COAHUILA EL VERDADERO LABORATORIO DE MORENA PARA EL 2024
Por Fernando Mejorado
La elección del Estado de México no es el laboratorio para el Movimiento de Regeneración Nacional. La verdadera prueba de fuego es la posible fractura, si en el proceso de selección de candidatos no es transparente y equitativo.
En el caso de Coahuila, toda la ruta para llegar a la jornada electoral de junio de 2023, es el ejemplo de lo que no debe ser en Morena. Desde el método para seleccionar candidato, la agenda previa para dar a conocer el designado, la campaña, la recta final de la campaña y la operación del Día D, fueron desastrosos para este partido.
Al aspirante que no fue, se le permitió y se le impulsó para que estuviera en tierra y en medios, se le invitó a las “mañaneras” y se construyeron sendos mensajes de respaldo a su candidatura. El método de selección nunca pudo probar con certeza, la razón por la cual no sería el candidato. El berrinche fue su reacción, se fue al Partido del Trabajo desquebrajando la alianza oficialista de izquierda. Nadie hizo lo suficiente para pedirle que recapacitara, la respuesta fue el ataque a su imagen pública y el resultado fue que se afianzo más en la casa que le dio asilo.
El candidato renegado se presentó como el verdadero candidato de las izquierdas y el gran amigo de Andrés Manuel. Su narrativa fue el gran luchador contra la corrupción. Nadie le cerró el paso, ni tendió puentes hacia su campaña que aglutinaba menos de 15 puntos de intención de voto, pero los suficientes para hacer perder al candidato oficial de Morena en Coahuila.
Derivado de este escenario, grupos de apoyo entraron en duda. Les dieron ayuda a los dos candidatos de la izquierda, dinamitando cualquier oportunidad de arrebatarle la entidad federativa al PRI, el cual nunca ha dejado el poder desde el siglo pasado.
La oposición se sabe limitada, entiende que la única forma de ganarle a Morena es esperando las pugnas internas y estará esperando al aspirante que sea maltratado para designarlo como su candidato.