AMLO sube el tono de amenazas a críticos
Conforme se aproxima el final de su gobierno fallido, el presidente mexicano aparece más intolerante que nunca a la crítica. Por ejemplo, ayer 13 de abril del 2023, lanzó lo que parece la amenaza directa más preocupante, con nombre y apellido, contra algunos de sus más puntuales críticos. Manotazo que exhibe no sólo la intolerancia de López Obrador, sino su peligrosa incontinencia verbal y los problemas emocionales que le provocan los fracasos cotidianos de su fallida gestión.
Y es que, a querer o no, la montaña de pifias provoca en el mandatario mexicano un evidente trastorno emocional que no pocos especialistas de la conducta catalogan como trastorno de personalidad.
Por eso, a diario el presidente aparece no sólo enojado, intolerable, grosero y delirante, sino que eleva el nivel de las amenazas lanzadas desde Palacio contra sus críticos y contra las empresas mediáticas que se han salido de su control y que rechazan en discurso único.
Así lo dijo ayer, con un gesto demencial: “No les gusta que les diga, porque es cierto, que desde la época de Francisco I. Madero nunca se había atacado tanto a un presidente; y todavía se atreven a decir que este es un gobierno autoritario. Hablamos de pura eminencia que me insulta, Están confundidos. Ojalá y se vayan serenando y vayan entendiendo de que ya son oros tiempos”. (Fin de la cita)
Las “eminencias” que según AMLO se esmeran en insultar a su persona y a la Cuarta Transformación son: Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín; Denise Dresser, el investigador Guillermo Sheridan y los exconsejeros del INE Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.
¿Qué significa lo anterior? ¿Cómo se debe entender tal amenaza? ¿Cuál es el mensaje de fondo, si desde Palacio y con todo el peso del Estado Obrador acusa, señala y difama a sus críticos?
Sí, se confirma que el presidente mexicano tiene un comportamiento idéntico al de todos los dictadores de la historia y, sobre todo, tiene la misma “tara intolerante” de sus amigos presidentes como Trump, Maduro, Ortega y todos los dictadores latinoamericanos.
Pero también es cierto que no es ninguna novedad el autoritarismo y la intolerancia de AMLO. Por ejemplo, desde el 9 de mayo de 2018, en el Itinerario Político titulado: “¡Gracias..!”, advertí que de llegar a la presidencia, López sería justo todo lo que hoy vemos a diario; intolerante y perseguidor de sus críticos.
Así lo dije luego que fui perseguido por AMLO y por Morena: “En el fondo, los que lincharon a Ricardo Alemán le avisan a todos los mexicanos lo que será el trato con los críticos en un gobierno de Morena; el que se atreva a disentir será linchado.
“Y hoy pueden presionar para que Ricardo Alemán sea despedido de todos los medios pero en el fondo van contra libertades y derechos ciudadanos fundamentales, como la libertad de expresión y el derecho a disentir.
“Y si hoy nos difamaron y calumniaron, si fueron capaces de un montaje monstruoso como el que hizo recular a Televisa y puso en peligro la marcha de Milenio –por las presiones de dentro y fuera–, mañana será cualquier otro crítico de Morena y pasado mañana será tal o cual medio, empresa o institución mediática. Y sí, los carniceros de hoy serán las reses de mañana”. (Fin de la cita)
Pero también es cierto que el mundo sabe de los excesos discursivos del presidente mexicano contra intelectuales, críticos y periodistas independientes.
En entrevista para El Universal, difundida el 11 de octubre del 2020, el periodista y escritor norteamericano, Jon Lee Anderson, llegó a la misma conclusión a la que llegamos aquí el 9 de mayo del 2018.
Así lo dijo: “Los veo lamentables, como periodista y como alguien que ha tenido la oportunidad de conocer a Andrés Manuel López Obrador en persona, siendo (incluso) candidato a la Presidencia.
“Se me presentó como alguien de carácter fuerte, un tipo genial en su forma de ser, social, alguien a quien le gustaba la historia, quien aparentemente estaba dispuesto a escuchar diferentes opiniones y (ahora) me ha consternado la forma en la que se comporta con la prensa mexicana”.
“Es muy preocupante que un mandatario repetidamente hable mal de la prensa, cuando estamos en una sociedad en donde mueren los periodistas y muy pocas veces esclarecen las circunstancias de sus muertes”.
“Debemos tener cuidado y uno de los comportamientos más rutinarios de los autoritarios es la demagogia, la verborrea y el ataque en contra de los periodistas. Nicolás Maduro, Nayib Bukele, Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López han incursionado en ese terreno y se tiene que reflexionar y cuidarse de no ocupar ese espacio (nunca) más.
“Quisiera escucharlo retroceder en ese sentido, incluso ofrecer disculpas, en no seguir haciéndolo, porque tiene muchas otras virtudes, pienso yo, como persona y como gobernante”. (Fin de la cita)
Y debemos insistir, como desde mayo de 2018: sólo quienes cerraron los ojos no vieron quien era López Obrador, el candidato y hoy dictador mexicano.
¿Hasta cuando López pedirá perdón a los mexicanos y a los medios?
Al tiempo.
Con información de El Debate