¿Qué está en riesgo por la sequía en Sinaloa?
Alguien tiene que Decirlo
Samuel Sarmiento
Según CONAGUA, el 78.5% del país enfrenta algún grado de sequía, comparado con el 15% del año pasado, en otras palabras, 1,939 municipios con sequía vs 371 municipios del 2022.
Para medir la intensidad de la sequía hay varios niveles:
1. Anormalmente Seco (D0): no es una categoría de sequía, sino que se presenta al inicio o al final de la sequía.
2. Sequía Moderada (D1): se presentan algunos daños en los cultivos y hay bajo nivel de agua en ríos y pozos.
3. Sequía Severa (D2): implica pérdidas en los cultivos, alto riesgo de incendios y restricciones en el uso del agua.
4. Sequía Extrema (D3): implica pérdidas mayores en la agricultura.
5. Sequía Excepcional (D4): registra pérdidas generalizadas en el sector agrícola.
Y se preguntarán, ¿en dónde está Sinaloa? tenemos 1 municipio en sequía moderada (Ahome), 2 con sequía severa (Elota y El Fuerte) y los otros 15 municipios con sequía extrema.
Como referencia, el año pasado, sólo 3 municipios estaban anormalmente secos (Cosalá, Elota y San Ignacio).
A la sequía, le agregamos la falta de agua, 2 conceptos que aunque se parecen, no son lo mismo. Sequía es cuando las precipitaciones están por debajo del promedio de los últimos años y la escasez del agua es cuando no hay suficiente recurso hídrico para cubrir la demanda de las actividades productivas y públicas. Hay que recordar que en Sinaloa el 94.2% del agua se destina al campo, el 5.3% a abastecimiento público y el 0.5% a la industria.
Sinaloa tiene sequía y falta de agua. Las 11 presas se encuentran al 28% de su capacidad, que es el nivel más bajo de los últimos 30 años. El año pasado las presas estaban al 76%.
Como referencia, para que Sinaloa tenga un ciclo otoño-invierno normal y pueda sembrar más de 700 mil hectáreas de riego se necesitan 8,000 millones de metros cúbicos (Mm3) y tenemos solamente 4,400 Mm3.
Pero, ¿qué está en riesgo? para Sinaloa un estado productor de alimentos, están en riesgo los sectores pilares de nuestra economía, la agricultura y ganadería, que aportan el 11% del PIB y que tienen impactos multiplicadores en el resto de los sectores industriales, de servicios y turísticos.
Está en riesgo el sustento económico de los 152 mil agricultores y más de 28 mil ganaderos.
Están en riesgo 12 millones de toneladas de alimentos. Están en riesgo las 6 millones de toneladas de maíz, de las cuales, podrían producirse sólo 2 millones de toneladas y las otras 4 millones de toneladas se tendría que importar, lo que pone en riesgo el abasto de maíz blanco para consumo humano y dispararía el precio de las tortillas, que son la base de la alimentación de los mexicanos.
Aumentaría del 40% al 49% nuestra dependencia alimentaria del maíz, lo que va en contra de la meta del Plan Nacional de Desarrollo, que señala que para el 2021 seríamos autosuficientes en maíz.
Ante esta situación, urgen 2 cosas: la primera es que se inicien los trámites para emitir una Declaratoria de Emergencia por Sequía en Sinaloa, lo que lo nos permitiría acceder a recursos extraordinarios para el campo y la población vulnerable.
Segundo, que se ejerzan los más de 123 millones de pesos que la Comisión de Asuntos Agropecuarios etiquetó para apoyar al campo en esta situación, por ejemplo, los 45 mdp del Programa de Siniestros Agropecuarios en Zonas de Temporal, 32 mdp para Establecimiento de Praderas, 14 mdp para el Rescate de Agua, 12 mdp para Semillas de Temporal y 4 mdp para pacas del ganado.
Por eso, le pregunto estimado lector: ¿la sequía obligará a Sinaloa a la reconversión productiva y a dejar el monocultivo del maíz?