El futuro de Estrada y Jesús Valdés
TRANSICIÓN
La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”. Frase de Fiódor Dostoyeski.
Oswaldo Villaseñor
¿Cual es el futuro de Jesús Estrada, candidato del PT que también es la 4T y de Jesús Valdés candidato al Senado por el Partido Verde quien también es parte de la transformación?
Muy sencillo. Ambos están condenados a ver el fin de sus respectivos proyectos políticos. Ambos van al suicidio.
Estrada tiene ante sí la oportunidad de capitalizar su papel de víctima y la popularidad que le dio el sentimiento de solidaridad de muchos ciudadanos y morenistas que consideraron una injusticia lo hecho en su contra al ser desaforado por sus mismos compañeros de partido, o sea un congreso y gobernador del mismo color.
El problema a superar para Estrada, será encontrar la fórmula que le permita precisamente capitalizar su condición de víctima, pero sin dañar el proyecto de sus otra vez compañeros de la 4ta Transformación.
Estrada va a la candidatura al Senado acotado. Completamente acotado. Tendrá que hacer campaña a favor de Claudia Shienbaum y a favor de los diputados de Morena también.
En pocas palabras, veremos a un Jesús Estrada y a un Enrique Inzunza agarrados de una mano, aunque con la otra intenten golpearse.
¿Quien la lleva de perder? Desde luego que Jesús Estrada. Enrique Inzunza es propuesto por las siglas -Morena- que en Sinaloa tiene una intención de voto del 60 por ciento, mientras que en la actualidad el PT apenas su trae el 1.8 por ciento.
¿Para cuantos votos le puede alcanzar el posicionamiento de las siglas del PT a Jesús Estrada? Bueno, por las puras siglas, al día de hoy, para unos 20 mil.
¿Cuantos tendría que aportar su liderazgo para ganar cuando menos la segunda minoría? Bueno, va por 350 mil cuando menos.
¿Los alcanzará? Se ve muy difícil y menos acotado cómo irá.
La jugada de Morena de abrirse del PT y de Partido Verde, fue más para inhabilitar a fuerzas o corrientes que quedaron dolidas con su Movimiento, “pateada” de cargos y candidaturas y evitar que estas se fueran a apoyar al Frente y con ello perjudicar al proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum y porque no; hasta las candidaturas locales en disputa.
En pocas palabras, Jesús Estrada ya dejó de ser un problema real para Morena. Ahora tendrá que apoyar a Shienbaum y a los candidatos de Morena a las diputaciones federales.
En pocas palabras, Estrada va por los Morenistas que están dolidos con el Rochismo en el caso de Sinaloa, y evitar que estos se vayan al Frente si este juego fuera solo de dos sopas u opciones.
Estrada le hará un “parote” a Morena y a los candidatos al Senado. ¿Cuantos votos podrá jalar Estrada? ¿ 40 o 50 mil? Bueno, depositados a su favor no harán ningún daño. Depositados a favor de los candidatos del Frente pueden ser la gran diferencia entre ganar y perder.
El CASO JESÚS VALDÉS.
¿En realidad Jesús Valdés va por votos del PRI y de la sociedad civil? Se antoja que no.
Jesús Valdés ya se llevó a Morena a todo su grupo y durante su presentación como el más grande “fichaje” de Morena en apoyo a Claudia Sheinbaum, fue abucheado por los mismos Morenistas.
¿Cuantos votos representaban para el PRI los liderazgos que se fueron a Morena junto con Jesús Valdés y poco después fueron expulsados del PRI? 50 mil o póngale más. Entre mayor sea la cifra, más se entenderá el papel de Jesús Valdés en esta elección como candidato del Verde al Senado.
La realidad dice que ninguno de todos los priistas que se fueron a Morena con la ilusión de entrar por la puerta grande a las candidaturas y regresar a la ubre presupuestal, fueron tomados en cuenta. A todos los “patearon”
¿Y que hace un “pateado” en una elección de 2? Lo más lógico y digno es votar en contra y regresar a su origen como los hijos pródigos.
Bueno, el papel de Jesús Valdés es darle una oportunidad de votar a todos esos priistas “pateados” por Morena diferente a la de su antiguo partido.
Los votos por Jesús Valdés y los votos por el Verde, no le harán daño al proyecto de Claudia y mucho menos a los candidatos locales al Senado, Imelda Castro y Enrique Inzunza.
El partido Verde trae una intención de voto del 1.2 en Sinaloa que equivale en promedio unos 16 mil votos. Jesús Valdés ocuparía jalar el del PRI y de la sociedad civil unos 360 mil votos para asegurar cuando menos la primera minoría.
Se antoja imposible. El Jesús Valdés del Verde no es ni será con mucho el Jesús Valdés del PRI, el partido al cual traicionó.
Eso si, los votos que saque y los que le aporten los priistas inconformes con Morena por “patearlos” no le harán daño a Morena e impedirá que esos se vayan al Frente si la elección fuera solo de dos sopas.
En pocas palabras, arriesgado el papel que jugarán Jesús Estrada y Jesús Valdés. Dos mitos pueden caer y en su derrumbe ayudarán a quienes los derrumbaron.
Al día de hoy, no se ve como le puedan ganar a Morena las Senadurías. La fuerza de la marca y la fuerza del Estado, los sostienen.
Eso si, la historia se contará paso a pasito y falta aún mucho por ver.
Habrá que estar pendientes.
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