Los envíos registraron un aumento interanual de 6.5% en volumen y 4.9% en valor durante los primeros diez meses de este 2023 de acuerdo con datos del GCMA; Estados Unidos se mantiene como el principal destino.

Las exportaciones mexicanas de hortalizas crecieron a tasas interanuales de 6.5% en volumen y 4.9% en valor de enero a octubre de 2023, de acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

De ese modo, las ventas externas de hortalizas desde México sumaron 5.52 millones de toneladas y 4,626 millones de dólares. En valor, las exportaciones estuvieron dominadas por las de tomate rojo (1,896 millones de dólares), lo que equivale al doble del producto en la segunda posición, los chiles (901 millones de dólares).

Luego siguieron las ventas foráneas de pepino (448 millones de dólares), cebolla (281 millones), lechuga (270 millones) y espárrago (255 millones).

En general, Estados Unidos siguió siendo el principal mercado de exportación agroalimentaria de México, recibiendo más de 43,400 millones de dólares en 2022.

El comercio agroalimentario entre ambas naciones se mantiene sólido, debido a las ventajas geográficas, las cadenas de suministro profundamente interconectadas y los beneficios comerciales bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En su producto estrella, México exporta más de la mitad de su producción anual de tomate y los productores de todo el país utilizan invernaderos, casas de sombra, sistemas de túneles altos y otras tecnologías de control climático para abastecer el mercado estadounidense durante todo el año.

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la producción de tomate se encuentra entre las más sofisticadas tecnológicamente de la agricultura mexicana, con 67% de la producción total bajo condiciones controladas.

Estados Unidos ha sido un importador neto de frutas y verduras frescas y procesadas desde la década de 1990. México representa casi la mitad del valor de las importaciones de frutas y verduras de Estados Unidos.

En 2022, las importaciones estadounidenses de frutas y verduras frescas y procesadas desde México ascendieron a 20,200 millones de dólares, mientras que las exportaciones estadounidenses a México totalizaron 1,300 millones de dólares, lo que resultó en un déficit comercial de 18,900 millones de dólares en estos productos (excluyendo nueces).

Un análisis del Congreso estadounidense considera que varios factores han contribuido a este desequilibrio comercial, incluido el comercio relativamente abierto y libre entre Estados Unidos y México y una mayor demanda de frutas y verduras durante todo el año y suministros de importación contraestacionales, que han beneficiado a los consumidores estadounidenses.

 

Con información de El Economista

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