La fortuna del dictador Daniel Ortega, respaldada por contratos de fideicomisos en el sancionado Banco Corporativo (Bancorp), subió de 2.500 millones de dólares en el 2017 a 2.730 millones en el 2018, aseguró hoy el economista y politólogo Enrique Sáenz en entrevista con canal 10.

Sáenz hizo referencia a una auditoría al Bancorp publicada por el diario La Prensa que revela que la fortuna del dictador ascendió 230 millones de dólares en un periodo en el que Nicaragua iniciaba con una convulsión política y social. A juicio del experto, el principal interés de Ortega para aferrarse al poder político es “preservar todo su capital acumulado”.

“En el diario La Prensa se publicó una auditoría al Bancorp que había creado la familia en el poder, esa auditoría circuló y en esa auditoría correspondiente al 2017 aparece escondido –porque no estaba como depósito, sino como contratos de fideicomiso con Bancorp—nada más y nada menos que un patrimonio de 2.500 millones de dólares, ese era en el 2017 el piso del patrimonio de Ortega, y digo el piso porque probablemente tenga en otros lados, en otros bancos a nivel internacional. Lo más aberrante es que también se filtró la auditoría de 2018, y mientras miles de empresas cerraban y miles de trabajadores a la calle, la auditoría de 2018 revela que la fortuna de Ortega creció 230 millones más de dólares, de tal forma que al cerrar el 2018 la fortuna encomendada en contratos de fideicomiso al Bancorp ascendía a 2.730 millones de dólares”, dijo Sáenz.

Daniel Ortega, el empresario que sangra a los nicaragüenses

Pero, ¿cómo logró Ortega amasar esa fortuna? Sáenz mencionó algunos de los negocios redondos que el dictador tiene con los cuales sangra al empobrecido pueblo nicaragüense.

La Caja Rural Nacional (CARUNA), ALBA generación, Disnorte-Dissur, y el negocio del combustible, son algunas de las empresas con las que Ortega ha llevado a su régimen a un “estado mafioso que utiliza todos los instrumentos del Estado para acumular riquezas”. Sumado a la “mayor estafa en la historia de Nicaragua”: la apropiación de la cooperación venezolana, agregó el economista.

“La medida más visible que han pregonado, que es la famosa reducción del 3% de la tarifa eléctrica después de tres meses de que estallara la pandemia, prácticamente es una burla para el pueblo nicaragüense (…) Esta burla siniestra del 3% de la tarifa eléctrica, es muy importante que la población sepa que en su factura eléctrica van incorporados varios costos. El primer costo es una famosa deuda que contrajo el INE con CARUNA, es decir encontramos en INE con Ortega en su carácter de empresario privado en este caso como prestamista, en su origen 200 millones de dólares con 8% de interés, no sabemos a cuánto asciende esa deuda, lo que sí sabemos es que el prestamista Ortega es acreedor de los consumidores nicaragüenses por esa deuda porque al final somos los consumidores los que pagamos esa deuda a Ortega”, explicó Sáenz.

“Con solo, –y no se va a volver más pobre Ortega con esto—con solo que aplicaran la misma medida que están aplicando algunos bancos de flexibilizar los adeudos, por ejemplo, que Ortega dejara de cobrar por seis meses esa deuda pues ya significaría un alivio. La gente debe saber que la empresa con mayor capacidad de generación de electricidad se llama ALBA generación, es decir los que producen energía y quién es el dueño de esas empresas, Ortega y su grupo, esta vez en calidad de empresarios privados”, agregó.

Saénz detalló que entre la empresa de Ortega ALBA generación que le vende energía a su otra empresa Disnorte-Dissur, imponen los precios más altos en generación eléctrica a diferencia con el resto de empresas generadoras, siendo los nicaragüenses quienes sufren los elevados costos a pagar.

“A quién le vende esa energía el empresario Ortega, se la vende a Disnorte-Dissur y quién es el propietario de Disnorte-Dissur, otra vez el empresario privado Ortega”, reprochó.

Otro de los negocios del dictador es el búnker, un derivado del petróleo, lo que le deja una “gran tajada” por la diferencia en los precios internacionales del crudo.

“El Banco Central reporta todos los días cómo se comportan los precios internacionales del petróleo y sus derivados. Cualquiera que tenga la curiosidad puede entrar a ver y se va a encontrar que el búnker que es un derivado del petróleo y que es el principal insumo para la producción de energía térmica, en el último año ha disminuido 40% en su precio, mientras en lo que va del año ha disminuido 20%, entonces tenemos que le pagamos al prestamista Ortega una deuda –que perfectamente podría flexibilizar–, le pagamos al empresario Ortega unos sobreprecios por la energía que vende su empresa, le pagamos por las ganancias de su empresa Disnorte-Dissur, y todavía se queda con la gran tajada del diferencial de precios por la disminución de los precios internacionales del búnker y del petróleo”, planteó.

Para el politólogo, mientras Ortega permanezca en el poder no habrá solución a los principales problemas económicos del país, “hemos llegado a la aberración que el principal problema de Nicaragua se llama Daniel Ortega”, apostilló.

Pero mientras Ortega se llena las bolsas con el dinero del pueblo, el país va hacia el colapso económico, y el culpable directo es el dictador, debido al “aferramiento al poder, la violación a la Constitución y las leyes, el irrespeto a los derechos humanos, el aislamiento internacional”, aseveró el experto. “Y todavía impuso dos medidas que reforzaron la crisis como fueron el paquete fiscal que significó impuestos para los empresarios y a varios artículos de primera necesidad; y las reformas a la seguridad social que significaron más cargas para los trabajadores y más carga para los empleadores”, añadió.

El régimen de Ortega “está sacando riales a la gente que está en agonía”, concluyó Sáenz.

 

Con información de La mesa redonda

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