permitan políticas públicas nacionales. De nada serviría una política local que atiende el asunto si no hay la misma capacidad de respuesta de las regiones que comparten la misma problemática”, expuso.
Con información de El Universal