DOMINGRILLA

 

Las sumas presidenciales de
la violencia; desaparecen a los
desaparecidos y sus familias

FRANCISCO CHIQUETE

Tiene razón el presidente.
Los gobiernos anteriores le dejaron un cochinero en materia de seguridad, de educación, de salud. Las deficiencias y carencias son incontables. El problema es que su gobierno ha superado cada uno de esos negativos renglones.
No sólo se trata de que en estos días el número de asesinatos ocurridos en los últimos cuatro años y medio superó a los ocurridos en el sexenio completo de Enrique Peña Nieto. Hay además circunstancias que nos colocan en condiciones de mayor vulnerabilidad.
No es nuevo que el presidente Andrés Manuel López Obrador responsabilice a sus antecesores de todos los males que lo aquejan y que por supuesto, aquejan a la nación, pero es la primera ocasión en que se le ocurre una salida tan poco afortunada como la que intentó: sumen, dijo, los asesinatos ocurridos en los periodos de Ernesto Zedillo, de Fox, de Calderón y de Peña y verán si no son más, muchos más los que ocurrieron con ellos. Y lo son, por supuesto, pero es un despropósito comparar veinticuatro años contra cuatro y medio.
Como se concluye cada vez que se toca el tema, lo más grave es la negativa a ver la realidad. El presidente se niega a reconocer los problemas en su dimensión e insiste en que estamos avanzando, que él y su gobierno combaten las causas de la inseguridad y con eso llegaremos a buen puerto.
En otras palabras, e incluso con esas mismas, advierte que no cambiará su estrategia, que continuarán los abrazos y no balazos, con todo y lo que esto nos ha significado como país.
EL DRAMA DE LOS
“DESAPARECIDOS”
La desaparición forzada, por razones de técnica jurídica, no puede ser reflejada en el renglón de los asesinatos, pero a fin de cuentas se trata de eso mismo, con un agravante: las familias de las víctimas quedan prendidas de la incertidumbre, con la angustia de pensar que ya les privaron la vida, mientras secretamente mantienen la esperanza de que un día se les vuelva a encontrar. Y también la dolorosa posibilidad de que si viven los estén torturando para terminar por asesinarlos de todos modos. Por eso los buscan sin escatimar sacrificios, incluso a riesgo de sus propias vidas.
Ocurre que la delincuencia organizada insiste en ahuyentar a las rastreadoras porque no quieren a las policías en sus zonas de acción, y cada vez que hay un hallazgo, todas las corporaciones aparecen y se hacen presentes como si ellos hubiesen realizado la investigación.
Son muchos ya los casos de personas asesinadas por esa razón, sin importar que se trate de madres de familia, personas de edad avanzada que personalmente no representan un peligro para nadie, pero cuya actividad parece ser letal para los delincuentes.
Por eso es que una de estas madres, Delia Icela Quiroa Flores Valdez, dirigió una carta a los cárteles principales del país, pidiéndoles que dejen los enfrentamientos y con ello acaben con los asesinatos y las desapariciones. El enemigo, les dice, es el gobierno, súmense o pacten pero no afecten a los jóvenes ni a sus familias.
Desde luego es un despropósito. Nadie puede esperar que las organizaciones criminales respondan a un pacto de ese tipo ni mucho menos se puede dejar la seguridad de la gente en esas manos, pero es que el gobierno tampoco responde, no atiende su responsabilidad primigenia.
Las rastreadoras son perseguidas, amenazadas, incluso asesinadas y ninguna autoridad le entra al asunto. Hubo una alcaldesa -de Guaymas- que las citó para regalarles palas y picos, pero no para asignarles custodios que garanticen su seguridad durante los periodos de búsqueda.
Las cifras actuales en materia de desapariciones forzadas si están lejos de las registradas con Peña Nieto, pero tampoco son despreciables, aunque de nuevo, lo grave no está en los números, que son lamentables, sino en la actitud. Nadie se preocupa realmente por acompañar a estas mujeres esforzadas y ya ni siquiera se pone atención especial a los asesinatos, que suenan y resuenan por todos los rincones del país.
Un ejemplo doloroso de la impunidad es el de Rosario Lilian Rodríguez Barraza, secuestrada y asesinada por delincuentes cerca de su casa en el municipio de Elota. Esto ocurrió en agosto del año pasado y es hora que no se tienen resultados. Quizá la fiscal Sara Bruna esté esperando el momento oportuno para reclamar a la sociedad que no hayan entregado al o a los asesinos.
Por supuesto, ya todos conocen la respuesta del presidente López Obrador a la carta de doña Delia Icela. Dijo que era bueno que se buscaran acuerdos, que el diálogo era lo mejor para alcanzar la paz y reiteró su aval a este tipo de iniciativas.
Cuando la comentocracia se le echó encima porque estaba renunciando a su obligación de garantizar la seguridad ciudadana, reaccionó diciendo que no, que no avalaba nada, que la pregunta a la que él respondió se había hecho “de mala fe”.
VACILADA DE ELECCIÓN
EN EL PRI DE SINALOA
Como en los tiempos en que hacía lo que quería porque no habría consecuencias, el Partido Revolucionario Institucional emitió una convocatoria para elegir dirigentes estatales y ofreció hacerlo a través de una consulta a la base. Luego, como siempre hacía, empezó a orientar todo hacia la designación directa de una fórmula, la seleccionada “desde arriba”.
El problema es que aquí hubo una fórmula distinta, que insistió en registrarse y cumplió con todos los requisitos, excepto los documentos que debía entregar la dirigencia nacional. Así, atropellando sus propios estatutos y su convocatoria, Alito Moreno decidió que los nuevos dirigentes serían Paola Gárate y Bernardino Antelo.
Ella es una activista muy entusiasta, que siempre ha remado contra la corriente, pero sus virtudes poco pueden servirle en la situación actual del PRI, sobre todo tras una imposición tan burda como la que hizo Alito para favorecerla. A eso hay que sumar que Antelo es un representante del impresentable régimen de Mario López Valdez, quien no se aguantó las ganas y salió públicamente a dar su bendición a los nuevos dirigentes.
Imagínese usted qué le espera a los restos del PRI con una dirigencia que fue impuesta por Alejandro Moreno y su desprestigio; y que encima asume el dudoso aval de Mario López Valdez, cuyo gobierno sólo se recuerda por preceder desórdenes tan graves como los del Químico… y por el bailecito.
A OLVIDARSE DEL INAI
Con gusto y orgullo, la senadora Imelda Castro defendió la posición institucional del Senado de la República en el caso del INAI, al que tienen sin consejeros para que no opere. No es sólo eso, hay muchos nombramientos que están pendientes en varios organismos, pero se va a resolver, dijo, y anunció evidentemente satisfecha que ese día (martes 30 de mayo) se realizaría por la tarde una sesión de la Permanente y ahí se lanzaría la convocatoria a un periodo extraordinario de sesiones, en que al fin se designaría al consejero que haga quorum en el Instituto.
Fue una grata charla en La Tertulia, de Paralelo 23, con Mario Martini. Pero el anuncio fue fallido. Esa tarde en efecto, se tocó el tema en la Permanente, pero la mayoría de Morena votó en contra. No habrá periodo extraordinario y el INAI siguió sin expectativas. Es que es “el mundo ideal” que refirió Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación, cuando dio línea a los senadores morenos anticipándoles “no tenemos prisa”, incluso ante un mandato de la Corte.
ELECCIONES CANTADAS
Aunque siempre cabe la lejana posibilidad de que pase algo imprevisto, las elecciones en el Estado de México y en Coahuila parecen cantadas para quienes desde el principio han punteado los procesos.
El que más importa por supuesto es el Edomex, por el enorme electorado que concentra. Ahí Morena ha desarrollado una verdadera elección de estado, mientras el PRI ha recurrido a sus viejas tácticas, pero ahora con miedo porque el gobernador no se puede exponer a las venganzas de su casi amigo AMLO.
Si de tofos modos no consigue arrasar como lo ha presumido, será una mala noticia, incluso ganando.
En Coahuila de nada le servirá a Morena haber exhibido a sus socios, obligándolos a abandonar a sus candidatos para sumarse teóricamente al que impuso la línea oficial, Armando Guadiana, el hombre del sombrerón. Morena se exhibió también a sí misma porque mostró el cobre por no aceptar que sus propios amigos pudieran actuar de manera diferente.
RECUERDO
Este tres de junio se cumplieron 49 años de que llegué a El Correo de la Tarde, con gran curiosidad, ilusión y entusiasmo, a participar en los Cursillos Gratuitos de Periodismo que el periódico ofrecía.
Ha sido un periodo fascinante. Hoy quiero dedicar este recuerdo a tres grandes personajes que entre muchos fueron fundamentales en mi formación: Abraham García Ibarra, Francisco Lizárraga Ochoa y Rafael Franco Zazueta, con mi gratitud eterna.
JURÍDICAS
Los juzgados parecen empeñarse en sobresaltar al gobierno sinaloense. Uno de ellos concedió amparo definitivo al exalcalde culiche Jesús Estrada Ferreira, y aunque no le restituyó la alcaldía, dejó abierta la posibilidad de que eso ocurra.
El Químico Benítez se aventó un nuevo periodo de gracia, que acumulado a los que ya ha disfrutado, termina por hacer muy lenta, sino es que nugatoria la justicia que debe aplicársele.
Aparecen finalmente posibilidades, todavía mínimas, de un acuerdo entre el gobierno sinaloense y la rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa. El problema es que las cosas han ido demasiado lejos en el campo de las denuncias contra el dirigente pasista Héctor Melesio Cuén Ojeda, su familia, el rector Jesús Madueña Molina y el exrector Juan Eulogio Guerra Liera. Al golpazo de las tortillas (dieciocho millones de pesos), se suma ahora el escándalo de treinta millones presuntamente gastados en pollo, y otras cosas más, según llegó a adelantar el gobernador Rubén Rocha Moya. Ya con la fiscalía enrolada y los juzgados dispuestos, salir ahora con que siempre no hubo nada malo y los señores se van de la UAS por su cuenta, significaría un desgaste político muy grave para el propio Rocha.
INVITACIÓN
Recuerde que de lunes a viernes estamos en la mesa de análisis de Noticiaros Altavoz, de 8:30 a 9:00 de la mañana. Lo invitamos a escuchar a Pablo César Espinoza, Jorge Luis Téllez, Altagracia González y un servidor, a través de las estaciones de Grupo Chávez en Guamúchil, Guasave y Los Mochis, La Bella de Culiacán, el website de Altavoz y el muro de Facebook de Altavoz. Háganos el honor de acompañarnos.

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