México detiene al jefe de seguridad de los Chapitos, con varias órdenes de captura en EE.UU.

En paralelo, en el comunicado del Gobierno de México, el combate al fentanilo aparece como un tema más entre varios tópicos como la migración, el desarrollo económico o el comercio. Recién se lo menciona en el noveno párrafo.

Por eso el Gobierno de López Obrador se encarga de difundir ampliamente cada arresto contra figuras del narco. La captura de ‘El Nini’, realizada por militares mexicanos, cierra además el cerco sobre el cártel controlado por la familia de Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera, condenado en 2019 en Estados Unidos a cadena perpetua.

Actualmente el grupo criminal es conducido por los hijos de ‘El Chapo’. En enero de este año fue arrestado uno de ellos, Ovidio Guzmán. Ahora la Fiscalía General mexicana busca a Iván Archibaldo que sería el supuesto jefe de la organización. La captura de Pérez Salas apunta a esa dirección.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, Pérez Salas trabaja de manera directa con Oscar Noe Medina González, quien es el principal adjunto de Iván Archivaldo.

El presunto jefe del cártel de los Chapitos, según Washington, fue el encargado de un giro en el negocio criminal, que pasó de traficar cocaína y marihuana a hacer lo propio con el fentanilo lo cual devino en una crisis sanitaria al otro lado de la frontera que cada año cuesta más vidas que los accidentes de tránsito. Este año más de 100.000 personas morirán en Estados Unidos como consecuencia de la adicción al fentanilo.

Las detenciones de capos son complejas para la autoridad mexicana. Ovidio Guzmán fue capturado por primera vez en 2019 pero López Obrador ordenó que fuera liberado dado que el arresto generó un estallido de la violencia en Sinaloa que amenazaba con extenderse a la población civil.

Con Pérez Salas hubo dos intentos previos en lo cuáles escapó, lo cual alimenta la percepción en la opinión pública de cierta colusión entre el Cartel de Sinaloa y la sociedad de ese estado ubicado en la costa del Pacífico.

«Lamentablemente la sociedad es muy hipócrita en este tema porque piden seguridad, pero en paralelo creen que a la larga se favorecen de la actividad delincuencial por la derrama económica que genera en la economía local», explica a ABC Luis Antonio Cárdenas Fonseca, exprocurador de justicia en Sinaloa.

Desde el Gobierno mexicano cada arresto de alto nivel como el de ‘El Nini’ se comunica como un avance en la agenda de cooperación con Washington pero el impacto en la realidad de los cárteles es relativo. «Pensar que si se arresta a los capos del narco baja el tráfico hacia Estados Unidos es caer en un reduccionismo, mientras haya demanda el proveedor siempre aparece», resalta Cárdenas Fonseca.

Además de los arrestos, Estados Unidos le reclama a México que se avance en el congelamiento de bienes y cuentas de empresas involucradas en la cadena de producción del fentanilo. El foco está puesto sobre las empresas mexicanas que importan los precursores químicos desde Asia para así fabricar la droga que luego se envía a Estados Unidos.