Héctor Calderón Hallal

México ha aprendido –y reaprendido- varias veces en los últimos tiempos, a nacer desde el dolor y a ser más mucho grande que sus adversidades.
Nuestro pueblo se mira todas las mañanas en el espejo de su realidad y a diario, como un gran ritual milenario, jura “partirle su progenitora” a la vida… ahora sí, “definitivamente y para siempre”.
Por eso es un pueblo libre y fuerte… con enorme conciencia histórica; nunca ha permitido el mexicano ser un títere de las circunstancias; él mismo es su propio destino.
El mexicano no se amarga de sus tragedias ni se las carga a nadie más, no se justifica como un niño. Está consciente de que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Sin embargo no puede evitar, como nungún otro pueblo de la Tierra, cuando sus propios errores –reiterativos- le han generado tragedias difíciles de borrar en el corazón y la memoria de su propio devenir histórico…en el centro mismo de su orgullo y de su reputación personal.
Por ejemplo: Hace 6 años decidió confiarle una vez más y tras 21 años de “aprendizaje en la tarea de Gobierno”, la administración de la Ciudad de México a Morena, el movimiento oficialista, autoproclamado como punto de inflexión histórica en el país (4T), que acompaña al actual presidente…y el resultado ha sido por demás caótico.
Desviaron los recursos normativamente dispuestos para el mantenimiento, de sistemas vitales en la ciudad, como el STC-Metro, para dispersarlos en sus programas de asistencia social que compran votos y conciencias entre las clases marginales. El resultado, además de numerosos incendios y choques de trenes, fue el de aquel lamentable derrumbe del tramo elevado de la Línea 12 del STC-Metro, entre las estaciones Olivos y Tezonco, un 3 de mayo como hoy, pero de 2021.
El citado derrumbe y su consecuente tragedia, se constituyó de un saldo de 26 muertos y más de 70 lesionados.
Debido al incidente, la Línea 12 permaneció cerrada en su totalidad por casi dos años, mientras se realizaban las investigaciones correspondientes, así como las rehabilitaciones y la reconstrucción en diversas estaciones del tramo elevado.
Desde enero del 2023 comenzó la reanudación del servicio de forma paulatina en el tramo subterráneo y actualmente ya operan con “normalidad” todas las estaciones de la también llamada ‘Línea Dorada’, incluyendo en las que ocurrió el derrumbe.
Lo que nunca podrá rehabilitar en la memoria y la consciencia de los mexicanos, es el hecho de que “nunca se nos había caído un tren elevado”.
Cayó junto con nuestro orgullo de buenos constructores y administradores de una megalópolis, donde a diario, desde los sesentas, convivimos con obras de gran infraestructura y …nunca nos había pasado nada.
Cayó de nuestro estrado de fetiche, nuestra histórica buena fama como trabajadores diestros -casi artistas- en las grandes obras a nivel mundial… de ahí nuestra buena fama a donde nos paremos en Estados Unidos, Canadá y el mundo: “los mexicanos, por su condición antropomórfica, se cuelgan de los grandes puentes y túneles y terminan a detalle las minucias del proceso…pueden meterse a las cavidades a donde no entra nadie… a soldar… a hacer los acabados, a atornillar y a remachar bien…”
Sin embargo, el mexicano acepta la dificultad de reconstruirse a sí mismo y su entorno tras la tragedia; así nos han orillado a aprender los sismos y las grandes tragedias climáticas más recientes como huracanes e inundaciones.
El mexicano, como los grandes pueblos del mundo, es capaz de surgir de las cenizas de su error… como dejó escrito Pablo Neruda.
Mexicano: ¡Empieza con el valor de corregirte!…. ¡de corregir el error de haber sentado en el poder, de haber “entronizado” a un gobierno de aprendices y traficantes de clientelas y adoctrinados.
México ha dejado de ser tristemente, esa gran capital de talla mundial, desde hace ya 27 años, gracias a políticas “tercermundistas” que nos atan perpetuamente al proceso de “prueba y error”… una gran ciudad… sin los servicios (transporte público, agua) que le restan la dimensión de la ciudad a la que aspiramos…de la ciudad que merecemos y necesitamos.
No salimos de los mismos problemas.
Desde la reapertura de la Línea 12 del STC-Metro, se han reportado diversas situaciones e incidentes, en medio de la incertidumbre de que no vuelva a ocurrir un accidente similar, entre los que están la filtración de cemento en uno de los túneles y ahora, los reportes más recientes de “tambaleo” en el tramo elevado…de nuevo.
Por otra parte, ni con los más de 120 acuerdos reparatorios, anunciados los dos primeros años después de la tragedia, por la Fiscalía General de la Ciudad de México (FGJCDMX) entre víctimas directas e indirectas con las empresas constructoras, se han podido llegar a arreglos mínimos que den la sensación de una justicia integralmente reparatoria de parte del Gobierno responsable en este caso.
La dependencia de justicia capitalina afirmó que durante este tiempo se ha logrado vincular a proceso a seis ex-servidores públicos, un corresponsable de seguridad estructural, un director responsable de obra y dos particulares, lo anterior suma un total de 10 personas detenidas… pero de entre las cuales, no figura por ningún lado la protegida de la actual candidata presidencail de Morena y entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, Florencia Serranía, directora general del STC-Metro y quien cobraba a la vez como Directora de Mantenimiento del sistema.
Hasta el empresario Carlos Slim, otrora implicado en las obras de la Línea 12 del STC-Metro, indicó en su momento, que el accidente ocurrido el pasado 03 de mayo del 2021, no fue una falla de origen, por lo que se deslindó de los hechos.
De tal forma que Slim aseguró que el accidente se debió al mal mantenimiento que se le ha dado al Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.
…Y una consultora especializada escandinava le resumió al final de sus peritajes y tercerías…. lo mismo: «falta de mantenimiento».
Pero… al final, en México las “cosas caen por su propio peso”.
No olvides mexicano, el próximo 2 de junio en que acudas a votar, llevar en mente el recuerdo de esta tragedia, que ocurrió exactamente hace 3 años, un día como hoy.
Al votar, recuerda la importancia de confiar el Gobierno a profesionales y a gente que no sea tan negligentemente nefasta a la hora de ponerse al frente de los grandes servicios públicos, donde se requiere seriedad y criterio.
No olvides la tragedia de la Línea 12 del STC-Metro.
¿Y así…con esa desfachatez… Claudia Sheinbaum pretende administrar este país?
Autor: Héctor Calderón Hallal
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