Se prevé que la petrolera acuda a más endeudamiento para cubrir sus necesidades de flujo de efectivo. Incertidumbre sobre el escenario en 2025 complica su nota.

Para 2024, Pemex recibirá transferencias por 8.5 billones de dólares (o 145 mil millones de pesos), sin embargo, aún no serán suficientes para cubrir las necesidades de flujo de efectivo. En cálculos de Moody’s, aún requerirá 4 billones de dólares.

De acuerdo con Roxana Muñoz, la analista de Pemex en Moody’s, calcula que para el próximo año la petrolera mexicana tendrá una necesidad de flujo de efectivo de 13,800 billones de dólares, lo cual incluye vencimientos de largo plazo por 11.2 billones -es decir, no incluye deuda con proveedores-.

De esa cantidad, se prevé que al menos 8.2 billones sean cubiertos por los apoyos del gobierno federal, si bien reconoce que no se dice explícitamente en el paquete presupuestal de Rogelio Ramírez de la O que esos recursos son para el pago de la deuda, ni se explica cómo ni cuándo se van a transferir.

Sumado a esos recursos, habrá una reducción al DUC y se prevé que pueda haber mayores precios del crudo el próximo año, respecto a los estimados por Hacienda. La calificadora contempla precios cercanos a los 70 dólares por barril, mientras que la dependencia proyectó un escenario de 57 dólares. Con estos datos, consideró que la petrolera tendrá un faltante de 4.5 billones.

Sin embargo, recordó que “Pemex tiene una aprobación de 3.7 billones para deuda adicional, con lo que estarán cerca de cubrir los cerca de 14 mil billones para 2024”, dijo, considerando que esas presiones estarán cubiertas.

No obstante, la analista coincidió con lo que han señalado otros especialistas en que se trata solo de un respiro en el corto plazo, pues no se han resuelto los problemas estructurales y, en particular, muestra preocupación por el recorte del Capex en 49%, lo que complica la mejora en la producción y las reservas de la petrolera en el mediano plazo.

“La deuda se va a pagar, pero lo que será interesante es si el precio del crudo incrementa, se va a usar para capex, inversión, para aumentar la producción, o para mantenimiento”, agregó la experta.

Además, descartó que pueda mejorarse la perspectiva de la nota, que este año pasó de Estable a Negativa, pues indicó que implica la incertidumbre sobre la política y la estrategia que asumirá la próxima administración.

Y no es la única incógnita para la calificadora de deuda, pues también señaló que no hay claridad sobre cuándo empezará la operación de Olmeca, la refinería ubicada en Dos Bocas, Tabasco, ni con qué capacidad arrancará, ni el tipo de crudo que se utilizará.

 

Con información de La Política Online

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