Se mueven las fichas; sucesión presidencial 1923-24
Luego del tráfago legislativo que enfrentó a los diputados del Partido Nacional Cooperatista (PNC), entre quienes apoyaban a De la Huerta y Plutarco Elías Calles para abanderar su causa en las elecciones presidenciales, el vertiginoso escenario político volvió a dar de qué hablar.
En un primer momento, el presidente Álvaro Obregón desconoció los resultados de las elecciones a gobernador de San Luis Potosí, en las que ganó Jorge Prieto Laurens, quien, además, se ostentaba como diputado federal y líder del PNC. Obregón argumentó irregularidades en el proceso, así como actos de violencia durante la celebración de los comicios.
En ese sentido, el primer mandatario pidió públicamente abstención por parte de trabajadores del gobierno, Ejército, así como todos los miembros de la administración pública. Mediante una circular solicitó no intervenir a favor de algún candidato, y así garantizar la libre manifestación ciudadana en las urnas.
SE APARTA DEL CARGO
Por otro lado, De la Huerta amagó con dejar su puesto, a pesar de haber permanecido en silencio tras ser mencionado como candidato por integrantes del PNC en la Cámara de Diputados días atrás.
En un inicio, la dimisión se manejó como una licencia para separarse del cargo temporalmente debido a problemas de salud, sin embargo, la versión fue desmentida dándose a conocer oficialmente la información de su renuncia a la Secretaría de Hacienda.
La noticia de la aceptación de la renuncia del señor De la Huerta ha determinado que sus partidarios intensifiquen los trabajos que están desarrollando en favor de su candidatura para la Presidencia de la República”, se puede leer en la edición de Excélsior del 26 de septiembre de 1923.
De acuerdo con la carta dirigida a Obregón, el propio De la Huerta adjudicó su abdicación a problemas de salud. En el texto agradeció la oportunidad brindada por el máximo mandatario para para integrar su gabinete durante tres años de servicio. En su respuesta, Obregón resaltó la labor realizada por su paisano al mando de Hacienda.
Los diputados aliados a De la Huerta se pronunciaron en favor de la renuncia del funcionario y comenzaron a adherir diferentes agrupaciones políticas a su movimiento con la intención de buscar la formalización del sonorense como presidenciable.
*El Periódico de la Vida Nacional consignó en primera plana la dimisión de Adolfo de la Huerta y la carta dirigida a Obregón, en la que justificó su renuncia con problemas de salud.Alberto José Pani Arteaga, sucesor de De la Huerta en Hacienda.
Aquella última semana de septiembre fue crucial, ya que en las páginas de Excélsior comenzó a confirmarse, de manera exclusiva, el nombre del secretario de Relaciones Exteriores, Alberto José Pani Arteaga, como sucesor de De la Huerta en Hacienda.
La Secretaría de Gobernación era otra dependencia aún sin titular, por lo que el entonces gobernador de Guanajuato, Enrique Colunga, se perfiló para ocupar el puesto dejado por Elías Calles semanas antes.
Aún sin haber dado a conocer sus aspiraciones presidenciales, De la Huerta se hizo a un lado del órgano político obregonista ante una desenfrenada jornada electoral que estaba por venir.
CALLES INICIA SU CAMINO
Por su parte, el mismo Calles dio arranque a su campaña en Monterrey el 26 de septiembre de 1923, desde donde estuvo acompañado de sus más cercanos seguidores. El acto se llevó a cabo entre ovaciones y discursos de apoyo en medio de una considerable congregación de simpatizantes callistas.
Entre la baraja de candidatos para participar en las elecciones de 1924, destacaba el nombre de Raúl Madero, hermano del expresidente Francisco I. Madero; Roque Estrada, Antonio Díaz Soto y Gama, Carlos B. Zetina, Pascual Ortiz Rubio y José Vasconcelos, entre otros personajes sobresalientes de la vida pública de la época.
Con información de Excelsior
